30 may 2015

Charlie, charlie

¿“Charlie Charlie” es un juego inofensivo? Famoso exorcista advierte peligros

 

En los últimos días, se viralizó en las redes sociales un “juego de invocación de espíritus” denominado “Charlie Charlie” que para algunos sería una versión simplificada de la Ouija.

Millones de jóvenes en todo el mundo aseguran haberlo practicado y hay una ola de preocupación por el presunto riesgo de posesión demoniaca al que se expondrían quienes lo realizan.
El juego de moda -según quienes lo han difundido en videos compartidos a las redes sociales- consiste en un par de lápices o bolígrafos, un papel y la invocación a un espíritu llamado “Charlie” que responde con “sí” o “no” a las preguntas que se le plantean.

 Consultado el famoso exorcista español José Antonio Fortea advirtió que el llamado #CharlieCharlieChallenge sí “supone una invocación de espíritus”, y explicó que “algunos espíritus, a raíz de esa práctica, acosarán a algunos que la hagan”.

Aunque considera que por jugar quienes lo practiquen “no quedarán posesos” necesariamente, el espíritu invocado “se quedará alrededor por un tiempo”.

Además, advirtió, que la práctica de este supuesto juego “hará que otros se comiencen a introducir en una comunicación ya más frecuente. Y entonces sí que la persona puede sufrir consecuencias mucho peores por parte de los demonios”.

27 may 2015

Laicos, en exorcismos

“En los exorcismos, los laicos tienen un papel indispensable”
Entrevista al exorcista Tiziano Repetto, SJ

ROMA, viernes, 24 octubre 2008 (ZENIT.org).- Los laicos “bien dispuestos y movidos por una verdadera devoción y piedad y no por curiosidad morbosa” pueden participar y orar junto al exorcista, y este es un signo tangible de que toda la Iglesia reza por nuestros hermanos 'demonopáticos'.


Lo afirma el padre jesuíta Tiziano Repetto, que vive y trabaja en Roma. Tiene 53 años (actualmente)  y, desde hace cuatro, se ocupa de exorcismo.


El sacerdote recibe cada día llamadas de personas que consideran sentirse enfermas a causa del demonio. Y en la mayor parte de los casos son laicos y mujeres.

El padre Repetto aconseja no olvidar que, para ayudar a los exorcistas, se puede rezar al final de la misa la oración de San Miguel.


--¿Sugeriría que los laicos tengan una participación en los exorcismos como asistentes del sacerdote?


--P. Repetto: Digamos que ya ahora los laicos tienen un papel indispensable Y digo esto por experiencia, porque a menudo cuando se celebra un exorcismo, el 'demonopático' desarrolla una fuerza no común, por tanto hacen falta personas robustas que sepan tener quietas a estas personas, con el fin de no atentar a la incolumidad del exorcista y de quienes le rodean.

Yo empecé justo así, colaborando con los exorcistas (y recibiendo también muchos golpes...). Si se trata de mujeres afectadas es mejor que las sujeten mujeres si es posible.


Además, como el exorcismo es un rito público, pero sujeto a la privacidad, porque no todos quieren ser vistos mientras blasfeman, vomitan, eruptan, etc, los laicos bien dispuestos y movidos por una verdadera devoción y piedad, y no por una curiosidad morbosa, pueden participar y orar junto al exorcista, y este es un signo tangible de que toda la Iglesia reza por nuestros hermanos 'demonopáticos”.


El Espíritu Santo inhabita en todos, y todos deben hacerse cargo de los hermanos y hermanas que sufren.


--“Y, por tanto te exorcizo a tí inmundísimo espíritu...”. ¿Esta fórmula podría ser dicha por un laico durante un exorcismo?


--P. Repetto: Como ya he dicho otras veces, ningún laico puede pensar usar las fórmulas del ritual del exorcismo Mayor, que está reservado a los sacerdotes con el mandato del obispo del lugar.


Pero, cuando se celebra un exorcismo, con un exorcista autorizado, los laicos pueden privadamente repetir las fórmulas del exorcismo mismo, un poco como puede suceder en la santa misa: la fórmula de la consagración es pronunciada sólo por el presidente y los concelebrantes, pero si un fiel repite privadamente la fórmula de la consagración “Este es mi cuerpo...”, ciertamente participa incluso físicamente en el misterio del Cuerpo y Sangre de Nuestro Señor.


También aquí, repetir la fórmula confiere a la celebración la idea de la Iglesia toda que pide por nuestros hermanos que sufren, aunque en la práctica sólo el exorcista celebra el exorcismo.

Del mismo modo, y todavía más, los sacerdotes que no tienen una mandato para exorcizar, pero asisten a exorcismos, pueden pronunciar las fórmulas que el mismo exorcista dice, mientras que otros no podrían hacerlo. Hay, de todos modos, en la historia de la Iglesia, excepciones: por ejemplo santa Catalina de Siena tenía el poder de liberar de los demonios, que le fue concedido por el Señor. Hoy se dice que la señora Natuzza Evolo di Paravati tiene este carisma, reconocido en modo oficioso por la Iglesia.


--¿Su propuesta ha tenido alguna respuesta de las autoridades en la materia?


--P. Repetto: Digamos que es una praxis ya bastante corriente en el ambiente. Hay praxis consuetudinarias que no precisan reglamentación, al menos mientras no se cometan abusos. Esto lo he visto hacer ya a un conocido exorcista de Roma. Pero el interrogatorio al demonio "Praecipio tibi, quicumque es..." sólo lo hace el exorcista.


Hay que tener cuidado, especialmente en los grupos de oración de liberación y curación, porque a veces sucede que se cometen abusos porque alguien, laico, llevado por el celo llega a realizar gestos y fórmulas propias de los sacerdotes, mientras que es mejor que cada uno haga su propia tarea..

24 may 2015

Oración confiada



Del mismo modo, que las oraciones expresas tienen mucha fuerza dichas con fe, al buen uso, como los sacramentales,  que se sustentan por el testimonio de una buena vida cristiana y la fe, bien es cierto que no hace falta tanta "burocracia" no quiero desmerecer esto, no quiero desmerecer nada.

Es Dios quién actúa en última instáncia, y valora mas el amor, la necesidad, las circunstáncias según la perfecta justícia de Dios.

Y sus valoraciones, que siempre en sus tiempos y formas van a ser siempre lo mas perfecto, justo y necesario.

Sé del caso de un laico que oraba a distáncia por una persona posesa, y Dios realizó sanación en esa persona, y el sacerdote exorcista que llevaba aquella persona posesa le llamó por teléfono para preguntarle extrañado que tipo de oraciones había ralizado que habían hecho un tan gran efecto en la persona posesa, y el laico, le respondió; oraciones simples, padrenuestros y avemarias.

¿Que sucedió?

Yo diría que no es lo mismo para Dios orar de forma "burocrática" a renglón seguido, que hacerlo con amor, concentración y sabiendo y viviendo a cada momento, que se le pide a Dios CERCANO con Fe.

Inluso A veces es mas agradable y fuerte para Dios unas bellas jaculatorias llenas de amor y fe en las peticiones que las mismas oraciones, pues los actos puros de amor conmueven a Dios.

¿Que siente Dios cuando una madre pide por su hija afectada?  tanto amor puesto en la petición, tanta necesidad, tanto dolor, tanta petición real.. Dios siente, amor, fe, necesidad.. Dios se conmueve y enternece,  y esto se puede entender en tantas otras muchas situaciones.

Dios es amor,

Oremos, pidamos confiadamente.

Oremos como estemos mas cómodos y confiados, pero oremos bien, Dios está Aquí.

21 may 2015

Varias oraciones

Aunque, considero que la mejor oración expresa de liberación, ya la expuse hace tiempo en un post, al final de este post puede acceder, he querido dar a conocer estas varias oraciones, de protección, sellamiento, renúncia y liberación.

Nota: Las oraciones dichas por un consagrado pueden ser dichas en primera persona, yo ato... pero para un laico, debería decir; le pido a Jesús que ate... a menos que el laico, en virtud de su bautismo, fe y sacramentos, pida un mandatum; para sí mismo la liberación, pero cuando sea oración de intercesión para otras personas, debería ser así.

Oración a San Miguel Arcángel

(compuesta por Su Santidad León XIII, como exorcismo para la protección de la Iglesia)

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra la perversidad y las asechanzas del demonio. Reprímale Dios, te pedimos suplicantes. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el Divino Poder a satanás y a todos los espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas.
Amén

Oración exorcista de San Benito


La Santa Cruz sea mi Luz
no sea el demonio mi guía
retírate satanás
no me aconsejes cosas vanas
son malas las cosas que brindas
bebe tú ese veneno.

Escudo de San Patricio (oración exorcista)

Me envuelvo hoy día y ato a mi una fuerza poderosa, la invocación de la Trinidad, la fe en las Tres Personas, la confesión en la unidad de Creador del Universo.

Me envuelvo hoy día y ato a mi la fuerza del Cristo con su Bautismo, la fuerza de su crucifixión y entierro, la fuerza de su resurrección y ascensión, la fuerza de su regreso para el Juicio de Eternidad.

Me envuelvo hoy día y ato a mi la fuerza del amor de los querubines, la obediencia de los ángeles, el servicio de los arcángeles, la esperanza de la resurrección para el premio, las oraciones de los patriarcas, las profecías de los profetas, las predicaciones de los apóstoles,
la fe de los mártires, la inocencia de las santas vírgenes y las buenas obras de los confesores.

Me envuelvo hoy día y ato a mi el poder del Cielo, la luz del sol, el brillo de la luna, el resplandor del fuego, la velocidad del rayo, la rapidez del viento, la profundidad del mar, la firmeza de la tierra, la solidez de la roca.

Me envuelvo hoy día y ato a mi la fuerza de DIOS para orientarme, el poder de DIOS para sostenerme, la sabiduría de DIOS para guiarme, el ojo de DIOS para prevenirme, el oído de DIOS para escucharme, la palabra de DIOS para apoyarme, la mano de DIOS para defenderme, el camino de DIOS para recibir mis pasos, el escudo de DIOS para protegerme, los ejércitos de DIOS para darme seguridad
contra las trampas de los demonios
contra las tentaciones de los vicios
contra las inclinaciones de la naturaleza
contra todos aquellos que desean el mal de lejos y de cerca, estando yo solo o en la multitud.

Convoco hoy día a todas esas fuerzas poderosas, que están entre mi y esos males,
contra las encantaciones de los falsos profetas,
contra las leyes negras del paganismo,
contra las leyes falsas de los herejes,
contra la astucia de la idolatría,
contra los conjuros de brujas, brujos y magos
contra la curiosidad que daña el cuerpo y el alma del hombre.

Invoco a Cristo que me proteja hoy día del veneno, el incendio, el ahogo, las heridas, para que pueda alcanzar yo abundancia de premio.

Cristo conmigo, Cristo delante de mi, Cristo detrás de mi, Cristo en mi, Cristo bajo mi, Cristo sobre mi, Cristo a mi derecha, Cristo a mi izquierda, Cristo alrededor de mi. Cristo en la anchura, Cristo en la longitud, Cristo en la altura, Cristo en la profundidad de mi corazón. Cristo en el corazón y la mente de todos los hombres que piensan en mi, Cristo en la boca de todos los que hablan de mi, Cristo en todo ojo que me ve, Cristo en todo oído que me escucha.

Me envuelvo hoy día en una fuerza poderosa, la invocación de la Trinidad, la fe en las Tres Personas, la confesión de la unidad del Creador del Universo.

Del Señor es la salvación, del Señor es la salvación, De Cristo es la salvación.
Tu salvación Señor esté siempre con nosotros.
Amén
Oración por los enfermos

Omnipotente y sempiterno Dios, Salud de los que en Ti creen y esperan, escucha las oraciones que te hacemos por nuestros enfermos, y, por intersección de la Santísima Virgen de la Medalla Milagrosa, concede vida abundante a sus almas y devuélveles, según tu beneplácito, la salud del cuerpo. Te lo pedimos por Cristo Nuestro Señor. Amén.
Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida.
Oración de abandono o entrega

Padre celestial en tus manos, me pongo haz de mí lo que tú quieras.
Y por todo lo que hagas por mi yo te doy las gracias.
Estoy dispuesto a todo y lo acepto todo con tal que tu voluntad se cumpla en mi y en todas tus criaturas. No deseo nada más , Dios mío.

Pongo mi alma entre tus manos.
Te la doy, con todo el amor de mi corazón porque es una necesidad de amor el darme, el entregarme entre tus manos, sin medida, con confianza infinita, porque tú eres mi padre.
Amén

Coloco ahora la sangre de Jesús entre todo mal y yo _______
Coloco ahora la sangre de Jesús entre todo mal y mi familia ____
Y declaro que somos victoriosos contra el demonio y sus obras por el poder de la sangre de jesus. Amen aleluya gloria y honor a ti Jesús. Amén
Sellamiento con la sangre de Cristo

Padre celestial, en union con el espiritu santo pido que el poder de la sangre preciosa de jesús me cubra, selle, guarde, proteja, sane, libere, guarde, y me de vida en abundancia en todo mi ser, en mi familia, mi historia, mis bienes, las personas que dispones a mi lado, tu voluntad sobre mi vida, mi trabajo, mi estudio y mi vida social, los lugares en que vivo y visto y la creacion entera. Tu sangre preciosa me libre de las tentaciones y de todo mal. Ahora y en la hora de mi muerte.

Amen
Oración de protección






Yo (dí tu nombre com
¡Gloria y alabanza a ti, Señor. ¡
pleto) con la Sangre preciosa de Jesús, protejo y sello todo mi ser, interior y exteriormente, deposito en el Corazón Inmaculado de la Virgen María, todo mi haber y poseer; para que ni en el presente, ni en ningún momento futuro, lleguen a ellos daños por venganzas de lo oculto.

En el nombre de Jesús, queda prohibida toda acción e interacción, toda comunicación e intercomunicación espiritual. Invoco la presencia de los ángeles, arcángeles (Miguel, Gabriel y Rafael), principados, virtudes, potestades, dominaciones, querubines, serafines y tronos de Dios; para que sean ellos quienes lleven a cabo esta batalla contra el mal. Pido la ayuda de la comunión de los santos.
Amén, amén, amén.

Oración de perdón

En el nombre de Jesucristo, yo (dí tu nombre completo) perdono a: (dí el nombre de la persona a la que vas a perdonar).
Te perdono por toda ofensa, humillación, envidia, maldición y rechazo.
Te perdono por los pleitos, insultos, abandonos, golpes y rencores. Te perdono por tu alcoholismo, por las infidelidades y mentiras.
Te perdono por no cumplir lo prometido, por tus chismes y calumnias.
Te perdono por toda falta de amor, consideración y caridad.

(Respira profundamente y menciona todo lo que tengas que sentir de la persona que estás perdonando).
En el Nombre de Jesús: yo te perdono, en el Corazón de Jesús: yo te perdono, en la Misericordia de Jesús: yo te perdono, te bendigo y desato todo lazo de rencor entre tú y yo.

Delante de Dios te declaro inocente y libre, ya no me debes nada, le pido a Jesús que te ame profundamente, te llene de paz y se manifieste en ti con abundancia de bienes espirituales y materiales.
Amén, amén, amén.

Oración por los antepasados

Padre Dios, en nombre de Jesús, te pido que por los méritos y virtudes de Sus Santas Llagas, sean lavados por Su Sangre todos los efectos, causas, consecuencias y atributos de las faltas de mis antepasados que no fueron reparadas y que todavía pesan sobre mi en forma de debilidades o tendencias hacia esos mismos errores y pecados. Te pido perdón en su nombre por haberse burlado o renegado de los sacramentos de la Santa Iglesia, siendo bautizados, o por insultos y negaciones hechos a Tu Santa Trinidad, te pido perdón por toda infidelidad y desconfianza hacia ti. Pido perdón en su nombre por los daños que mis antepasados causaron a la familia, al matrimonio, a la sociedad, a Tu creación.
En nombre de Jesús, te ruego que Tu amor repare las injusticias que cometieron en contra de todas las personas, instituciones, pueblos o naciones y en sus descendientes.
Que por intercesión de la Inmaculada Concepción de María nos concedas la sanación a partir del instante de nuestra concepción, la de mis antepasados y la de mi descendencia.
Que Tu Espíritu Santo me inspire todos los días de mi vida para hacer obras de caridad y servicio.
Pido que Tu Misericordia alcance a los que ya han muerto, para que descansen en paz junto a ti y para los que aún vivan, tu Espíritu Santo los convenza de sus errores dándoles la gracia del arrepentimiento.
Amén, amén, amén.

Oración de renuncia y liberación



En tu nombre Jesucristo, yo (dí tu nombre completo) de manera personal y a nombre de mis antepasados.
Renuncio a satanás, a todas sus fascinaciones, seducciones y mentiras.
Renuncio a toda práctica de brujería, magia blanca, negra, de cualquier color, santería, hechicería o vudú.
Renuncio a toda limpia con huevo, yerbas, bálsamos, vino, sangre o fuego.
Renuncio a todo pacto, reto, sello, alianza o consagración al demonio; a conjuros, perjuros, maleficios e invocaciones diabólicas.
Renuncio a toda maldición, mal deseo, envidia, odio, rencor, resentimiento, codicia, avaricia, soborno, robo, fraude, despojo o enriquecimiento ilícito.
Renuncio a todo acto de orgullo, soberbia, prepotencia, vanidad y egolatría.
Renuncio a todo rito de iniciación chamánica, espiritista, espiritualista, masonería, filosofía rosacruz, dianética y a toda secta o sociedad secreta.
Renuncio a todo conocimiento de la nueva era, creencia en la re-encarnación, esoterismo, metafísica, meditación trascendental, yoga, a todo acto de curanderismo, a las operaciones espirituales, hipnotismo con regresiones, baños con flores, especies, yerbas, sangre de animales o humana o con otras substancias con fines mágicos.

Renuncio a toda lujuria, aborto, adulterio, homosexualidad, bisexualidad, incesto, violación, pornografía, bestialismo, promiscuidad y prostitución. A todo lo que yo u otras personas hayan hecho ilícitamente para controlar, nulificar o desbordar mi sexualidad.

En el nombre de Jesucristo, renuncio al culto y veneración a la llamada “santa muerte” o al vampirismo, a todo encantamiento, invocación y evocación de muertos, a espíritus custodios, guardianes, cósmicos, protectores, espías, vigilantes, a seres espirituales nombrados “maestros de sabiduría”, o a cualquier otro ser maléfico en forma oculta o manifiesta.

Renuncio a todo acto o juego de mediumnidad, a la ouija, al control mental, al manejo del péndulo, a instrumentos para encontrar “tesoros ocultos” o dinero enterrado.
Renuncio también a toda clase de adivinación, sortilegio, lectura de cartas, café y caracoles, a toda forma de astrología, horóscopos o cartas astrales.

Renuncio a los amuletos y talismanes, a las herraduras, pirámides, cuarzos, imanes, agujas, sábilas o ajos con moños rojos, imágenes de santos mezcladas con tierra de panteón, velas y veladoras de colores “curadas”, fetiches y representaciones de mi persona de cualquier material y forma que se encuentren enterrados o sean manipulados por mí mismo u otras personas.
Renuncio a toda forma equivocada de “medicina alternativa” que bajo engaños haya ritualizado mi ser al demonio.

En el nombre de Jesús, renuncio a toda comida o bebida mezclada con brujería que haya yo ingerido, y a todo lo que haya sido tirado, rociado o untado en mi cuerpo, ropa, zapatos, casa, trabajo, negocio o cualquier pertenencia u objeto que esté cercano a mí, que haya sido maldecido o consagrado al mal.

En el nombre de Jesucristo denuncio, renuncio y echo fuera de mí a todo espíritu de traición, destrucción, muerte, esclavitud, ausencia de Dios, miseria, mendicidad, soltería, infelicidad matrimonial, viudez, orfandad, amargura, envejecimiento o muerte prematura, persecución, problemas con las leyes o la justicia humana, esterilidad, humillación, rechazo, insomnio, deseos de suicidio, aislamiento, locura, soledad, neurosis, depresión, obsesión, miedo, angustia, debilidad, enfermedades crónicas, invalidez, ceguera, sordera, mudez, falta de olfato, imposibilidad de saborear la comida, insensibilidad, celos, inconformidad, incapacidad para vivir, conseguir o conservar un trabajo, una pareja, un matrimonio o una familia.

En el nombre de Jesús denuncio, renuncio y echo fuera de mí todo espíritu de alcoholismo o de cualquier otra adicción, de mal carácter, de falta de memoria, de falta de control y dominio de mi ser, irrealidad, inconsciencia, envidia, abandono, gula, suciedad, desorden, malos olores crónicos en mi cuerpo, ropa o casa, de falta de fe, esperanza y caridad, de falta de interés en la vida, de desprecio a la eucaristía y de aborrecimiento o flojera para tener vida de oración. Corto, destruyo y nulifico los medios a través de los cuales fueron hechos los daños antes mencionados, si fueron veladoras, fotos, ropa, tijeras, agujas, fetiches, entierros, lo que haya sido.

Renuncio a lo que en forma consciente o inconsciente haya yo hecho o haya sido hecho por otra persona en mi nombre para obtener poderes, dinero, éxito, buena suerte o pretender saber el futuro, o bien para conseguir el amor y la salud propios o ajenos, o tener dominio y control sobre personas, objetos, animales, lugares, espíritus y fuerzas de la naturaleza.
Nulifico los efectos de cualquier práctica contraria al compromiso adquirido a través de mi bautismo, de fidelidad y reconocimiento a Jesucristo como mi único Salvador, a los Sacramentos, a la Virgen María y a la iglesia católica.
A lo que impida el ejercicio de mi sentido común, capacidad de juicio, entendimiento y voluntad.

Echo fuera de mí todo aquello con lo que haya intentado sustituir el amor y la confianza de Jesús. Renuncio al rechazo de mis padres desde el instante de mi concepción y durante mi vida en el seno materno. Renuncio al mal que me causaron por intentar abortarme: con yerbas, sustancias químicas o con objetos punzo cortantes. Renuncio a todo el rencor que tengo si fui dado en adopción o abandonado sin haber conocido a mis padres biológicos o a maldiciones recibidas durante mi gestación.

Nulifico por las llagas de Jesús todo mandato de fracaso, muerte en vida y suicidio que hay en mí por estas causas, la incapacidad para aceptar el amor de Dios, para aceptarme a mí mismo o a las personas, para estudiar, trabajar y ser feliz.

Renuncio a todo lo que sea contrario a la salud, el respeto y la dignidad que como templo del Espíritu Santo, necesita todo mi ser y que esté impidiendo relacionarme con Dios, conmigo mismo (a), con mi entorno en una forma sana, tener una familia unida y un trabajo digno y bien remunerado.

Porque Jesucristo se manifestó para deshacer las obras del diablo: habiendo denunciado, renunciado y echado fuera de mí todos los espíritus del mal, los envío atados y amordazados a los pies de la Santa Cruz y les prohíbo regresar.

Habiendo nulificado todos los efectos, causas y consecuencias, tomo autoridad, en el nombre de Jesús, para que caigan todos los bloqueos, tinieblas y barrer, las que satanás construyó a mi alrededor y le ordenó a todo ser demoníaco que despojó a mi familia o a mí mismo (a), que nos devuelva, lo que nos quitó.

Padre Santo, te lo ruego, sana toda mi vida, toda mi historia personal, perdóname, ayúdame, libérame, bendíceme.

Padre Dios, acepto que Tú seas mi Padre, Jesucristo mi Hermano, la Virgen María mi Madre, porque hoy, yo (dí tu nombre completo) les pertenezco para siempre.

A través de Tu Santo Espíritu, guíame para la reparación de todas las faltas que cometí y enséñame a amar Tu Voluntad. Gracias Padre.

Amén, amén, amén

Oración para sellar la sanación

Con el dedo pulgar de la mano derecha haz el signo de la Cruz en tu frente y repite con nosotros:
Con la Sangre Preciosa de Jesús, sello esta sanación que Tú Padre Dios acabas de hacer en mí, para que no vuelvan más estos males y espíritus a mi vida, ni en número de uno, ni en ningún otro número, ni de la misma naturaleza, ni de naturaleza parecida.

Te ruego Padre Dios que el Espíritu Santo ocupe todo mi ser y restaure las virtudes que estos males han destruido en mí.

Desato en mi todos los dones y frutos de Tu Santo Espíritu.

Envíame tus ángeles administradores de paz, unidad, salud y prosperidad.

Espíritu Santo de Dios recibe la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, dígnate ser en adelante mi Director, mi Luz, mi Guía, mi Fuerza y todo el amor de mi corazón.

Amén, amén, amén.
Oración de bendición


Para saber mas;

Clique en los siguientes enlaces:  ¿Que es un mandatum?


                                                      Oración de liberación para laicos.
Nuestro Señor Jesucristo que nos amó con un amor tan desmedidamente grande y que fue puesto sobre la Cruz de madera y condenado a la muerte más amarga: lave y bendiga tu alma con Su Sangre preciosa, en recuerdo del sufrimiento con el que pagó por ti, a fin de que tu amor arda para él. Que ese poderoso fuego de amor consuma todos tus pecados y te conceda reposar sobre Su Bendito Brazo, donde todos los santos reposan. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén, amén, amén.

Plegarias de liberación
Oraciones contra el maleficio

Kyrie elèison. (3)
Dios nuestro Señor, oh Soberano de los siglos, omnipotente y todopoderoso, Tú que lo has hecho todo y que lo transformas todo con Tu sola Voluntad; Tú que en Babilonia transformaste en rocío la llama del horno siete veces más ardiente y que protegiste y salvaste a tus tres niños santos.
Tú que eres Doctor y Médico de nuestras almas; Tú que eres la Salvación de aquellos que se dirigen a Ti, te pedimos y te invocamos, haz vana, expulsa y pon en fuga toda potencia diabólica, toda presencia y maquinación satánica, toda influencia maligna y todo maleficio o mal de ojo de personas maléficas y malvadas realizados sobre tu siervo ….. haz que, en cambio, de la envidia y el maleficio obtenga abundancia de bienes, fuerza éxito y caridad.
Tú, Señor, que amas a todos los hombres, extiende Tus Manos poderosas y Tus Brazos altísimos y potentes y ven a socorrer y vista esta imagen tuya, mandando sobre ella al ángel de la paz, fuerte y protector del alma y del cuerpo, que mantendrá alejado y expulsará a cualquier fuerza malvada, todo envenenamiento y hechicería de personas corruptoras y envidiosas: de modo que debajo de Ti tu suplicante protegido te cante con gratitud:
“El Señor es mi Salvador y no tendré temor de lo que pueda hacerme el hombre. No tendré temor del mal porque Tú estás conmigo, Tú eres mi Dios, mi fuerza, mi poderoso Señor, Señor de la paz, Padre de los siglos futuros”.
Sí, Señor Dios nuestro, ten compasión de Tu imagen y salva a tu siervo…. de todo daño o amenaza procedente del maleficio, y protégelo poniéndolo por encima de todo mal; por la intercesión de la más Bendita, gloriosa Señora, la Madre de Dios y siempre Virgen María, de los resplandecientes arcángeles y de todos los Santos. Amén.

Oración contra todo mal

Adoración a JesúsEspíritu del Señor, Espíritu de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Santísima Trinidad, Virgen Inmaculada, ángeles, arcángeles y santos del paraíso, descended sobre mí.
Fúndeme, Señor, modélame, lléname de ti, utilízame.
Expulsa de mi todas las fuerzas del mal, aniquílalas, destrúyelas, para que yo pueda estar bien y hacer el bien.
Expulsa de mí los maleficios, las brujerías, la magia negra, las misas negras, los hechizos, las ataduras, las maldiciones y el mal de ojo; la infestación diabólica y la obsesión diabólica; todo lo que es mal, pecado, envidia, celos y perfidia; la enfermedad física, psíquica, moral, espiritual y diabólica.
Quema todos estos males en el infierno, para que nunca más me toquen a mí ni a ninguna otra criatura en el mundo.
Ordeno y mando con la fuerza de Dios omnipotente, en nombre de Jesucristo Salvador, por intermedio de la virgen Inmaculada, a todos los espíritus inmundos, a todas las presencias que me molestan, que me abandonen inmediatamente, que me abandonen definitivamente y que se vayan al infierno eterno, encadenados por san Miguel arcángel, por san Gabriel, por san Rafael, por nuestros ángeles custodios, aplastados bajo el talón de la Virgen Santísima Inmaculada.

Oración de sanación interior

Señor Jesús, Tú has venido a curar
los corazones heridos y atribulados,
te ruego que cures los traumas que provocan
turbaciones en mi corazón;
te ruego, en especial que cures
aquellos que son causa de pecado.
Te pido que entres en mi vida,
que me cures de los traumas psíquicos
que me han afectado en tierna edad
y de aquellas heridas que me los han provocado
a lo largo de toda la vida.
Señor Jesús, Tú conoces mis problemas,
los pongo todos en Tu corazón de Buen Pastor.
Te ruego, en virtud de aquella gran llaga
abierta en Tu Corazón,
que cures las pequeñas heridas que hay en el mío.
Cura las heridas de mis recuerdos,
a fin de que nada de cuanto me ha acaecido
me haga permanecer en el dolor, en la angustia,
en la preocupación.
Cura, Señor,
Todas esas heridas que, en mi vida,
han sido causa de raíces de pecado.
Quiero perdonar
a todas las personas que me han ofendido,
mira esas heridas interiores
que me hacen incapaz de perdonar.
Tú que has venido a curar los corazones afligidos,
cura mi corazón.
Cura, Señor Jesús, mis heridas íntimas
que son causa de enfermedades físicas.
Yo te ofrezco mi corazón,
acéptalo, Señor, purifícalo y dame
los sentimientos de Tu Corazón Divino.
Ayúdame a ser humilde y benigno.
Concédeme, Señor,
la curación del dolor que me oprime
por la muerte de las personas queridas.
Haz que pueda recuperar la paz y la alegría
por la certeza de que Tú eres la Resurrección y la Vida.
Hazme testigo autentico
de Tu Resurrección,
de Tu Victoria sobre el pecado y la muerte,
de Tu Presencia de Viviente entre nosotros.
Amén.

Plegaria de liberación

Orar a DiosOh, Señor, tú eres grande, tú eres Dios, tú eres Padre,
nosotros te rogamos, por la intercesión de Marí y con la ayuda de los arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel,
que nuestros hermanos y hermanas
sean liberados del maligno que los ha esclavizado.
Oh, santos, venid todos en nuestra ayuda.
De la angustia, la tristeza y las obsesiones,
nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
Del odio, la fornicación y la envidi
nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De los pensamientos de celos, de rabia y de muerte,
nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De todo pensamiento de suicidio y de aborto,
nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De toda forma de sexualidad mala,
nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De la división de la familia, de toda amistad mala,
nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De toda forma de maleficio, de hechizo,
de brujería y cualquier mal oculto,
nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
Oh, Señor, que dijiste “la paz os dejo, mi paz os doy”,
por la intercesión de la Virgen Maria
concédenos ser liberados de toda maldición
y gozar siempre de tu paz.
Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

Oración de la sangre de Cristo

Señor Jesús, en tu nombre y con
el Poder de tu Sangre Preciosa
sellamos toda persona, hechos o
acontecimientos a través de los cuales
el enemigo nos quiera hacer daño.
Con el Poder de la Sangre de Jesús
sellamos toda potestad destructora en
el aire, en la tierra, en el agua, en el fuego,
debajo de la tierra, en las fuerzas satánicas
de la naturaleza, en los abismos del infierno,
y en el mundo en el cual nos movemos hoy.
Con el Poder de la Sangre de Jesús
rompemos toda interferencia y acción del maligno.
Te pedimos Jesús que envíes a nuestros hogares
y lugares de trabajo a la Santísima Virgen
acompañada de San Miguel, San Gabriel,
San Rafael y toda su corte de Santos Ángeles.
Con el Poder de la Sangre de Jesús
sellamos nuestra casa, todos los que la habitan
(nombrar a cada una de ellas),
las personas que el Señor enviará a ella,
así como los alimentos y los bienes que
Él generosamente nos envía
para nuestro sustento.
Con el Poder de la Sangre de Jesús
sellamos tierra, puertas, ventanas,
objetos, paredes, pisos y el aire que respiramos,
y en fe colocamos un círculo de Su Sangre
alrededor de toda nuestra familia.
Con el Poder de la Sangre de Jesús
sellamos los lugares en donde vamos
a estar este día, y las personas, empresas
o instituciones con quienes vamos a tratar
(nombrar a cada una de ellas).
Con el Poder de la Sangre de Jesús
sellamos nuestro trabajo material y espiritual,
los negocios de toda nuestra familia,
y los vehículos, las carreteras, los aires,
las vías y cualquier medio de transporte
que habremos de utilizar.
Con Tu Sangre preciosa sellamos los actos,
las mentes y los corazones de todos los habitantes
y dirigentes de nuestra Patria a fin de que
Tu Paz y Tu Corazón al fin reinen en ella.
Te agradecemos Señor por Tu Sangre y
por Tu Vida, ya que gracias a Ellas
hemos sido salvados y somos preservados
de todo lo malo.

Oración por los enfermos (Padre Emiliano Tardif)

Jesús en el cieloJesús. Señor Jesús.
Creemos que estás vivo y resucitado. Creemos que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del Altar y en cada uno de nosotros.
Te alabamos y te adoramos. Te damos gracias Señor, por venir hasta nosotros
como pan vivo bajado del Cielo. Tú eres la plenitud de la vida.
Tú eres la resurrección y la vida.
Tú eres, Señor la salud de los enfermos.
Hoy te queremos presentar a todos los enfermos que están aquí, porque para
ti no hay distancia ni en el tiempo ni en el espacio.
Tú eres el eterno presente y tu lo conoces.
Ahora, Señor, te pedimos que tengas compasión de ellos. Visítalos a través
de tu Evangelio proclamado en la Santa Biblia, para que todos reconozcan
que tu estás vivo en tu Iglesia de hoy; y que se renueve su fe y su
confianza en ti. Te lo suplicamos Jesús.
Ten compasión de los que sufren en su cuerpo, de los que sufren en su
corazón y de los que sufren en su alma que están orando y viendo los
testimonios de lo que Tú estás haciendo por tu Espíritu Renovador en el
mundo entero. Ten compasión de ellos, Señor.
Desde ahora te pedimos. Bendícelos a todos y haz que muchos vuelvan a
encontrar la salud, que su fe crezca y se vayan abriendo a las maravillas
de tu amor, para que también ellos sean testigos de tu poder y de tu
compasión.
Te lo pedimos Jesús, por el poder de tus santas llagas, por tu santa cruz y
por tu preciosa sangre.
Sánalos Señor. Sánalos en su cuerpo, Sánalos en su corazón, Sánalos en su
Alma.
Dales vida y vida en abundancia. Te lo pedimos por intersección de María
Santísima, tu Madre, la Virgen de los Dolores, la que estaba presente, de
pie, cerca de la cruz.
La que fue la primera en contemplar tus santas llagas y que nos distes por
madre. Tú nos has revelado que ya has tomado sobre ti todas nuestras
dolencias y por tu santas llagas hemos sido curados.
Hoy, Señor, te presentamos en fe todos los enfermos que nos han pedido
oración y te pedimos que los alivies en su enfermedad y que les des la
salud.
Te pedimos por la gloria del Padre del Cielo, que sanes a los enfermos que
van a leer este libro.
Haz que crezcan en la fe, en la esperanza, y que reciban la salud para la
gloria de tu Nombre.
Para que tu Reino siga extendiéndose más y más en los corazones, a través
de los signos y prodigios de tu amor.
Todo esto te lo pedimos Jesús, porque tú eres Jesús. Tú eres el buen pastor
y todos somos ovejas de tu rebaño. Estamos tan seguros de tu amor, que aún
antes de conocer el resultado de nuestra oración, en fe te decimos Jesús
por lo que tu vas hacer en cada uno de ellos.
Gracias por los enfermos que tu estás sanando ahora, que tu estás visitando
con tu misericordia.
Que lo cubras de tu sangre divina, y que a través de este mensaje tu
corazón de buen pastor hable a los corazones de tantos enfermos que van a
leerlo.

18 may 2015

Sesiones de exorcismo



"Si a las tres horas no sale, hay que dejarlo para otro día". Se refiere a los demonios. El padre José Antonio Fortea habla del diablo y los demás demonios con familiaridad pasmosa. Siempre en serio, con la razón por delante, sobrado de experiencias. Los no creyentes tienen al principio la tentación de mofarse, y los creyentes no dan crédito. La razón y la fe, oyéndole, se comportan como los dos platillos de una balanza: a medida que una sube, baja la otra.
Hay testigos de cómo el padre Fortea discute con el diablo, incluso grabaciones en vídeo. Algunos lo cuentan con espanto, negándose a creer; otros, con la fe del carbonero. Quien acudió para encontrar el secreto del truco ha renunciado a buscar explicaciones. Ni cree, ni deja de creer. Sencillamente, no sale del asombro.

"Si a las tres horas de exorcismo el demonio no sale del cuerpo del poseído, hay que dejarlo para otro día"

En España, hoy día actúan varios exorcistas. los nombramientos han aumentado, al haber mas demanda.

Los obispos guardan en secreto los nombramientos. En cambio, el padre Fortea es público y notorio (en la web www.fortea.ws expone una galería de libros, fotografías y opiniones, con gran vistosidad). Y sabe dónde están los otros exorcistas, a los que remite los casos que les corresponden.

Que el oficio del exorcista católico intenta ser riguroso lo certifica el Vaticano, que organiza cursos para preparar a sacerdotes "a expulsar espíritus malignos de aquellos poseídos por el demonio". Las clases duran dos meses y se desarrollan en el prestigioso Ateneo Pontificio Regina Apostolorum. Las lecciones son sobre la antropología del satanismo y la posesión diabólica, y sobre el contexto histórico y bíblico. La noticia del último seminario la distribuyó la BBC londinense.

El padre Fortea viste sotana con duro alzacuello blanco, estudió teología en la Universidad de Navarra y es párroco de Anchuelo, un pueblo de 700 habitantes a las afueras de Alcalá de Henares. Su obispo le envió allí para que tuviera más tiempo para escribir libros y dar conferencias. El prelado auxiliar de Madrid y portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, dirigió su tesis en la Facultad de Teología de la Pontificia de Comillas. Se titula El exorcismo en la época actual. El sabio teólogo de Aquino, santo Tomás, escribió la Summa Theologica. El padre Fortea publica ahora su Summa Daemoniaca, un tratado completo de demonología que edita La Esfera de los Libros. Entre sus otros libros hay uno que se titula Exorcística, un manual de uso imprescindible para sus colegas.

El aspecto de Fortea es el de un cura del Opus. Tímido en apariencia, la voz callada, pero firme en los principios, casi retador, habla con la rotundidad de los convencidos, incluso sobre las reticencias de sus superiores a que salga tanto en los medios de comunicación. Nació en la misma ciudad que san Josemaría Escrivá, Barbastro (Huesca), en 1968. Pero no. "No soy del Opus Dei, nunca lo he sido. Fui a Navarra porque su Facultad de Teología es una de las mejores del mundo, y en su seminario había una gran vida espiritual. Sabía que siempre me considerarían del Opus Dei por haber ido, pero no me importaba. Lo importante era formarme bien", afirma.

Hay una sesión de exorcismo, concreta, precisa, reiterada, con nombres y apellidos que le tiene sumido en angustias e interminables oraciones. Lo relata de palabra, y está recogida en el libro que publica ahora. Se trata de Marta, un caso de posesión demoniaca, según el diagnóstico del exorcista.
Marta era universitaria. "Cuando aparecieron los primeros signos de posesión: trances, convulsiones, conocimiento de lenguas por ella desconocidas, aversión a lo sagrado, etcétera. En tres ocasiones llegó a levitar. Ni su madre ni yo albergamos la menor duda acerca del carácter sobrenatural de lo que padecía", dice Fortea.

El escritor Lorenzo Silva, que ha visto a Fortea "luchar contra el Enemigo", resume: "La escena es potente. Un poseso agitándose y gritando todo tipo de blasfemias con voz horrenda, y el exorcista, tranquilo, rezando sus latines y conminando al demonio a que diga cómo entró y a salir del infortunado. Sólo es eso, oración, durante horas. No más de tres por sesión. Si a las tres no sale, hay que dejarlo para otro día".

Han pasado cinco años, y Marta sigue poseída. "Cinco años de oraciones, a razón de más de tres horas semanales como media, es algo que acaba con la paciencia de cualquiera", reconoce el padre Fortea. Confía en vencer al demonio, y que Marta volverá a ser como fue. Ha liberado antes a otros posesos, cuatro al menos. A otras muchas personas que parecen estarlo las remitió al psiquiatra o a la Seguridad Social. Pero nunca le falta trabajo. "Sí, siempre hay casos. El último fue la semana pasada. Pero no significa que cada semana haya casos nuevos. Hay tres o cuatro nuevos por año. Y algunos requieren oración durante meses", dijo el jueves pasado.

"En las sesiones salen muchos demonios", según Fortea. Es que hay demonios y demonios. Satán es el más poderoso -el Nuevo Testamento lo llama Diablo- , pero también Belcebú, Lucifer, Lilith... "Cada demonio pecó con una intensidad determinada, eso se ve en los exorcismos con claridad. Hay unos demonios que pecan más de ira; otros, de egolatría; otros, de desesperación. Los hay locuaces, los hay más despectivos; en uno brilla de un modo especial la soberbia, en otro el pecado del odio. Aunque todos se apartaron de Dios, unos son más malos que otros".

Pese a sus relaciones con los demonios, Fortea coincide con el Papa en que el infierno, como lugar concreto, no existe. No es que comparta la afirmación de Schopenhauer -"el infierno es el mundo"- ni la de Sartre -"el infierno son los otros"-, pero casi. "Qué son los campos de concentración sino el infierno. Grandes demonios Hitler y el doctor Mengele, por ejemplo. El infierno es vivir la ausencia de Dios. Pero Dios tiene que ser justo. No puede no pasar nada. El infierno es una necesidad de justicia", dice. Sobre otros asuntos puede salirse por la tangente. Al fin y al cabo, "también a Dios, a veces, le gusta no ser serio; en ocasiones, tiene un sentido del humor increíble".

Un día en la vida de Juan Antonio Fortea recuerda la rígida división horaria de El nombre de la rosa, de Umberto Eco, una de sus novelas preferidas. Solitario y austero, en una habitación oscura, rodeado de libros, muchos libros, el joven exorcista de Alcalá de Henares comienza el día con el rezo de Laudes, desayuna, escribe hasta las doce -"libros de teología o novela"-, reza, acude a la parroquia (mañana y tarde) para atender a las personas que ese día le han ido a ver, vuelve a rezar, almuerza en casa mientras ve reportajes del Canal Historia, juega una partida de ajedrez, reza de nuevo, escucha música clásica o de bandas sonoras, cena viendo más reportajes o una película -"las veo a trozos, sólo media hora, en cada cena"-, y antes de acostarse reza otra vez, lee la Biblia y hace examen de conciencia. "Para envidia de insomnes, me duermo en tres minutos. Y recuerdo lo que he soñado cada noche con toda claridad".

15 may 2015

Dos sacerdotes comentan

Imagen de la película El exorcista de 1.973

Rondando el comienzo del siglo XXI sólo existía un exorcista oficial en España. El año pasado había cuatro. En el año trece —mal número— crece la competencia, o, si queremos, el servicio. El cardenal Rouco Varela,  promovió la formación de ocho más, uno por vicaría en su diócesis de Madrid. 

Bergoglio cree en el diablo. Y así lo ha dejado dicho, según don Benito, dean de la catedral de Oviedo. Eso le sirve para justificar, que al fin y al cabo, no le separan tantas cosas de Ratzinger o incluso de Juan Pablo II.

 “El demonio existe”, suelta para empezar don Benito. Punto.

Y él ha podido comprobarlo directamente, nos comenta, con algún caso de posesión, levitaciones y espumarajos aparte, cuando ha citado a sus pobres almas ajenas a Dios cuidándose con el crucifijo escondido en el bolsillo del pantalón. “¿Qué tienes ahí? ¿Qué tienes ahí?”, le sueltan notando las vibraciones.

Además de llevar el orden diario de la catedral asturiana y centrarse en su cometido de sacerdote penitenciario, el arzobispo le ha encomendado los exorcismos. Hay demanda. Lo de Madrid le llama la atención: “Parece que el diablo anda suelto por allí, como vulgarmente se dice”, comenta sentado en su austero despacho de la sacristía, aquel lugar de donde salió el encargado a quien Clarín brinda un repulsivo cierre de La Regenta con un pegajoso beso de sapo en la boca de Ana Ozores.

Lo de la orgía demoniaca que nos atañe parece que ha aumentado con la avalancha de inmigrantes, sostienen en algunos lugares sin querer parecer xenófobos. Con la llegada principalmente de latinoamericanos proliferó el número de prácticas de brujería, sectas, iluminaciones varias y todo tipo de competencia. Existen multitud de casos que se acercan a pedir ayuda, posteriores a una sesión de espiritismo, por ejemplo.



Don Benito, dean de la catedral de Oviedo.

Lo comenta José Antonio Fortea, que durante bastante tiempo fue el único ejerciente en España. Lo hace en un paseo por Alcalá de Henares, donde trabaja en una de sus parroquias. Lo de Fortea no es una entrevista, que quede claro. Es un paseo de consulta a 40 grados a la sombra por el pueblo donde ejerce y donde a cada paso le paran: unos por gusto y otros porque acaban de ver una película de exorcistas y quieren comentarla. “No es el género que más me gusta. En casa del herrero…”.
Si ha pretendido con el periplo de hora y media extirparme al maligno, éste se me ha derretido en el trayecto. Autor de varios libros sobre el asunto, Fortea, que comienza hablando de periodismo y acaba conversando sobre Bach y las bandas sonoras, atiende al menos 400 casos al año.
Es difícil discernir. “La mayoría son síntomas que debemos desviar al psicólogo o al psiquiatra. Después están las ansiedades y también los que vienen con todo el numerito de las películas ensayado, salvo darle la vuelta a la cabeza. Pero de esos 400 casos, alrededor de cuatro sí que se deben a una clara posesión…”, afirma. “Nosotros somos el último reducto".

Fortea, dice, ha sufrido —y sufre— “la tentación del racionalismo”. Pero cuando ha tenido que jugársela con algún poseído a punto de morir estrangulado se ha visto obligado a admitir que existen cosas inexplicables para la ciencia. La diferencia con ciertas enfermedades mentales y una buena patada a Belcebú es que las primeras pueden ser interminables, mientras que un poseído bien tratado, no tarda en readaptarse al medio, comentan ambos miembros del gremio.

Cuando todo ha fallado, cuando desde la medicina, a la brujería, cualquier cosa, ha fracasado, muchos confían en un exorcismo. Tanto el padre Benito como Fortea aplican el protocolo. Piden que lleguen acompañados de alguien, se les examina, se les pregunta y si ven claros síntomas comienza el combate: “Cuando alguien está poseído no habla con su voz, ataca, blasfema, se le salen los ojos de las órbitas, se rebela contra la oración, es un sufrimiento terrible”, aseguran. Y un riesgo. Físico.
Ambos creen en el poder del maligno porque creen en Dios y así lo ha determinado. “No es un mito, es el ángel caído”, afirma don Benito. Fortea, más teórico y hoy doctorado sobre el tema con una tesis que ha preparado entre Roma y Alcalá, torea a gusto los innumerables matices con los que esta sociedad “secularizada” domina la multiplicidad de significados. Hablar sobre el mal con ellos puede acabar siendo un galimatías. ¿Lo tienen bien diagnosticado? “Existe el bien, pero no tiene por qué existir el mal, según las doctrinas”, comenta Fortea. “La Iglesia no puede absolver al pecado, pero sí al pecador”, dice don Benito. Son aristas, a su entender, importantes.

La proliferación de exorcistas ante la demanda imperante no tiene que ver con la rabia o la desgracia que generan estos malos tiempos. Viene de más allá, afirman tanto Fortea como el padre Benito. Colocan el origen en los años que España empezó a experimentar, según ellos, un declive cristiano. Algo llama la atención: resulta indiscutible la ecuación desesperación más búsqueda de soluciones ajenas a la ciencia o la razón.

Tampoco ellos mismos aciertan a entender lo que no quieren llamar expansión del mal. Son términos relativos, se miren como se miren. ¿Qué es el mal?, insistimos. “Convengamos que aquello que persevera en su acción hasta el final, sin muestra de arrepentimiento. Hitler, sin ir más lejos”, asegura Fortea. “Matar inocentes, el aborto”, cree don Benito.

Otro asunto es la posesión. Que se personaliza en casos concretos y sin estadísticas. Que afecta a jóvenes, hombres, mujeres, agnósticos y creyentes por igual. Pero que con sus métodos de batalla contra el demonio, acaba curándose. “Se cura, se cura… Puede llevar días, meses, a veces años, pero se cura. Es otra de las diferencias con ciertos males psiquiátricos y que por tanto no son posesión, porque esos pueden ser crónicos”, comenta Fortea.

12 may 2015

Exorcista de Barcelona, España (II)


Es difícil encontrarse a alguien como Juan José Gallego (León, 1940), un exorcista que habla con claridad de posesiones. Gran conocedor de la Comunitat Valenciana, desgrana un oficio con muchos mitos a su alrededor... ¿o quizá no tantos?

De voz grave y ligero deje valenciano, el padre dominico Juan José Gallego atiende nuestra llamada y arroja luces sobre un oficio, el de exorcista, asociado demasiadas veces a la película homónima de 1973 dirigida por William Friedkin y a unas notas de piano de sobra conocidas. Pero, ¿qué hay de cierto en lo que cuenta la cinta? Pues, a tenor de lo que relata Gallego, mucho. Escucharle explicar algunos de sus casos pone los pelos de punta, porque son historias vistas cientos de veces en el cine. Fuerza sobrehumana, convulsiones, lenguas extrañas, voces graves... auténticos relatos de terror que se desarrollan en el despacho de este tranquilo leonés, que fue ordenado en Torrent, y que no se parece en nada al atormentado padre Karras.

Antes de ser designado exorcista, usted trabajaba en Valencia, donde pasó muchos años. ¿En qué consistía su trabajo allí?
Casi más de la mitad de mi vida la he pasado en Valencia. Me ordenaron sacerdote en Torrent, en el año 1965. Después fui prior de un convento de esa ciudad, rector del Colegio San Vicente Ferrer durante seis años, presidente de la Confederación de Religiosos de la Comunidad Valencia (Confer-Coval) y vicegrancanciller de la Facultad de Teología de San Vicente Ferrer. Me siento muy identificado con Valencia.

¿Cómo y cuándo le dicen «padre Gallego, necesito que sea exorcista»? ¿Cuál fue su reacción?
Aquí, en Barcelona, estaba de exorcista un padre que había vivido en Valencia, el prior de uno de los conventos dominicos de Valencia. El cardenal, cuando el hermano se fue, me preguntó si yo aceptaría. Yo dije que sí, sin más. Él me conocía un poco pero más a mi hermano.

¿Qué necesita alguien para ser exorcista de la Iglesia Católica?
Según el código de Derecho Canónico, tiene que ser sacerdote, ser nombrado por el obispo y tener buena fama y ser docto en doctrina social de la Iglesia. Hay que tener, claro, conocimientos de demonología. Me tragué todo lo que había y me preparé mucho. Los poseídos son uno de los colectivos que más sufre y está casi abandonado.

¿Cree que el suyo es un ministerio necesario?
Totalmente. Mucha gente que se siente mal y no sabe dónde acudir, que va a un sacerdote, que antes siempre le derivará a un psiquiatra. El poseído puede no ser católico, pero es más difícil de solucionar. Hace más de 4.000 años que había exorcismos en Mesopotamia y los hay en todas culturas hoy en día.

De los más de 300 exorcismos que ha realizado, ¿se le ha quedado alguno grabado?
Al poco de ser exorcista, me llamó un señor de Ecuador y me dijo que estaba asustado porque su mujer cuando veía cualquier signo religioso perdía el conocimiento, se ponía violenta... Cuando vinieron yo había salido, así que me retrasé. Al acercarme, vi que ante el convento estaba en el suelo. La metimos dentro, fui a por el libro del exorcismo y el agua bendita, y se retorcía por el suelo de una manera impresionante cuando le tiraba agua. Tuve miedo, porque se lanzaba a cogerme de los pantalones, quería hacer daño a su hijo pequeño... Cuando terminamos me pidió confesión y me dijo que el agua bendita le quemaba. Me impresionó también un muchacho de quince años que aparecía con la camisa quemada, arañado, decía que su abuelo le hablaba... En fin, cosas muy raras. No quiso hacer el exorcismo. Después de pelear, aceptó y en medio del exorcismo me dijo: «Van a salir pero volverán». A los cuatro cinco días volvió todo igual. Durante el exorcismo, perdía el conocimiento nada más empezar: entraba en trance, que duraba unos diez minutos. Un día pasó media hora y le dije que no le hacía más exorcismos porque estaba violento, así se fue a Murcia y le ayudó un exorcista de allí. Ocurrió con este muchacho un episodio curioso. Iba en el coche con su madre y su hermana por la autopista, algo se apoderó de él y cogió el volante. El coche dio tres o cuatro vueltas de campana y quedaron todos ilesos. Mi interpretación es que es verdad, el demonio le había poseído, pero los ángeles de la guarda le protegieron.

¿Es verdad lo que se ve en las películas?
Al poco de nombrarme exorcista me hicieron una entrevista en Barcelona y me preguntaron por esto. A la semana siguiente, una cadena de televisión dio El Exorcista, y entonces vi muchas cosas que no había visto. Por ejemplo, la protagonista hace la ouija, que es una invocación a los espíritus. Lo que le pasó a ella... he tenido casos semejantes: hablan lenguas, tienen fuerza, se sienten destrozados interiormente, sienten una presencia dentro de ellos... He vivido casos similares. Un muchacho, por ejemplo, que en una colchoneta daba brincos de dos y tres metros, que si no lo ves no lo crees. Es terrible lo que sufren estas personas, la verdad, aunque nunca permitiré que nadie filme un exorcismo.

En alguna ocasión ha asegurado que la Comunitat Valenciana es una zona con una gran actividad demoníaca.
Sí. Son impresiones. Quizá el bienestar de la zona afecta. No lo sé. Fíjate que las sectas satánicas hacen un mal enorme, y es posible que haya por allí células de esto. Hay que estar atentos porque hoy hay muchísima gente que se ríe de estas cosas, pero me gustaría que la gente liberada hablara y dijera lo que han tenido que pasar para que todos vuelvan a creer en esto.

¿Ha pasado miedo en alguna ocasión?
Pasé mucho miedo al principio. Cuando dije que sí, cuando paseaba veía demonios por todas partes. En un momento de mi vida, dije que era sacerdote y que creía en la Eucaristía, y que eso era mucho más importante. Desde aquel momento no he tenido miedo ningún momento.

¿Qué son los demonios?
Presencias. Se puede hablar con ellos... pero yo no lo he hecho nunca porque el demonio es el padre de la mentira. No tienes que hacerle caso.

¿Es difícil pedir permiso para hacer un exorcismo?
Yo tengo un nombramiento que no es frecuente. Dice textualmente: «Te autorizo para que realices todos los exorcismos que tú consideres necesarios según tu prudencia». Depende de que el obispo se fíe de ti y que tenga indicios de que eres una persona preparada.

¿Cree que algunas de las posesiones que usted exorciza se pueden tratar de problemas psiquiátricos?
El exorcismo no es un oficio de psiquiatras. Pero eso sí, cuando viene alguien lo primero que le pido es que me enseñe un certificado psiquiátrico. Son funciones distintas. El exorcista es un oficio religioso. Con las películas que hemos visto nos fijamos en los movimientos violentos y esas cosas, pero eso es lo secundario. El demonio lo que quiere es apartarnos de Dios. El exorcista tiene que ayudar a estar con Dios. La verdad es que en ocasiones hay esquizofrenias que dan síntomas parecidos, por eso antes tengo una entrevista con la persona que puede durar cuatro o cinco sesiones hasta que tengo indicios ciertos de que puede haber algo.

Ver post anterior: Juan Jose Gallego, exorcista de Barcelona (1)