Es exorcista porque ha realizado actos de exorcismo, pero aclara con énfasis, “no he sido nombrado exorcista, para eso se requiere un nombramiento del obispo, y el cardenal de Guadalajara ha decidido que no hace falta hacer el nombramiento de uno”, no obstante sus experiencias con el demonio, Satanás, Luzbel, Belcebú el Diablo o el Demonio, nuestro entrevistado de la semana, el sacerdote J. Jesús Ceja Álvarez, agrega: “el demonio tiene muchos títulos, ‘Príncipe del Mundo’ lo llamó Cristo, entendiendo como mundo, lo que es material, las tentaciones”.
El padre Álvarez conoce de primera mano el trabajo del demonio, sabe cómo actúa, en quiénes puede actuar y de quienes se puede apoderar Satanás, sobre todo de personas buenas e inocentes. Entrevistado después de dos días de un retiro espiritual que encabezó con decenas de fieles en la iglesia Providencia de Dios, el sacerdote lamenta que “el mundo actual no sea favorable para la fe y esto se ve en la división de familias y de matrimonios”.
El sacerdote michoacano, autor de ocho libros sobre la fe y la espiritualidad de los cristianos, coincide en que la guerra de los cristeros, de 1926 a 1929 en la que murieron miles de mexicanos defendiendo su fe católica, sembró sangre mártir en los campos de los estados de Michoacán y Jalisco por lo cual es de donde más sacerdotes han surgido en las últimas décadas.
Las fuerzas del mal, que –nos señala- son reales y evidentes, es tema que ha ocupado al Padre Jesús desde iniciada su vida sacerdotal y nos declara cómo la Biblia cita la existencia del demonio en el Antiguo y en el Nuevo Testamento. “De que el demonio existe es indudable, las Sagradas Escrituras lo señalan en múltiples ocasiones” y cita: “San Pablo lo menciona en la carta a los efesios, Capítulo Seis ‘sé que vuestra lucha no es contra los seres de carne y hueso sino contra el demonio’”. San Pedro nos dice que ‘debemos estar alertas porque el enemigo, el diablo, ronda constantemente buscando a quién matar’”.
Preguntamos ¿Por qué no se habla del demonio en los sermones dominicales?. “Puede ser una omisión que en un momento se podría explicar o justificar porque la prédica debe poner como ejemplo el amor de Jesucristo. Sin embargo, el Papa Benedicto XVI ha lamentado que no se trate convenientemente y que de este tema se hable muy poco, puesto que es importante señalar a los fieles los peligros que le acechan. Advirtiendo, para que no caigan en las tentaciones del mal”.
Además de las Sagradas Escrituras se sabe de la experiencia en las vidas de los santos que lucharon literalmente a brazo partido. “Ellos han experimentado enfrentamientos contra el Espíritu Maligno, como el Santo Cura de Ars, al grado de que el Demonio le quemaba su ropa y le tiraba al suelo su comida. Otro santo que da testimonio, es San Pío de Pietrachina quien mostraba las heridas tras sus luchas cuerpo a cuerpo. Sólo eso puede ser suficiente para probar de que sí existe Satanás y que tenemos que luchar contra el mal”.
Datos sobre la existencia del demonio y del infierno, no sólo son bíblicos sino también históricos, según nos cuenta el sacerdote en forma abundante: “la Santa Virgen de Fátima, permitió a los pastorcitos ver el infierno y como caían a las llamas muchas personas, momento a momento”.
“Sólo la Iglesia Católica cuenta con exorcistas, debido a su experiencia en el tema, no por nada “es la portadora de los deberes de liberar al hombre del mal.”. Más adelante agrega que “exorcitar es la liberación de una persona de las fuerzas del mal”.
Si como se ha dicho, Dios es amor y es todopoderoso, ¿por qué permite la existencia del Demonio? ¿Por qué existe el infierno?. “Se debe de descartar que Dios es el que castiga. Al infierno se va uno por sus pecados y se gana el premio del castigo. Dios es poderoso pero respeta ciegamente la libertad que le dio al hombre”.
“El demonio se refleja en las malas acciones de los hombres. El pecado se originó con las tentaciones de Satanás quien existe desde antes que la misma humanidad cuando se vivía un reino angélico”.
Sobre la personas candidatas a poseer el demonio nos indica que “todo ser humano está en peligro de ser poseído por Satanás. Personas buenas y malas. Por eso cada ser humanos debe mantenerse implorando la Gracia de Dios. Pero quienes reciben los dones de Dios deben tener más cuidado. Porque, si no somos humildes y sencillos al recibir estos dones y nos dejamos atrapar por la soberbia, este mal sentimiento nos puede llevar a una contaminación del mal y creernos santos y superiores a las demás personas, viendo a los demás muy chiquitos y en eso consiste la soberbia”.
El sacerdote no es ajeno al tema del abuso sexual de ciertos sacerdotes con los niños, sabe de la pederastia reportada principalmente en México y los Estados Unidos, y reconoce que el mundo en que nos ha tocado vivir no es propicio para nuestra fe. No obstante dice que “la prensa sabe de un caso de abuso y con morbo repica la misma noticia una y otra vez” y recordó que “esto no solo está pasando en la Iglesia Católica, sucede en otras religiones con pastores y entre los budistas”. Hace recordar la condena a estos casos ocurridos entre los católicos, por el Papa Benedicto.
El Rev. Álvarez, de 53 años de edad, prepara un noveno libro ya titulado: “Prácticas de una vida cristiana que llevan a la total sanación y liberación”.
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