Escribe nuestro hermano Rubén:
Continuábamos con una oración de liberación a un poseso. El sacerdote en esta ocasión, había llevado el SANTISIMO; el muchacho estaba en trance, sin estar visible para el, el demonio delató la presencia de Jesús en el santo sacramento.
Como cuando en la palabra, cuando le llevaron a Jesús, un hombre poseido, el espíritu inmundo, se dirigió a El diciendo: "se quien eres tu: EL SANTO DE DIOS" (LUCAS 4,34).
El Señor a todos proteja, hermanos.