Ya lo hizo en sus 2 primeros discursos |
Nuevos tiempos, viejas luchas: por primera vez, un Papa habla del demonio en Twitter |
El Maligno no cesa de invitar al desánimo, la amargura y la inacción, y Francisco lleva todo su breve pontificado denunciando esta estratagema. |
El Papa Francisco, que como cardenal no tenía ordenador y usaba apenas una máquina de escribir electrónica, se ha convertido en el primer Pontífice que habla del demonio en una red social, en su cuenta Pontifex de Twitter ( https://twitter.com/pontifex_es ).
El pasado domingo publicó dos "tuits": uno a las 12.30, sobre la JMJ ("Aguardo con alegría el próximo mes de julio, en Río de Janeiro. Les doy cita en aquella gran ciudad de Brasil"), y otro, una hora después, sobre el demonio: “No debemos temer al Maligno cuando nos dice que nada podemos hacer contra la violencia, la injusticia y el pecado”, fue la exhortación del Pontífice en italiano, inglés, francés, alemán, portugués, árabe, polaco, latín y español.
Aunque Benedicto XVI y Juan Pablo II hablaron del demonio en numerosas ocasiones, Francisco lo ha hecho desde sus primerísimos discursos como Pontífice.
“No cedamos nunca al pesimismo ni a la amargura que el diablo nos ofrece cada día”, dijo Francisco en un encuentro a los dos días de ser elegido Papa con los cardenales en la Sala Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano.
El día anterior, en una misa oficiada en la Capilla Sixtina ante los purpurados que participaron en el cónclave, el primer Papa latinoamericano señalaba: “Quien no reza al Señor reza al diablo, cuando no se confiesa a Dios, se confiesa a la mundanalidad del demonio”, afirmó en esa homilía clave en la que expuso los principios su pontificado: “Caminar, Edificar, Confesar”.
Siendo arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio declaró en 2010 que la redefinición de matrimonio que impulsaba Cristina Kirchner era “una movida del diablo”, una “pretensión destructiva del plan de Dios”.
Con un Papa que habla del demonio y de las estrategia demoníacas para transformar el mundo para el mal, los cardenales y obispos se sienten más libres para denunciar su siniestra figura: así, en la masiva manifestación pro-vida del pasado fin de semana en Lima, el cardenal Cipriani no dudo en calificar al aborto de "demoníaco", para escándalo de algunos medios de comunicación. Con este Papa Francisco, estas comparaciones van a ir a más.