Alice Cooper, la estrella del rock
maldita,
ha abandonado el mundo de lo satánico y ha vuelto al mundo de
Cristo. Su verdadero nombre es Vincent Damon Furnier, pero tomó el
artístico de Alice Cooper porque ésta era una bruja y una hechicera de
las que fueron matadas en Salem, Estados Unidos, a finales del siglo
XVII a manos de unos protestantes radicales.
La influencia de su mujer
Todo comenzó gracias a la influencia de su mujer, Sheryl, con
quien lleva casado cerca de 40 años y con quien tiene 3 hijos. El
problema venía de antiguo. Alice tenía una gran adicción al alcohol y su
vida era un auténtico desastre. Entonces Sheryl le animó a visitar una
iglesia evangélica en donde podrían ayudarlo.
El pastor, cuenta el propio Cooper, le lanzó “un sermón incendiario
sobre el infierno“, que llegó a tal grado que el músico se le fueron las
ganas de ir allí y seguir mofándose de lo sagrado. En otra entrevista, Alice Cooper lo confirma con rotundidad: “Yo quiero decir: ¿tengan cuidado! Satanás no es un mito; no vayan por ahí creyendo que Satán es una broma”.
El que antes era un modelo para algunos cantantes, ahora ha sabido encontrar su sitio: “No quiero convertirme en una celebridad cristiana”, ha asegurado en la revista musical Hard Music Magazine, porque “es muy fácil concentrarse en Alice Cooper y no en Cristo. Yo soy un cantante de rock. No soy nada más que eso. No soy un filósofo. Me considero muy abajo en la escala de cristianos conocedores. Así que no busques respuestas en mí”
Alaben a Dios por lo que soy ahora
“Ser cristiano es algo en lo que vas progresando, es una dinámica en movimiento. Uno va aprendiendo. Uno va a su estudio bíblico. Uno debe rezar. Yo era una cosa antes. Ahora soy algo completamente nuevo. No juzguen a Alice por lo que solía ser. Alaben a Dios por lo que soy ahora”, concluye.
Las letras de las canciones de Alice Cooper hablaban de necrofilia, violencia, sexo, alcohol y drogas, y con ellas ha vendido más de 50 millones de discos. Ahora quiere dedicar su vida “a seguir a Jesucristo".
Amen!
3 comentarios:
Doy gracias a Dios por estos maravillosos testimonios, tanto este como el del hermano dominicano, gracias también hermano administrador de este foro, que alegría siento al poder palpar el Poder del Amor de Dios, para Él, dijo el arcángel San Gabriel no hay nada imposible. Bendito sea el Nombre de Jesús.
Dios les colme del mayor fruto de Su Amor, la paz del corazón.
Gracias, Eduardo, siempre un placer verte por aqui. A ver cuando tengo un momento y me paso a leer tu blog. Ya ves, con la ayuda de Dios, voy encontrando testimonios. DIOS TE BENDIGA, un abrazo.
Que impactante testimonio, debo confesar que de entrada la primera foto me asusto, pero ya leyendo, queda claro la conversión.
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