15 oct 2019

El psiquiatra y los posesos

El psiquiatra que presenció más de 100 exorcismos desvela todo sobre posesiones

"Tengo a mucha gente orando por mí". El psiquiatra Richard Gallagher lleva toda una vida dedicándose a luchar contra Satanás y ha publicado un libro en el que lo cuenta



Richard Gallagher, un hombre experto en demonios. (Disclose.tv)


"Son ángeles caídos. Esto es lo que creo. Son mucho más listos que los humanos. Llevan milenios sobre la Tierra". Todos hemos temblado al ver la terrorífica y soberbia película de William Friedkin, 'El Exorcista'. Su mito se extiende a lo largo del tiempo a pesar de que pasen los años y se vea más el cartón en los efectos especiales, muy adelantados para su época pero que ahora con todos los avances cinematográficos quedan ya algo obsoletos. Quizás, la parte que más pavor suscita entre los espectadores es la posibilidad y seguridad de que existen casos reales y no es otra de esas ficciones inventadas por Hollywood hechas simplemente para aterrorizar.


El psiquiatra Richard Gallagher podría ser perfectamente la versión real del padre Damien Karrax, interpretado a la perfección por el actor Jason Miller. Como él, Gallagher ha atendido más de 100 casos de posesiones demoníacas en los últimos 25 años. Estas bodas de plata luchando contra el demonio en el corazón del mundo occidental, Nueva York, se han visto reflejadas en un nuevo libro que acaba de sacar titulado 'Demonic Foes: Experiences of a Psychiatrist in the World of Exorcism'.


Hay muchas historias de personas santas que tenían muchos problemas con demonios


A lo largo de su dilatada carrera como psiquiatra y hombre de ciencias, ha tratado a casi 25.000 pacientes cuyos síntomas no tenían nada que ver con Satanás y sí con el cerebro o las enfermedades mentales. Sin embargo, muchos de los casos de sospechosa posesión demoníaca han sido transferidos a él por sacerdotes y hombres de fe. Como el padre Karrax, Gallagher es una persona que pulula en ambos terrenos: el de la psiquiatría y el de la fe. "Nunca me ofrecí voluntario para desempeñar este trabajo", reconoce en una entrevista a 'The Daily Mail'. "Tal vez, pensaron que era una persona de mente abierta o lo que sea. Probablemente, aquellos curas sabían que yo era un católico creyente y poco a poco comencé a pensar que era una especie de experto en casos así".


Gallagher establece dos tipos de casos relacionados con el asunto. Están las "posesiones", en las que "un espíritu maligno controla a una persona", y las "opresiones", en la que "dicho espíritu maligno ataca y sabotea a su presa, pero nunca toma su personalidad". Pero lo que todo el mundo seguramente se esté preguntando: ¿Cómo se llega hasta ahí? ¿Cuál es la causa? "No es aleatorio, en absoluto: siempre hay una causa discernible. La más común es que hayas recurrido al mal o al ocultismo. Y, de forma paradójica, cuando intentas alejarte de ello, el mundo demoníaco ya tiene una influencia directa sobre ti. Incluso puedes haber hecho un pacto con Satanás y al intentar salir, eres castigado. Esta es la razón más común por la que las personas son atacadas por algo así", sentencia.

En muchos casos, creer férreamente en Dios no te salva; al contrario. "Hay muchas historias de personas santas que tenían muchos problemas con demonios", avisa. El exorcista pone de ejemplo a una mujer de mediana edad que se dedicaba a las labores benéficas, tenía fe y ayudaba a los más necesitados. "Precisamente porque era muy santa y realizaba obras caritativas para los demás, estaba poseída", relata. "Creo que fue atacada porque al demonio no le hacía gracia su nivel tan alto de santidad. Todas sus pruebas médicas fueron negativas, sus análisis de sangre revelaron que estaba todo bien. No parecía tener ninguna otra enfermedad médica o psiquiátrica. Tenía hijos, una familia normal, pero todo se fue al traste cuando Satanás entró en su cuerpo". Si Dios permíte la prueba, el paciente que es firme en la fe recibe premios de Dios, y el demonio, como siempre, acaba perdiendo Nota del colaborador que ha expuesto este post.

Richard Gallagher creció como un devoto católico en el seno de una familia de cinco hijos formada por un abogado irlandés y un ama de casa. Desde muy pequeño, asistió a la misa dominical y estudió en el reconocido instituto católico Regis en la ciudad de Nueva York antes de ser aceptado en Princeton. "No sabía lo que quería hacer. Pensaba en ser abogado, profesor o alguna cosa por el estilo. Me gustaba ayudar a la gente, así que cuando estaba en Princeton y conocí a unos cuantos compañeros que querían ser médicos, comencé a interesarme por el tema. Por esa época me encantaba leer y eso me llevó a interesarme en las ideas psicoanalíticas. De ese modo, junté mi afán por ayudar a las personas con mi interés por la psiquiatría, y conseguí hacerme médico psiquiatra", relata.


Sienten un placer sádico a la hora de destruir a aquellos que todavía pueden salvarse


Sin embargo, a medida que su carrera avanzaba, se intensificó su conocimiento por el mundo de los espíritus malignos. Asegura que ha viso alrededor de cuatro casos por año, pero ha oído hablar de cientos más, especialmente en las reuniones de la Asociación Internacional de Exorcistas con sede en Europa. Su prueba de fuego iniciática fue una mujer que había incurrido en rituales satánicos durante su juventud y que afirmaba sentirse atraída por el Maligno desde siempre. "Ella hizo algunas cosas espeluznantes, en las que no quiero entrar. Cuando el demonio entró en su cuerpo, fue realmente violento. Le bloqueó muchos de los sentidos, sobre todo el oído y teníamos que comunicarnos con ella con papel y bolígrafo", menciona.


¿Qué razones hay detrás de que Satanás entre en tu cuerpo? "Los espíritus malignos se apoderan de las personas porque odian a Dios y a los humanos", señala Gallagher. "Tenemos la capacidad de amar y volvernos hacia Dios; ellos no. Tomaron sus decisiones y odian la imagen de Dios en los seres humanos. A decir verdad, odian a los humanos, es decir, no solo quieren destruirnos espiritualmente, alejarnos de Dios, sino que parecen sentir un placer sádico a la hora de destrozar a las criaturas que todavía pueden volverse hacia Dios, su mayor enemigo. Criaturas que pueden amar. Han rechazado la idea de la bondad y el amor de una forma perversa", puntualiza.



Perfecto día para un exorcismo. (Fotograma promocional de 'El Exorcista', 1973)


Los demonios, según Gallagher, exhiben poderes extraordinarios tales como el conocimiento de la vida personal y la clarividencia divina. En una ocasión, uno de los poseídos le reveló la enfermedad por la que su madre murió: cáncer de ovario. "Ese espíritu malvado sabía cómo murieron los padres de otras 15 personas, no solamente cómo lo hicieron los míos", arguye.


Otro caso: una mujer de 30 años que era miembro de un asociación de ritos satánicos y que estaba pensando en retirarse. Fue en ese momento cuando el demonio actuó y entró en su cuerpo. "Estaba en la parte de atrás del coche cuando entró en trance y empezó a vomitar insultos y cosas muy crueles. Al cabo de unos minutos, cayó inconsciente y cuando despertó, no recordaba nada. Después de unos meses, estaba hablando por teléfono y de repente me saltó su voz diciendo: '¡Déjala en paz, cura putero!'. Fue horripilante", explica Gallagher.


Mucha gente ora por mí. No veo al demonio por todas partes, pero el diablo existe


"En general, no es una creencia marginal dentro de la sociedad estadounidense", analiza el psiquiatra. "Es más bien popular. Las encuestas muestran que probablemnete cerca del 60% de la población cree en el demonio. Entiendo que creer en Satanás no es una creencia muy reconfortante que se diga. Existen teorías alternativas. Cuando he visto alguno de estos casos, te das cuenta de que esto claramente no es algo que pueda ser explicado por la psicopatología ni nada de eso", sostiene.


Y a pesar de haber sido testigo del mal durante tantos años, no afirma estar especialmente preocupado de que un día el diablo venga a por él. Se escuda en su fé y en la fe de los demás. "Tengo mucha gente que ora por mí", concluye. "Así como estoy harto de negar que el diablo no existe, no veo al demonio en todas partes.

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