El caso de Marta es un caso- signo: un caso que es muy especial y diferente a todos los demás.
Por un lado está llevando a muchas personas a la conversión, a Nuestro Señor Jesucristo. Por otro lado es un campo de batalla donde se están enfrentando los soldados de Cristo a las hordas infernales.
La influencia del demonio sobre Marta está muy, muy menguada. Le permite llevar una vida bastante normal. El enemigo ha expresado varias veces que no quería estar dentro, que quería irse... pero que no podía. Cuando se le preguntó por qué no podía irse, contestó:
“ Porque Dios no me lo permite”
¡ Santo es Dios, grande es su Sabiduría! Sabemos que mientras el demonio esté dentro de Marta, es duramente castigado por los siervos de Dios- los exorcistas- y su poder se resiente.
¿ Cuanto tiempo durará la posesión de Marta? Solo Dios lo sabe, pero no hay duda de que está produciendo inmumerables frutos de santidad: Marta es una misionera en el centro de la jungla espiritual, donde la luz no llega... allí hace ella su apostolado, por la Gracia de Dios.
¡ Que Dios la bendiga!
