27 may 2015

Laicos, en exorcismos

“En los exorcismos, los laicos tienen un papel indispensable”
Entrevista al exorcista Tiziano Repetto, SJ

ROMA, viernes, 24 octubre 2008 (ZENIT.org).- Los laicos “bien dispuestos y movidos por una verdadera devoción y piedad y no por curiosidad morbosa” pueden participar y orar junto al exorcista, y este es un signo tangible de que toda la Iglesia reza por nuestros hermanos 'demonopáticos'.


Lo afirma el padre jesuíta Tiziano Repetto, que vive y trabaja en Roma. Tiene 53 años (actualmente)  y, desde hace cuatro, se ocupa de exorcismo.


El sacerdote recibe cada día llamadas de personas que consideran sentirse enfermas a causa del demonio. Y en la mayor parte de los casos son laicos y mujeres.

El padre Repetto aconseja no olvidar que, para ayudar a los exorcistas, se puede rezar al final de la misa la oración de San Miguel.


--¿Sugeriría que los laicos tengan una participación en los exorcismos como asistentes del sacerdote?


--P. Repetto: Digamos que ya ahora los laicos tienen un papel indispensable Y digo esto por experiencia, porque a menudo cuando se celebra un exorcismo, el 'demonopático' desarrolla una fuerza no común, por tanto hacen falta personas robustas que sepan tener quietas a estas personas, con el fin de no atentar a la incolumidad del exorcista y de quienes le rodean.

Yo empecé justo así, colaborando con los exorcistas (y recibiendo también muchos golpes...). Si se trata de mujeres afectadas es mejor que las sujeten mujeres si es posible.


Además, como el exorcismo es un rito público, pero sujeto a la privacidad, porque no todos quieren ser vistos mientras blasfeman, vomitan, eruptan, etc, los laicos bien dispuestos y movidos por una verdadera devoción y piedad, y no por una curiosidad morbosa, pueden participar y orar junto al exorcista, y este es un signo tangible de que toda la Iglesia reza por nuestros hermanos 'demonopáticos”.


El Espíritu Santo inhabita en todos, y todos deben hacerse cargo de los hermanos y hermanas que sufren.


--“Y, por tanto te exorcizo a tí inmundísimo espíritu...”. ¿Esta fórmula podría ser dicha por un laico durante un exorcismo?


--P. Repetto: Como ya he dicho otras veces, ningún laico puede pensar usar las fórmulas del ritual del exorcismo Mayor, que está reservado a los sacerdotes con el mandato del obispo del lugar.


Pero, cuando se celebra un exorcismo, con un exorcista autorizado, los laicos pueden privadamente repetir las fórmulas del exorcismo mismo, un poco como puede suceder en la santa misa: la fórmula de la consagración es pronunciada sólo por el presidente y los concelebrantes, pero si un fiel repite privadamente la fórmula de la consagración “Este es mi cuerpo...”, ciertamente participa incluso físicamente en el misterio del Cuerpo y Sangre de Nuestro Señor.


También aquí, repetir la fórmula confiere a la celebración la idea de la Iglesia toda que pide por nuestros hermanos que sufren, aunque en la práctica sólo el exorcista celebra el exorcismo.

Del mismo modo, y todavía más, los sacerdotes que no tienen una mandato para exorcizar, pero asisten a exorcismos, pueden pronunciar las fórmulas que el mismo exorcista dice, mientras que otros no podrían hacerlo. Hay, de todos modos, en la historia de la Iglesia, excepciones: por ejemplo santa Catalina de Siena tenía el poder de liberar de los demonios, que le fue concedido por el Señor. Hoy se dice que la señora Natuzza Evolo di Paravati tiene este carisma, reconocido en modo oficioso por la Iglesia.


--¿Su propuesta ha tenido alguna respuesta de las autoridades en la materia?


--P. Repetto: Digamos que es una praxis ya bastante corriente en el ambiente. Hay praxis consuetudinarias que no precisan reglamentación, al menos mientras no se cometan abusos. Esto lo he visto hacer ya a un conocido exorcista de Roma. Pero el interrogatorio al demonio "Praecipio tibi, quicumque es..." sólo lo hace el exorcista.


Hay que tener cuidado, especialmente en los grupos de oración de liberación y curación, porque a veces sucede que se cometen abusos porque alguien, laico, llevado por el celo llega a realizar gestos y fórmulas propias de los sacerdotes, mientras que es mejor que cada uno haga su propia tarea..

1 comentario:

Unknown dijo...

Soy el Hno. Ivan Rivas laico consagrado de la RCC soy un carismatico y congrego en la Parroquia San Miguel Arcangel de Lima Peru, tengo el mismo Don de Santa Catalina de Siena por gracia del Dios Padre; en el nombre de Jesús y levantando la mano derecha y que en ese momento no es mi mano, es la de Dios, el demonio es arrojado. Hermanas con don de visión dan testimonio de haber visto en mi mano la llaga de Jesús y el rostro de Nuestro señor Jesucristo. Por gracia de Dios soy ahora un guerrero de la luz un siervo abocado a glorificar al Señor al Padre, al Hijo y al Espiritu Santo.