El sacerdote de Briones Abelardo Pérez lleva 15 años tratando casos de
posesión diabólica en Guatemala, con el permiso del obispo de Sololá.
«La práctica de la brujería, con todo el cortejo de
miserias que la rodean, de odios y ambiciones, de envidias y venganzas,
abre las puertas a la acción de Satanás sobre los humanos». El padre
Abelardo Pérez Ruiz llegó de España a Guatemala 23 años atrás. Dejó La
Rioja para colaborar con el obispo de Sololá en la formación de los
sacerdotes que acuden al Seminario Mayor Nuestra Señora del Camino.
Nacido en Briones hace 58 años, comenzó a conocer el mundo de las
personas que sufrían trastornos vinculados a la brujería y el satanismo,
padecimientos que la ciencia no acertaba a explicar.
Tras quince años de experiencia y cientos de casos a sus
espaldas -hasta hace un año con la ayuda del también sacerdote riojano
Ángel María Pascual, que ahora ha regresado a su tierra-, hoy es uno de
los exorcistas más prestigiosos de Centroamérica.
«En España, la brujería puede tener muchas acepciones,
pero en Guatemala significa el arte de entenderse con el demonio, de
invocarle, de solicitarle favores, igual da que sean buenos que malos.
Desde la curación de dolores de cabeza, de estómago, o los favores de
una mujer -esté casada o no-, o hacer daño a un familiar porque no
reconoce el derecho a unos dineros», explica el cura riojano.
Porque en muchos pueblos del centro y el sur del
continente americano, el brujo es un profesional, los hay como
champiñones y a los que muchas veces se profesa una fe ciega en los
procedimientos supersticiosos que emplean». Se han aprovechado, además,
de antiguas civilizaciones precolombinas como la Maya para, a través de
sus ritos y vestimentas, causar mayor impacto entre la gente más
ignorante y desprotegida. En Guatemala estas prácticas están demasiado
extendidas.
El primer caso
El primer caso con el que se encontró el padre Abelardo,
según confesó a la periodista guatemalteca Gemma Gil Flores, fue el de
una posesión diabólica en una chica de 17 años, curiosamente cuñada de
un seminarista. «Su personalidad se transformaba por momentos, le
molestaba si rezaban cerca y era incapaz de soportar el agua bendita.
Eran reacciones propias de una persona poseída por una fuerza espiritual
negativa que no consiente los signos cristianos. De repente, caía de
rodillas y se ponía a rezar de forma fervorosa e, de manera inesperada,
se transformaba en una especie de monstruo profiriendo insultos, gritos y
rechazos». Abelardo y Ángel Mari lo estudiaron en profundidad, al
tiempo que solicitaron la pertinente autorización al obispo de Sololá,
sin la cual ningún sacerdote puede practicar un exorcismo. Pronto nos
cercioramos de que se trataba de una posesión», confirma.
Fue entonces cuando el obispo de la diócesis le encomendó
esta misión que, aclara el padre Pérez, «nada tiene que ver con lo que
se ve en las películas».
Desde luego, trabajo no le faltado desde entonces. «Está
tan solicitado el demonio, el espíritu del mal, por unos y por otros
-argumenta el padre Pérez-, que no es de extrañar su presencia dentro
del misterio de su acción entre los hombres, en sus vidas y hasta en sus
cuerpos». Recalca el sacerdote de Briones que todos los que invocan al
maligno son bautizados y que «nos encontramos ante un misterio, como lo
afirma expresamente el Catecismo de la Iglesia Católica». «El
tratamiento de estos casos -profundiza- nos ofrece a los sacerdotes la
posibilidad de llevar a cabo una cura pastoral de resultados muy
positivos. Por lo general, los afectado suelen acudir primero acudir a
los médicos y, sobre todo, a los psiquiatras. Pero cuando se les cierra
toda posibilidad y su mal sigue atormentándoles, entonces acuden a
nosotros».
El mero hecho de que el religioso les atienda y les
escuche, tanto a ellos como a sus familias, les hace mucho bien.
«Nuestra misión primordial es acercar a estas personas a Dios a través
de la oración y de los sacramentos, acercarlos a la Virgen. Son las
mismas armas pastorales que empleó Jesús, tal como nos narran los
evangelios. No hacemos otra cosa que rezar y ayudar a rezar».
Pero todo no es tan austero. El exorcismo tiene sus señas
de identidad, esa parafernalia que ha sido conveniente exagerada a la
hora de llevarlo al cine. Por eso el padre Abelardo le resta cualquier
viso de montaje dramático. «El exorcismo es una oración ritual,
dispuesta por la Iglesia, que incluye letanías a los santos, un salmo
responsorial y un pasaje bíblico. También se practica la imposición de
manos, una profesión de fe, una renuncia expresa a Satanás y a sus
falacias, para concluir con una conjura al demonio para que, por medio
de la oración, su presencia maligna abandone ese cuerpo cristiano al que
está manipulando». Aunque son minoría, en los casos de posesión
diabólica los afectados llegan a perder la conciencia y llegar a ser
«manipulados de forma despótica por el espíritu impuro». Añade el
sacerdote riojano: «El diablo habla por su boca, dicen cosas
incoherentes e irreverentes hacia los objetos sagrados; la persona sufre
malestar cuando se reza, si se le da un rosario, termina rompiéndolo,
mira con odio las imágenes de la Virgen, grita si se le rocía con agua
bendita e intenta esquivar la estola... Ni las manos del sacerdote
soporta».
Vejación y posesión
Sin embargo, la mayoría de las veces estas gentes
enfermas no están poseídas en sí mismas, sino afectadas por lo que los
expertos denominan «vejación», un estado que anula su voluntad de forma
temporal. Por el contrario, quienes llegan a padecer una auténtica
posesión diabólica ven cómo su voluntad queda completamente anulada.
«Estas personas -explica Pérez Ruiz- son maltratadas por el espíritu del
mal a través de sustos, de sombras que aparecen y desaparecen en sus
casas, de ruidos extraños, de miedos inexplicables que generan ansiedad,
de trances de desesperación y accesos de angustia, que,
científicamente, no tienen explicación. Porque, además, las vejaciones
vienen acompañadas a problemas de salud tal como dolores de cabeza, de
estómago, de nuca, de garganta, de ovarios o de vientre».
La paciencia es una de las cualidades del exorcista, pues
los casos de posesión no se solventan en una sesión ni en dos. Una
joven -«gran cristiana», específica- necesitó veinticinco sesiones.
Aunque el caso más fuerte con el que se ha cruzado fue el de una mujer
de 30 años, quizá la más sana de la familia, que desarrollaba una fuerza
física descomunal, hasta el punto de que había que sujetarla entre
cuatro o cinco personas. «El maligno no se manifestaba a través de la
palabra, pero se reía de forma burlona. Gracias a Dios, ahora está
totalmente recuperada».
10 comentarios:
Me parece muy interesante el post y sobre todo el concepto de "vejación" en el sentido de anulación de la voluntad pero de manera temporal.
No lo sabía, pensaba que la vejación era mas bien el incordio o tortura del demonio pero sin afectar la voluntad del vejado. Y me gustaría poder profundizar en este concepto para comprender cual es el mecanismo y las diferencias con la posesión de manera mas precisa, mas exacta.
Un saludo.
"...la mayoría de las veces estas gentes enfermas no están poseídas en sí mismas, sino afectadas por lo que los expertos denominan «vejación», un estado que anula su voluntad de forma temporal."
La vejacion, es un ataque que puede ser interno o externo, las cosas se han de explicar muy bien, pues puden llevar a confusion. En un post pasado "LIBRE ALBEDRIO Y DEMONIO". Se habló de este tema, yo, no creo que se haya estado acertado este sacerdote en que se anula temporalmente la voluntad, a menos que esto quiera decir, interiorizar o exteriorizar rasgos de posesion, donde ya de por si es el demonio quien actúa otra cosa es que la persona debilitada, acceda a hacer lo que no quiere... pero dudo mucho que una persona hiciese el mal propuesto que no quiere... cuesta incidir explicando muy claramente en estos conceptos.
Muchas gracias por su respuesta.
Hace tan solo un año y medio yo ni siquiera creía en la existencia del demonio por lo que ahora no puedo estar completamente seguro acerca de mis percepciones sobre esto.
Pero me hizo reflexionar, por ejemplo, cuando el Padre Fortea comentó en un escrito que el demonio le atacó físicamente sobre un brazo mientras estaba exorcizando a un poseso. Creía que esto era imposible, que el maligno no podía atacar físicamente a un exorcista, pero parece que bajo determinadas condiciones, o quizás excepcionalmente, sí lo puede hacer.
Con el tema de la anulación momentánea de la voluntad me ocurre algo parecido, pensaba que era imposible, pero luego he visto situaciones en las que parece que no haya dudas sobre ello.
Y no solo con las personas, incluso hasta he visto animales como perros o aves, que actúan como teleguiados, como hipnotizados durante unos segundos afectando a quienes estén allí para contemplar la escena.
Un saludo cordial.
Mi opinion particular de la vejacion externa, transformada en interna, que sufrió el padre Fortea (creo recordar que fué notar como le clavaban un cuchillo en el brazo) Dios lo permitió, creo yo, de forma instructiva, para que discirniese en cuanto a las formas (permitidas por Dios) en el obrar del demonio, y obtener este y otros discernimientos... pero no, y esto es mas importante, como para creer que los sacerdotes o los buenos laicos, no estuvisen protejidos por Dios.
Todo buen cristiano está siempre protejido por Dios.
Sin duda.
En cuanto a las percepciones de perros y animales guiados, pueden ser producto de la mente de la persona, mas bien, raro ese proceder en el demonio que hace muchas tonterias eso si, podria provocar una tentacion de percepcion en la persona, pero mas bien, segun lo expresado por el posteador no sea mas que una exceso de preocupacion, esteril, en esa persona, estoy seguro que es lo que es.
Lo digo en base a lo que conozco de su trayectoria personal.
Y con todos mis respetos.
Dios te bendiga.
Visto Bueno.
Saludos, donde puedo contactar al sacerdote, alguien que conozco necesita ayuda
Hay que preguntar en el obispado.
Saludos, aún esta el padre acá en Guatemala? Hay forma de contactarle?
Hola, buenos días.
Lo desconozco, pregunte en la archidiocesis o en el obispado.
Yo confio y Necesito ayuda
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