28 may 2019

7 may 2019

Video curso de exorcistas 2019

Curso de exorcistas 2019

Curas exorcistas de todo el mundo se reúnen en Roma para ponerse al día sobre el diablo.



Los demonios en los medios de comunicación, los requisitos para ser un buen auxiliar de exorcistas o la diagnosis para saber si alguien ha recibido la visita del maligno. Estas son algunas de las lecciones de un curso único en el mundo que se está celebrando esta semana en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, la universidad de los Legionarios de Cristo en Roma.
Un total de 241 personas –curas (y algunos laicos) de 42 naciones diferentes– han viajado hasta la capital italiana para aprender sobre el exorcismo y ponerse al día sobre un rito sacramental que cada vez despierta más pasiones, según la organización.

España es el segundo país con más sacerdotes que realizan exorcismos, después de Italia


“El interés en el diablo crece cada año. En un mundo secularizado que se aleja de Dios, cada vez hay más espacio para el demonio”, dijo ayer el sacerdote manchego Pedro Barrajón, profesor de teología. Los organizadores creen que Internet es un buen instrumento para Belcebú si se utiliza de manera incorrecta. Ven que las redes sociales pueden favorecer las prácticas satánicas, ritos ocultistas y portales dedicados a este ámbito que antes eran más difíciles de difundir. “Sí, estamos viendo un aumento de los exorcismos”, confirmó Barrajón a la prensa.
Aunque la mayoría de la jerarquía eclesiástica desconfía de estas prácticas, el seminario, titulado “Curso de ­exorcismo y plegaria de la liberación”, se celebra en una institución académica auspiciada por la Santa Sede. El Vaticano reconoció de manera oficial en el 2014 a la Asociación Internacional de ­Exorcistas, la cual se estima que está compuesta por unos 400 miembros. No hay datos oficiales, pero Barrajón dice que después de Italia, España es el país con más curas exorcistas de todo el mundo.

Los exorcistas católicos han encontrado un aliado en el mismo papa Francisco, que habla recurrentemente del demonio en público y hace poco avisó que “no es sólo un cuento de ancianas”. “Existe, sí, es verdad, y es nuestro mayor enemigo –remarcó–.Es el que trata de hacernos resbalar en la vida. Es el que pone malos deseos en nuestros corazones, malos pensamientos y nos lleva a hacer cosas malas, las muchas cosas malas que hay en la vida, para terminar en guerras”. Como en las películas de terror, los exorcistas cuentan que una persona poseída por el demonio puede llegar a escupir objetos durante este rito, como “barras de hierro”, que después los curas destruyen para evitar que se propague el mal. Según Barrajón, hay tres situaciones que indican que alguien necesita una intervención divina: tener aversión a los objetos, personas o lugares sagrados, hablar o entender lenguas desconocidas como el latín o el griego, o experimentar una fuerza sobrenatural.
El llamado exorcismo solemne consiste en una fórmula litúrgica que sólo pueden llevar a cabo presbíteros autorizados por el obispo de su diócesis. Después de varias plegarias, el cura acaba ordenando a Belcebú que se marche con las palabras “yo te ordeno en nombre de Jesucristo que salgas de esta persona”. Pero el demonio no siempre acepta irse por las buenas. De normal son necesarias unas dos o tres sesiones, aunque en algunos casos especialmente complicados pueden alargarse años.
Uno de los asistentes al curso –que cuesta 400 euros– era el catalán Josep Serra Colomer, canónigo de la catedral de Barcelona y director de la residencia sacerdotal Sant Josep Oriol. Serra Colomer cuenta a este diario que en tres años él ha atendido a unas 300 personas, a muchas varias veces. “Sus situaciones eran a menudo muy complejas y variadas. La Iglesia recomienda que antes de realizar un exorcismo se pida el asesoramiento de psicó­logos y otros expertos”, puntualiza. Ha venido al curso porque considera que le ayuda a profundizar sobre la “presencia del pecado, del mal y del maligno en las personas de nuestro mundo y de la liberación que Dios nos quiere comunicar”.
La edición de este año, la decimocuarta desde que se creó el curso, tiene una gran novedad. Por primera vez, un católico, un ortodoxo, un anglicano, un pentecostal y un obispo luterano se reunirán para compartir sus experiencias con el diablo en una mesa redonda que tendrá lugar el sábado.

2 may 2019

Los falsos exorcismos

Efesios 6,12

6.12 Porque nuestra lucha no es contra enemigos de carne y sangre, sino contra los Principados y Potestades, contra los Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en el espacio.

A veces, lamentablemente, llegan noticias de que alguien ha realizado "un exorcismo" y ha matado a la persona supuestamente posesa.

El combate espiritual contra el demonio, no es físico, es espiritual, aunque eso si, a veces el demonio ataque a la persona de forma física, por tanto, las armas han de ser siempre espirituales, el único apoyo físico, ensalzando a Dios, seria, el uso de sacramentales, objetos bendecidos de suave contacto y las reliquias de santos y santas. 

El caso que voy a exponer sucedido ayer, fué ejecutado por un joven, llevado por la obsesión o la esquizofrenia, primero mató a su hermana y después trató de matar a su madre, quién pudo huir y avisar a la policia.

Este tipo de casos se ha dado, lamentablemente en personas de ritos esotericos, buscando "el exorcismo" y con fatales consecuencias. Este tipo de hechos sucede en cualquier parte del mundo.



Un joven marroquí torturó hasta la muerte a su hermana de cinco años en una sesión de «exorcismo» para expulsar los demonios que supuestamente la habitaban, antes de atacar a su propia madre, que pudo escapar y denunciar los hechos ante la Gendarmería.
El diario Al Massae relata hoy que el suceso se produjo en la región de Kenitra, una zona agrícola al norte de Rabat, y el procurador (fiscal) ya ha ordenado una investigación para aclarar lo sucedido.
El joven de 20 años estaba convencido de que su hermana de 5 años estaba endemoniada, y quiso tratar el problema primero con una sesión de «roqiya», un controvertido tratamiento que consiste en la lectura del Corán según un determinado ritual para expulsar a los duendes que supuestamente tienen hechizada a una persona.
Al ver que la «roqiya» no daba resultado, el joven utilizó un arma blanca contra esos supuestos demonios en el cuerpo de su hermana, hasta causarle la muerte. Acto seguido, y convencido de que los demonios se habían alojado en el cuerpo de su madre, trató de degollar a esta última.
Sin embargo, la madre pudo escapar y denunciar los hechos.