Hablan 2 hermanos de Cataluña:
Escribe Sergio
El trabajo sacerdotal... es trabajo espiritual. Una vez hace un tiempo, ya desde mi fe Cristiana, leí en el catecismo que la persona mas importante del mundo es el sacerdote, y pensé afirmativamente PUES SÍ, es cierto (quiero manifestar aquí públicamente, que jamás en mi vida he hecho la rosca a nadie, la pelota o como se quiera llamar, y no me relaciono con religiosos por darme pompa u otras cosas, simplemente CREO y disfruto de mi fe a pesar de todas la cosas en contra y en el entorno que me encuentro, que las hay, y también disfrutando con las gracias). Es cierto que es la persona mas importante, y entre otras cosas nos puede desatar del pecado; Mateo 18.18 Yo os aseguro: todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo.Este trabajo es muy importante y hoy día no se la dá importancia, muchos piensan.. va! es un hombre como yo, como le voy a contar mis cosas.. pues no es solo un hombre como nosotros, es una promesa de perdón y reconciliación de y con Cristo aquí y ahora en forma carnal con autorización del mismo Cristo. ¿De que le sirve al hombre ganar toda la tierra si pierde su alma? se dice en las escrituras.. Sé de una mujer jubilada que me dijo, no hace falta confesar, ya que hoy no se estila.. yo le dije que había que hacerlo porque es lo correcto, a esa mujer que asiste mucho a misa lo que le pasa es que observa que todas las otras mujeres no lo hacen "y ella no va a ser menos que las otras en comulgar" y ya pide perdón sin confesar, yo le dije que es un error.. cada uno debe de hacer según su conciencia.. y es una razón de humildad el hacer lo que uno considera correcto a pesar de los demás.Todos estamos expuestos a errar, pero Jesús en su amor ya nos dió el perdón.. y a tan bajo precio.. nuestro alma y Dios es lo mas importante, sí. Se debe luchar por mantenerse a pesar de tantas cosas en contra, he encontrado un texto.."Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias. Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.." (Colosenses 2:6-8)Yo, Sergio, opino: Bienaventurado el que en sus momentos postreros de la muerte, la gracia hace que se tope con un sacerdote y este le pueda asistir u orar por el. Sinceramente José Antonio, últimamante yo andaba pensando.. si por ejemplo en mi trabajo o en otro lugar me encuentro a una persona que ha sufrido un accidente y está muriendo o ha muerto recientemente, me gustaría ponerme de rodillas a rezar a Dios por su alma.. sufriría las críticas de muchos por esto.. no sé si tendría fuerzas para hacerlo.. (lo reconozco cobardemente)por otro lado no me avergüenzo de los evangelios, los que me conocen ya lo saben, pero sí que en ese preciso momento oraría con toda mi fe por ese alma, eso sí, sin dudar.. y sabiendo como siempre que nuestras oraciones son escuchadas. En el amor, Dios lo escucha todo. Vuestro trabajo es mucho.. en lo espiritual y no siempre reconocido, pero tan grande.. alguna vez he acompañado a un sacerdote de hospital en sus visitas a habitaciones de enfermos, y el amor y gratitud al sacerdote por estos enfermos a los que les trae la comunión es tan grande.. mira les tenía sana envidia.. yo también sentía ese agradecimiento, quizás pensaban que yo era un sacerdote de paisano, jeje, este tipo de recompensas, recibidas por ellos son tan grandes.. Había dicho Jesús, el mismo que se había entregado especialmente a los más pobres: a mis discípulos se les reconocerá porque se aman unos a otros. Quizás algún día, pueda ser yo como esa mujer católica comprometida que ayuda en esta tarea al sacerdote de este hospital.. Dios dirá..
Carlos responde
Me parece éste un tema delicadísimo. No es fácil reconocerse pecador y no es fácil hallar sacerdotes entregados al ministerio del perdón. Contaré una anécdota: Charles de Foucauld (no sé si ya beatificado y canonizado) se puso en el camino de la SANTIDAD gracias a este Sacramento. Despistado, desorientado y víctima del error por diferentes circunstancias, sin embargo un día, tocado por la gracia, se dirigió al confesonario y le dijo al sacerdote: "Padre, instrúyame en la Fe". El Señor quiso que ese sacerdote supiera qué debía hacer en aquella situación y, en vez de decirle por ejemplo: "venga un día todas las semanas para que le enseñe el Catecismo", le respondió: ¡confiésese!. Charles de Foucauld volvió a la Fe y llegó a ser SANTO por la HUMILDAD. San Luis María Grignion de Montfort, sabiendo que se hallaba a un paso de su tránsito a la eternidad, exclamó: "¡Por fin dejaré de pecar!"
Sergio responde
Carlos muchas gracias por tu aportación, sí en la humildad radica todo.. ya se dice en las escrituras: dispersaré a los soberbios acogeré a los humildes o algo así, a los ricos despide vacíos y a los pobres llena de bienes, al (soberbio) todo lo perderá hasta lo que crea tener se le quitará mas al necesitado se le colmará de bienes y multiplicado.. me he acordado de estas referencias, en la soberbia cuanto mas mas difícil reconocerse pecador cuanto mas humilde se es mas se ve uno pecador, pero no hay que caer creo yo tampoco en exceso de escrúpulos, es delicado sí pero sin obsesionarse y preguntandose a uno mismo si sigue los mandamientos ya es un autoexamen para saber en principio si peca.. En definitivas cuentas las obras materiales y espirituales al prójimo a quién se ha de amar como a uno mismo y a Dios sobre todas las cosas con todo el alma, con todo el corazón, y con todas las fuerzas.. eso es la fe Cristiana básicamente. Cuando una persona acude a la confesión, cuando mas humilde vaya mas comprenderá el sacerdote por medio de la gracia de Jesús que está presente, lo que necesita su alma para sanar, y recibir el perdón.. "cuando dos o mas de vosotros os encontrais reunidos en mi nombre yo estoy en medio de vosotros".. decía Jesús. Y cada sacerdote está facultado para recibir a cualquiera de nosostros en confesión, es una facultad inherente a su trabajo como operarios del Señor.Hace no mucho una persona en este foro escribió algo así; lo que pasa es que hoy día ni se lee la bíblia, ni el catecismo, ni se sigue lo católico -o algo así- y por eso muchos problemas que hay hoy día. Yo pensé pues tiene TODA la razón, algo tan sencillo y tan básico pero con toda su grandeza..