28 sept 2015

Realidad del demonio



Papa Francisco y el diablo

Lo cita continuamente. Lo combate sin tregua. No lo considera en absoluto un mito, sino una persona real, el enemigo más insidioso de la Iglesia

de Sandro Magister – V. mMXIII

ROMA, 13 de mayo de 2013 – En la predicación del Papa Francisco hay un tema que aparece con una frecuencia sorprendente: el diablo.

El mismo tema se repite con una frecuencia similar en el Nuevo Testamento. Sin embargo, la sorpresa permanece, aunque sólo sea porque con sus continuas referencias al diablo el Papa Jorge Mario Bergoglio se aleja de la predicación actual de la Iglesia, que sobre él calla o lo reduce a metáfora.

Es más, está tan difundida la minimización del diablo que ésta proyecta su sombra sobre las mismas palabras del Papa. Hasta ahora la opinión pública, tanto católica como laica, ha mostrado despreocupación ante su insistencia sobre el diablo o, como máximo, indulgente curiosidad.

En cambio, una cosa es cierta. Para el Papa Bergoglio el diablo no es un mito: es una persona real. En una de sus homilías matutinas en la capilla de la Domus Sanctae Marthae dijo que no sólo hay odio en el mundo hacia Jesús y la Iglesia, sino que detrás de este espíritu del mundo está "el príncipe de este mundo":

"Con su muerte y resurrección Jesús nos ha rescatado del poder del mundo, del poder del diablo, del poder del príncipe de este mundo. El origen del odio es éste: estamos salvados y ese príncipe del mundo, que no quiere que seamos salvados, nos odia y hace nacer la persecución que desde los primeros tiempos de Jesús continua hasta hoy".

Hay que reaccionar ante el diablo – dice el Papa – como hizo Jesús, que "respondió con la palabra de Dios. Con el príncipe de este mundo no se puede dialogar. El diálogo entre nosotros es necesario; es necesario para la paz, es una actitud que debemos tener entre nosotros para escucharnos, para entendernos. Y debe mantenerse siempre. El diálogo nace de la caridad, del amor. Pero con ese príncipe no se puede dialogar; se puede solamente responder con la palabra de Dios que nos defiende".

Francisco habla del diablo demostrando que tiene muy claro en su mente sus fundamentos bíblicos y teológicos.

Y precisamente para refrescar la mente sobre dichos fundamentos ha intervenido en "L´Osservatore Romano" del 4 de mayo el teólogo Inos Biffi, con un artículo que recorre la presencia y el papel del diablo en el Antiguo y el Nuevo Testamento, tanto en lo que ha sido revelado y es evidente, como en lo que aún pertenece a un "panorama escondido" y, en definitiva, a los "inescrutables caminos" de Dios.

Reproducido este articulo en un post anterior, El padre de la mentira, que concluye con una crítica a la ideología corriente que "banaliza" la persona del diablo.

Ideología contra la cual Bergoglio hace un llamamiento a todos a la realidad.

25 sept 2015

El padre de la mentira



CÓMO HABLAN DEL DEMONIO LAS ESCRITURAS

de Inos Biffi



Tras la aparición del hombre, obra del sexto día de la creación, se advierte la presencia de algo misterioso e inquietante, la serpiente. Asombra y desconcierta lo que ésta inicia con los progenitores, y lo que quiere de obtener de estos: insinuar en ellos la sospecha hacia Dios, es decir, persuadirles de que las prohibiciones por él planteadas provienen de sus celos, de su temor de que ellos quieran equipararse a él (nota del administrador: estas excusas las he leído de varios satánicos engañados) . La serpiente encarna, precisamente al principio del mundo y de su historia, la presencia de un ser envidioso: "Por envidia del diablo entró la muerte en el mundo" (Sabiduría 2, 24).

En el Nuevo Testamento se menciona a menudo esta serpiente. Jesús declara que el diablo es "homicida desde el principio"; en él "no hay verdad"; "cuando dice la mentira, dice lo que le sale de dentro, porque es mentiroso y padre de la mentira" (Juan 8, 44). Y de nuevo Jesús lo define "Príncipe de este mundo" (Juan 12, 31; 16, 11).









Pablo afirma que "la serpiente engañó a Eva con su astucia" (2 Corintios 11, 3) y menciona a quien se pierde "yendo en pos de Satanás" (1 Timoteo 5, 15). El mismo apóstol habla del vivir mundano con el que se sigue al "Príncipe del imperio del aire, el Espíritu que actúa en los rebeldes" (Efesios 2, 2); menciona las "acechanzas del diablo" y nuestra batalla "contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal" (Efesios 6, 12). 





La primera carta de Pablo nombra el "enemigo", "el diablo" o el "acusador", que "ronda como león rugiente, buscando a quién devorar" (1P 5, 8). Y en las cartas de Juan se recuerda al "anticristo" que debe venir (1 Juan 2, 18); el "mentiroso" que niega que Jesús es el Cristo; el "anticristo" que "niega al Padre y al Hijo" (2, 22). En el Apocalipsis está escrito: " Entonces se entabló una batalla en el cielo: Miguel y sus Ángeles combatieron con el Dragón. También el Dragón y sus Ángeles combatieron, pero no prevalecieron y no hubo ya en el cielo lugar para ellos. Y fue arrojado el gran Dragón, la Serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el seductor del mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus Ángeles fueron arrojados con él" (12, 7-9).

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Entre estos textos y la exegesis de Jesús sobre el diablo, homicida y mentiroso desde el principio, el acuerdo es perfecto: se trata de un ser hostil a Dios, que quiere destruir su Palabra y, al mismo tiempo, hostil al hombre, al cual quiere seducir, induciéndolo a rebelarse contra el diseño divino. Es el maligno. En especial, el acuerdo exegético se refiere a aquel a quien el diablo reserva su aversión, a saber: Jesucristo.

Se sitúan así, en antítesis, dos realezas: la de Jesús y la del príncipe de este mundo. El demonio no tolera a Jesucristo e intenta obstaculizar de todas las maneras posibles el eterno plan divino concebido para él. Así sucede en el desierto.

Pero Jesús se proclama vencedor de este príncipe: " Ya no hablaré muchas cosas con vosotros, porque llega el Príncipe de este mundo. En mí no tiene ningún poder" (Juan 14, 30); es precisamente cuando llega la hora de Jesús, la de su elevación en la cruz y a la derecha del Padre, cuando ese príncipe es derrotado: "en lo referente al juicio, porque el Príncipe de este mundo está juzgado". Con la efusión del Espíritu del Señor glorificado ese príncipe encuentra su condena (Juan 16, 11). Sobre todo Pablo resalta el dominio del Resucitado: en él el Padre "nos libró del poder de las tinieblas" (Colosenses 1, 13) y "una vez despojados los Principados y las Potestades, los exhibió públicamente, incorporándolos a su cortejo triunfal" (2, 15).

El cristiano ha pasado a ser partícipe del dominio de Jesús sobre el demonio: "estando muertos a causa de nuestros delitos, nos vivificó juntamente con Cristo (…) y con él nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos en Cristo Jesús" (Efesios 2, 5-6).

Si bien ha sido derrotado definitivamente por el Señor, el demonio sigue insidiando para hacer caer al hombre redimido. Por este motivo hay que estar alerta. Pedro hablaba de su rugido y de su aún no aplacada voluntad de dañar; Pablo exhorta a aferrar el escudo de la fe con el cual apagar los "encendidos dardos del Maligno" (Efesios 6, 16). Y el mismo Jesús había enseñado a rezar pidiendo al Padre que nos liberase del maligno (Mateo 5, 13).

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Las múltiples exegesis sobre la serpiente que aparece en los orígenes nos inducen a hacer algunas consideraciones.

La primera es sobre la “historia” consumada y decidida antes de la creación del hombre, y que consiste en el estallido de una "gran guerra en el cielo" (Apocalipsis 12, 7), es decir, en un consenso o en una rebelión acaecidos en el mundo angelical: un consenso o una rebelión no genéricos, pero cuyo objetivo es el concreto y eterno proyecto divino, que es personalmente Jesucristo.

La orgullosa intolerancia de los ángeles rebeldes tiene como objeto Jesús, el que  "prevalece sobre todas las cosas" y que, por tanto, prevalece también sobre ellos. Se entiende, entonces, como la vida de Jesús haya estado obstaculizada por la presencia y las maquinaciones del diablo; y, por otra parte, desde el anuncio de su nacimiento hasta la ascensión, ha estado acompañada, servida y consolada por la presencia de los ánge
les, que se alegran con él, y con él son vencedores del gran dragón y de sus satélites, expulsados del cielo y precipitados, como afirmaba el Apocalipsis. El mismo Jesús afirmaba haber visto "a Satanás caer del cielo como un rayo" (Lucas 10, 18) y hablaba del "fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles" (Mateo 25, 41).

Hemos hablado de historia que precede a la historia visible del hombre: lo que conocemos es lo que aflora como si de un panorama escondido se tratara, que nos sobrepasa y se nos escapa, y que ahora sólo podemos presumir e intuir.

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La segunda consideración se refiere al poder impresionante de Satanás, tan fuerte y tenaz que sólo la fuerza del Hijo de Dios lo puede doblegar y desbaratar; es más, la fuerza del Hijo de Dios derrotado en la cruz y, por tanto, en una condición de extrema debilidad humana se convierte, paradójicamente y sin esfuerzo, en potencia absoluta. El diablo consigue arrastrar todo y a todos, pero frente a Jesús sucumbe totalmente. El Crucificado resucitado recrea una humanidad vencedora, apartada de la influencia perversa del maligno. El atractivo del dominio es reemplazado por el atractivo de Cristo, que declara: "Y yo cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí" (Juan 12, 32). Sólo compartiendo el vigor de Jesús muerto y glorioso conseguimos oponernos a la lisonja de la serpiente de los orígenes.

Sin embargo, podría quedar una pregunta: sin duda, la caída del ángel y del hombre dependen únicamente de la libre voluntad de la criatura. No sólo: el perdón del hombre estaba incluido en el amor misericordioso del Padre, que predestinaba el Hijo Jesús redentor. Entonces, ¿por qué el orden concreto elegido por Dios incluye esa caída y, por tanto, la realidad del pecado? No somos capaces de responder a esto: pertenece al "pensamiento del Señor", a sus "insondables designios" y a sus "inescrutables caminos" (Romanos 11, 32-34).

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Una tercera consideración es para manifestar sorpresa ante la ausencia en la predicación y en la catequesis de la verdad relativa al demonio. Por no hablar de esos teólogos que, por un lado, aplauden que por fin el Vaticano II haya declarado la Escritura "alma de la Sagrada Teología" (Dei Verbum, 24) y, por otro, no dudan tanto en decidir su inexistencia - como hacen con los ángeles -, como en considerar marginal una dato muy claro y ampliamente dado por cierto en la Escritura misma como es el que hace referencia al demonio, considerándolo la personificación de una oscura y primordial idea del mal, ahora ya desmitificado e inaceptable.

Un concepto como éste es una obra maestra de la ideología y equivale, sobre todo, a banalizar la obra misma de Cristo y su redención.

Es por esto por lo que no nos parecen secundarias las referencias al demonio que observamos en los discursos del Papa Francisco.

22 sept 2015

Razón y verdad

«Sólo la filosofía que proclama la verdad santifica la razón».



 «El diablo quiere confundir la razón porque así aplasta nuestra 

libertad» dice el exorcista Monseñor Babolín.



Tenía setenta años cuando fue designado como exorcista de la diócesis de Padua por el obispo de Padua monseñor Antonio Mattiazzo. Tras siete años y más de 1.300 casos atendidos su libro «El exorcismo. Ministerio de la consolación» se aleja de sensacionalismos e intenta llegar a la raíz del bien y el mal en nuestro tiempo. Esta semana, en entrevista difundida por revista Tempi de Italia, Babolín sale al ruedo de la actualidad denunciando el fondo espiritual en una sociedad cegada por la materia.

Invita a usar la razón para distinguir el bien del mal, en un tiempo donde con el engañoso argumento del «todos iguales» se busca en definitiva disolver los límites entre lo que es correcto y qué no lo es. Ante el intento del demonio por causar confusión, dice Babolin, es necesario defenderse con la «santidad de la razón»… 

¿Podría explicar esta afirmación?

La razón es santa cuando afirma la razón. Parece una tautología, pero a lo que apunto es a señalar que la razón
es tal sólo cuando respeta la realidad, es decir, cuando se respeta el estatuto ontológico del hombre, que es una síntesis extraordinaria, maravillosa de espíritu y materia. La razón es la herramienta que poseemos para discernir, para utilizar adecuadamente los sentidos. Dice el mismo Santo Tomás: «Et sensus ratio quaedam est». La razón respeta la realidad porque debe partir siempre de los datos de la experiencia, de lo contrario se convierte en una interpretación errónea, engañosa y desencarnada... En una palabra: una ideología. 

Usted afirma que es precisamente esta capacidad de defenderse del Maligno, la que ayuda a distinguir el bien del mal. Porque sólo así seremos «libres para amar».

Vea, el Diablo -tal como está escrito en los Evangelios-, es constitutivamente mentiroso. Engaña cuando distorsiona la realidad, pero también cuando dice algo de verdad. Incluso cuando el Diablo le diga la verdad, lo hace con un motivo ulterior, de acuerdo a una intencionalidad que no es la del Creador. El diablo quiere confundir la razón porque así aplasta nuestra libertad. Cómo ya escribió Blondel, «la libertad de la libertad es un engaño». La verdadera libertad es el amar, no existe otra. La libertad se realiza en el amor, un amor que puede incluso ser sacrificio y que necesariamente deriva en un servicio al otro. La libertad sin el amor se auto aniquila. 

Pero hoy vivimos en una sociedad que no pone en primer lugar a la razón, sino a la espontaneidad, el «mi sentir», el instinto.

Uno también puede tener una reacción apta, inmediata, evitando vivir de esa forma. En cierto sentido, los animales son más afortunados que nosotros, debido a que su instinto no se equivoca nunca. Su vida no depende de la razón, sino del uso de los sentidos y de los instintos. Por esto el cordero, aunque nadie le ha enseñado que el lobo es peligroso, cuando lo ve, huye. Pero para nosotros no es así. Si nuestra sensibilidad no fluye de la razón,
queda inconclusa esa misma sensibilidad. De hecho, cuando desde la razón vamos hacia la sensibilidad, somos creativos y generamos el arte. 

En su obra «El exorcismo. Ministerio de la Consolación», advierte contra el peligro de que la familia sea aplastada...

Sí, por las razones que acabo de mencionar, pero también por motivos relacionados con la fe. El Maligno -y esto queda en evidencia durante los exorcismos-, tal como desea profanar la Eucaristía, busca profanar y destruir el matrimonio. El sacramento del matrimonio es el sacramento más cercano a la Eucaristía. No es casualidad que Jesús, después de su bautismo en el Jordán, fuese a participar en las bodas de Caná e instituya el matrimonio, que es el sacramento que consagra el origen de la vida. 

¿Podría explicarse con más detalle?

Una vez, durante un exorcismo, le pregunté al Maligno por qué le daba tanto fastidio el amor entre un esposo y una esposa que se habían unido a la iglesia. Y él me respondió: «¡No soporto que se amen!» El Maligno puede ofrecer sexo, pero no el amor. Cuando los cónyuges se ofrecen recíprocamente con el sello (sacramento) del matrimonio, también se dan uno al otro el Espíritu Santo. Y el Diablo lo sabe, por eso trata de destruirlo. Cuando una relación amorosa tiene como finalidad el matrimonio, este propósito fluye como un reflujo protector durante todo el camino. Cuando los contrayentes se presentan en el altar, declarando su decisión, el sacerdote la ofrece a Dios invocando sobre ellos al Espíritu Santo. En el momento que el Espíritu Santo, invocado por la Iglesia, desciende y transforma su relación, ocurre la unión matrimonial. Luego, el sacramento nace en el tálamo. Por esta razón yo llamo «tálamo» al lecho conyugal, porque ese es el altar de los que creen en Cristo. Es el altar donde ocurre la liturgia del matrimonio, que durará toda la vida. Justo ayer conocí a un matrimonio que tiene dos hijos con problemas relacionados con mi ministerio. Estos padres están luchando en forma maravillosa contra el Maligno… ¿Saben lo que les protege y les da fuerza?... El amor que los unió en el sacramento del matrimonio.

Regresando al tema de la familia...

Regresando a la familia, en ella vemos la trinidad humana. Por los progenitores llega un tercero, el hijo, y así vemos en la familia el reflejo del misterio del Dios uno y trino. El hombre no es dos, sino tres, sino porque en él se encuentra el germen de la trinidad de Dios. 

En un incidente que refiere otro exorcista, el Padre Matteo La Grua, dice que después de un exorcismo, enfrentándose con el Diablo, le preguntó: ««¿Quién eres tú?» Y él respondió: «Yo no soy nadie. Perdí mi nombre». Y se marchó, dejándome aturdido (...). Palabras escandalosas, porque en la cultura bíblica el nombre se identifica con la persona, por ello era como si el diablo me estuviera diciendo que, después de haberse rebelado contra Dios, él no era nadie, porque, al revelarse contra su Creador, se había perdido a sí mismo, su propia identidad y su propia verdad». 

Cuando durante los exorcismos le digo al diablo que él es «nadie» se enrabia molestísimo. Le digo: «Tú desearías aniquilarte, pero no puedes porque eres una criatura». La criatura no puede crearse, menos aniquilarse. Él desearía desaparecer por no sufrir, pero no puede. Resulta espantoso sólo pensarlo. En cierto sentido, es un continuo intento hacia la destrucción y la autodestrucción que no se puede realizar. El Maligno sufre él mismo por su condición, pero no puede liberarse. 

Dios le ha dado realmente la libertad a los espíritus puros y al ser humano. Es un regalo fundamental, del que Dios jamás les priva. Pero la libertad significa ser libre para decir «sí» como para decir «no». Si uno se encierra en su «no», este «no» se convierte en irreversible. Para nosotros, los seres humanos, el Señor tiene más misericordia porque también somos de carne, pero para los espíritus puros... existe la irreversibilidad. 

¿Qué quiere decir esto de la misericordia por nuestra carne?

Que mientras estamos vivos podemos ser salvados. Es la carne la que nos salva. De hecho, Él (Jesucristo) se hizo carne sólo por salvar a los que estamos en la carne. Es el gran misterio de la Encarnación de Dios. 

El italiano Francesco Bamonte preside 
la Asociación Internacional de Exorcistas 

El Papa recuerda que los demonios existen

El P. Bamonte señaló que “sin duda, el fundamento de la predicación y de las enseñanzas del Papa Francisco es Jesucristo; pero el Papa nos exhorta a no olvidar lo que la Sagrada Escritura nos dice: que los demonios existen: son ángeles creados por Dios que se transformaron en malvados porque libremente eligieron rechazar a Dios y su Reino, dando origen así al infierno”. 

“El Papa ha descrito a menudo cómo actúan los demonios a través de la tentación para separar a los hombres de Cristo. De hecho, quieren que seamos como ellos; no quieren la santidad de Cristo en nosotros, no quieren nuestro testimonio cristiano, no quieren que seamos discípulos de Jesús”. 

Los demonios engañan a los hombres

El exorcista recordó que “el Papa también ha subrayado varias veces que los demonios –que son repelentes y repugnantes– se disfrazan de ángeles de luz para hacerse atractivos y engañar mejor a los hombres. Jesús en el Evangelio nos enseña cómo luchar y vencer a los demonios con su gracia”. 

Cuatro "armas" para luchar contra la tentación del demonio

Para hacer frente a las tentaciones de los demonios, el sacerdote enumeró cuatro armas muy poderosas: la Palabra de Dios, el Rosario, la confesión frecuente y la participación en la Santa Misa. 

El presidente de la Asociación Internacional de Exorcistas aseguró que “el arma poderosa, ante todo, es la lectura y la meditación de la Palabra de Dios, como dice el Papa Francisco, que nos ha invitado a llevar siempre en el bolsillo un Evangelio. En nuestro interior, esta Palabra, cuando entra, vive, actúa y nos llena de la gracia del Espíritu Santo”. 

Y luego está el Rosario, el encomendarse a la Virgen, a quien el demonio odia especialmente”. 

La tercera arma, dijo, es “la confesión frecuente: reconocernos pecadores humildemente, confesar nuestros pecados y pedir a Dios la fuerza para no pecar más”. 

A continuación recomendó “la participación en la Santa Misa los días festivos. Y también la lucha contra nuestros vicios, contra lo que el pecado original ha dejado en nosotros, para que triunfe el hombre nuevo en Cristo”. 

El P. Francesco Bamonte señaló que la presencia de un sacerdote exorcista en una diócesis “es importantísima”. 

“De hecho, cuando no hay un sacerdote exorcista, a menudo la gente se dirige a magos, hechiceros, lectores de cartas y del futuro, sectas”. 

El presbítero señaló que “no tiene sentido pensar que si las personas saben que hay un exorcista en su diócesis, serán más propensas a creer que son víctimas de una posesión diabólica. La primera preocupación de todo exorcista con buen sentido es evitar que se forme o se mantenga la creencia de una posesión cuando ésta no existe”. 

El P. Bamonte indicó que “el exorcista es ante todo un evangelizador, un sacerdote, por lo que sea cual sea el origen del mal que padece quien acude a él, sea o no sea una auténtica forma de acción extraordinaria del demonio. El sacerdote exorcista se esfuerza por infundir serenidad, paz, confianza en Dios y esperanza en su gracia”. 

Cuando hay posesión

“Y cuando se comprueba realmente la existencia de un caso de posesión diabólica, el sacerdote exorcista acompañará a esos hermanos y hermanas que sufren a causa del maligno, con humildad, fe y caridad, para sostenerlos en la lucha, para darles ánimos en el duro camino de la liberación, y para reavivar en ellos la esperanza”. 

El exorcista de la diócesis de Roma indicó que en su experiencia ha encontrado “hombres y mujeres perfectamente sanos de mente, pero expuestos a un nivel de sufrimiento difícilmente imaginable”. 

Una forma de caridad a través del exorcismo

“Ante tanto dolor es imposible permanecer indiferente: deseo sinceramente que muchos otros hermanos sacerdotes se den cuenta de esta dramática realidad, a menudo ignorada o subestimada. El exorcismo es una forma de caridad en beneficio de personas que sufren. Está dentro de las obras de misericordia corporal y espiritual”, aseguró. 

Los exorcistas en Roma, dijo el sacerdote, “cuentan con la ayuda de un equipo de voluntarios formado por médicos especialistas en psiquiatría y psicoterapeutas, que evalúan si es necesario los aspectos médicos. Hay personas que confunden problemas de origen médico con problemas de origen espiritual. Los casos que se consideran serios y en los que debe intervenir un sacerdote exorcista son limitados”. 

Reconocimiento vaticano 
La reciente creación de la Asociación Internacional de Exorcistas, que él preside, “es un signo de los tiempos”, dijo, pues “el Espíritu Santo, en respuesta a las exigencias especiales de nuestra época, ha suscitado una toma de conciencia de que entre los mandatos que Cristo a la Iglesia, está incluido el de expulsar a los demonios en su Nombre”. 

“Al mismo tiempo, el Espíritu Santo ha inspirado en la Iglesia una asociación de sacerdotes exorcistas para que tengan la fuerza que deriva del estar en comunión con otros hermanos que ejercen el mismo ministerio; y para que, encontrándose periódicamente y compartiendo sus experiencias, puedan ofrecer una ayuda más eficaz a quienes se dirigen a ellos”. 
 

16 sept 2015

Exorcismo en Medjugore.




Donde está María siempre está el demonio tratando de hacer fracasar Sus planes.

Este es el testimonio de Louise Roseingrave, una periodista irlandesa que presenció un exorcismo en 

Medjugorje en el año 2013, donde dos sacerdotes trataban de sacar al demonio de dentro de una poseída, mientras una multitud de personas recitaban el rosario tomadas de la mano.

Louise Roseingrave dice que la voz era gutural, un sonido horrible, espeluznante, como ferozmente enojado. El cuerpo de la posesa se agitaba, y se necesitaron seis hombres para controlar su fuerza. La multitud estaba orando fervientemente en italiano, “Santa Maria, prega per noi”.


Esas palabras están grabadas en mi memoria, dice la periodista. Yo había ido con una mente abierta a Medjugorje, Bosnia Herzegovina, donde la Virgen se aparece a seis videntes durante más de 30 años. Pero no esperaba encontrarme con el diablo.



UN FENÓMENO MAL INTERPRETADO


Antes de relatar lo que presenció la periodista irlandesa, hay que aclarar que estos fenómenos no son extremadamente inusuales en Medjugorje, aunque tampoco frecuentes.



La pregunta que queda flotando en aire es ¿por qué en un lugar donde supuestamente está presente la santidad de María está el diablo con su show de posesiones? ¿Cómo es que el diablo puede penetrar en estos recintos sagrados?


Algunos, que no entienden bien el fenómeno, piensan que se trata de una prueba crucial para demostrar que las apariciones de Medjugorje son falsas o peor, que son fruto del demonio.

Su razonamiento es ¿cómo el cielo y la propia Virgen permiten eso?


La respuesta es que Dios permite eso para mostrar que la tierra entera es un campo de batalla entre el maligno y Dios, que nada escapa y que siempre hay que estar en guardia.


Es más, se dan allí precisamente porque donde está actuando la Virgen María siempre está el demonio presente para hacer fracasar los planes de Ella.

El padre jesuita Sebastián Bertina dice:


Se puede afirmar, como principio general, que Satanás acude siempre donde está María Santísima para deshacer su obra, si puede


La razón teológica es porque María es la única pura criatura humana que nunca ha tenido parte alguna con el diablo. Por consiguiente, el que cierra las puertas a María Santísima, las abre a Satanás.


Donde esté María, habrá señales evidentes de la intención y acción destructiva de satanás.

Y al revés: en lugares de apariciones en que sucedan maravillas espectaculares con afluencia de muchedumbres como espectáculo o, simplemente, un lugar que no tenga contradicción alguna desproporcionada, difícilmente será obra del buen espíritu. Ver aquí.


Según el Padre Bertina entonces, estos hechos son precisamente la prueba de que Medjugorje es un lugar donde está actuando fuertemente la Virgen María.


¿Esto significa que quien va a Medjugorje corre el riesgo de ser poseído?


Decididamente no. Quienes muestran el show de posesión que el demonio ofrece en Medjugorje son personas que ya venían así, que tenían algún grado de influencia demoníaca, ante lo cual los demonios aprovechan para desatar su show.

Veamos el testimonio de Louise..

Louise Roseingrave



EL EXORCISMO

Andaba por la Iglesia de Santiago, donde millones de peregrinos asisten a hermosas misas y servicios de oración, cuando me topé con un exorcismo.


Me abrí paso a través de la multitud. Fue un espectáculo de horror que nunca olvidaré.

El sacerdote se inclinó sobre una mujer italiana, de 30 años aproximadamente, cuyo rostro estaba contorsionado de ira.


Sus labios dejaron enseñar los dientes, silbando, presionando, gruñendo y retorciéndose. El sacerdote tenía la Biblia en una mano y recitaba las escrituras.


Con la otra mano, el sacerdote hizo varias veces la señal de la cruz en la frente de la mujer. Otro sacerdote más joven estaba administrando agua bendita para que la mujer bebiera.


Sus pupilas estaban tan dilatadas y sus ojos eran como pozos negros. Sus manos estaban arañando el aire, los dedos doblados y levantados.


La escena era tan grotesca e inquietante que un buen número de los que rezaban, estaban llorando.

Tuve que luchar contra mis propias lágrimas. Para unirse en contra de este enemigo diabólico, la multitud formó un círculo de oración, tomada de la mano.


Allí estaba yo, en medio de ello, asustada pero completamente intrigada por este antiguo ritual en acción.


El demonio dentro silbaba y se ponía furioso cada vez que el público bendecía a la mujer con agua bendita. El demonio alternaba el sonido aterrador con maldiciones a sus verdugos, los sacerdotes, que lanzaba a través de su diabólico gorgoteo de otro mundo.



APARENTEMENTE LA POSESA SE CALMA, PERO…


El rostro de la mujer se relajó un poco y se unió a los que recitaban el Rosario y la rodeaban. La tensión disminuyó ligeramente.


Todos estábamos orando, literalmente, por su liberación. “Prega per noi”, ella dijo.

Y luego, de la nada, los músculos del cuello de la mujer estiraron y tensaron, empujando su cabeza hacia adelante derecho en la cara del sacerdote, los labios curvados, los dientes al descubierto y algo que heló la sangre, una risa espantosa surgió como diciendo ‘te engañé’. 


Me pareció todo tan inquietante que me preguntaba qué sería de esta mujer.

¿Cuánto tiempo tomaría este proceso?


Después de 30 minutos más o menos (había perdido las dos horas anteriores), el demonio desapareció, el cuerpo de la mujer se relajó, y los sacerdotes la colocaron en una posición sentada en un banco cercano. Parecía aturdida y confusa, como si alguien volviera en sí después de desmayarse. Agotada, se echó a llorar.


Entre la multitud, una adolescente estaba tan traumatizada que se echó a llorar.


El resto de nosotros se fue poco a poco, sorprendido y profundamente perturbado por lo que había visto.


Durante toda la noche, no podía quitar esas imágenes de mi cabeza. Recordando la voz chirriante que enviaba escalofríos por mi columna vertebral.



DONDE ESTA MARÍA ESTÁ EL DEMONIO, Y LA IGLESIA LO SABE


Ha habido mucha especulación de que el Papa realizó un exorcismo a un hombre en silla de ruedas, en la Plaza de San Pedro. Puede haber sido una liberación. Cualquier tipo de bendición sirve para alejar el mal. El Vaticano y la Iglesia no promocionan el ritual de exorcismo, tal vez para no asustar a los creyentes y no atraer más la mala prensa.


Sin embargo, en Medjugorje, donde la Virgen es recibida con un silencio respetuoso a las 18:40 todos los días, los casos de posesión y liberación son comunes.


“Dondequiera que la Virgen está presente, está el diablo”, me han dicho los visitantes experimentados a Medjugorje. Los demonios, dentro de peregrinos, se enfurecen en la santa presencia de Jesús y la Virgen María, como si ellos no pudieran soportar la santidad.


Algunas formas de exorcismo son sencillas, tales como la liberación, tal vez de una adicción crónica u otra, debilitando la conducta. Los casos de posesión demoníaca se pueden sacar y los dramáticos pueden continuar durante días.



¿CÓMO PUEDE HABER ENTRADO EL DEMONIO EN LA MUJER?


Cuando pregunto lo que una persona puede haber hecho para atraer una infestación demoníaca, las respuestas varían, pero lo oculto, me dicen, en particular tableros ouija, son peligros significativos.

Esto me envía corriendo a confesarse. Yo creo en Dios y voy a misa. Rezo y vivo una buena vida, aunque no siempre tengo éxito.


Pero tropezar en medio de algo tan perturbador cambia la perspectiva de una persona.

Experimentar la ira infernal de ese demonio tuvo un efecto profundo.


Me fui a Medjugorje por una semana y me quedé por tres. Yo había viajado previamente por el mundo buscando la verdad espiritual, alojandome en un ashram hindú en Nepal, con los monjes budistas en el Himalaya, y usando el generoso espíritu del Islam en el Oriente Medio e Indonesia.

Me formé como profesora de yoga en la India, me mudé a una casa en el campo en West Cork, y participé en algunas peregrinaciones rigurosas a Lough Derg



LAS MARAVILLAS DE MEDJUGORJE


Pero en ningún otro lugar he encontrado el sentido de la paz, la luz y el amor que existe en Medjugorje.


Los milagros abundan cada día; milagros personales que cambian la vida.


El catolicismo es celebrado, con todos sus sacramentos y rituales sagrados.


Miles se arrodillan y rezan ante el Santísimo Sacramento durante la “hora santa” al aire libre en la basílica, y no se puede oír caer un alfiler, tal es el nivel de reverencia.


Los adultos derraman, de forma rutinaria, abundantes lágrimas, a veces grandes sollozos, comprendiendo años de dolor acumulado, dándose cuenta de la frustración; es el primer paso en la curación.


Me convertí en una adicta a la hora santa en Medjugorje, viendo a los hermanos, parejas, amigos y familias abrazándose en el amor cuando los 60 minutos llegan a su fin. En un mundo lleno hasta el borde de mentira y engaño, encontré la verdad en Medjugorje.


Y la verdad es que el diablo existe, él es muy bueno en engañar a la gente haciéndole pensar que no existe.


13 sept 2015

"Pseudo-dones"



Aunque este post, bien podría haberlo definido, como consejos a grupos de oración de apoyo al exorcista.

Si bien es cierto, que Dios, en su misericordia, reparte dones y carismas entre los religiosos y laicos devotos que ayúdan en los exorcismos, bien es cierto, que se ha de ir con cautela siempre, y comenzar por el final, me refiero a "por sus frutos se les conocerá" si eso viene de Dios o no viene de Dios.

Me explíco.

Los dones sobrenaturales pueden venir de Dios como bendición para conceder ayúda extraordinaria al discernimiento y comprensión de los casos de posesos, o bien.. pueden venir del maligno, actuar aparentemente bien.. pero.. inteligentemente ir socavando la unidad y buscar conseguir la desunión del grupo de oración de apoyo y la renúncia del sacerdote exorcista.

Tan importante, es la humildad, servício e ir trabajando con naturalidad y paz en los asuntos, pues el demonio astuto y taimado pretende destruir lo que le perjudica.

Los dones carismáticos y exorcísticos, provienen de Dios, y dan claridad en los asuntos.

Visión y discernimiento de demonios, saber cuantos son, sus nombres, como entraron, porque entraron, uso de objetos ritualizados y donde estan, personas afectadas y errores cometidos (pecados).. todo lo que ayúde a la conversión de la persona y ayúda en su liberación.


Si hay acciones, es el Espíritu Santo, en su poder ilimitado.

Los "dones" del demonio, son prestados por comunicación a los satanistas, brujos, espiritistas y tantos otros engañados en falsas doctrinas como reiki, nueva era, "angeologia" etc...

Consisten el "decirle" al medium, cosas de la vida presente y pasada de alguna persona, para deslumbrarla, conseguir su atención, confianza, y el seguiente paso, seria, dejarse guiar a plena conciencia, cayendo mas y mas en el pozo del demonio con sus consecuéncias.

San Miguel arcángel, siempre vence al mal.

Si hay acciones, es el demonio. (Con su poder limitado).




Vuelvo a mis palabras del princípio;

... Los dones sobrenaturales pueden venir de Dios como bendición para conceder ayúda extraordinaria al discernimiento y comprensión de los casos de posesos, o bien.. pueden venir del maligno, actuar aparentemente bien.. pero.. inteligentemente ir socavando la unidad y buscar conseguir la desunión del grupo de oración de apoyo y la renúncia del sacerdote exorcista.

Del mundo eclesial, es sabido que el diablo (del griego dia bolos, latín diabolus) el que divide...  busca la división de sus enemigos, de todo lo que pueda, y sobre todo de los grupos de oración, mas, si estan dedicados a la liberación de las personas afectadas por el adversario.

Los pseudo-dones, que aparentemente pueden ser buenos, si van creando efectos de división entre los orantes, por acusaciones, celos, envidias, orgullo o soberbia.. en esa "persona carismática" desde luego no está Dios, pues Dios es paz, amor, tranquilidad y discernimiento claro, la mentira, engaño y confusión, sólo puede venir del demonio.

Por sus frutos se les conocerá.

Somos humanos, somos débiles, podemos caer en la tentación... por eso, y mas, si nos dedicamos a este ministerio, debemos ser fieles a la palabra de Dios y a las obras, humildes y servidores, el último de todos, y todos con este espíritu lograrán salvar las trampas del maligno.

Lamentablemente, hay grupos que comenzaron con una bendición, y acaban desunidos, y peleados, la persona que tiene el pseudo-don.. suele acabar descubriendose que en realidad tiene una afectación demoníaca. El demonio no puede esconderse por siempre.

Grupo desunido, sacerdote exorcista tentado al abandono del ministerio...

¿Quién vence en esta pequeña batalla? el adversario, aunque en la guerra final, vence Dios.

Estamos en medio de un combate espiritual, seamos dignos luchadores de la Luz, de Dios.

1 Pedro 5,8

Sean sobrios y estén siempre alerta, porque su enemigo, el demonio, ronda como un león rugiente, buscando a quién devorar.

Consejos para laicos.