El acto de oración que unió a los cristianos hace fracasar la “misa negra” de Oklahoma
Pese
a que finalmente se celebró el acto blasfemo en un local público, el
satanista que organizó el acto se quejó de la escasa asistencia
argumentando que se debió a la presencia de cientos de cristianos que
rezaban en los aledaños del centro cívico.
Los líderes de las confesiones cristianas de Oklahoma encabezando la marcha /Oklahoma
Pese a la multitudinaria reacción ciudadana el ayuntamiento de Oklahoma permitió que este acto blasfemo se celebrará en un local público alegando que cumplía todos los requisitos para que se celebrara.
Sin embargo, aunque los satanistas se salieron con la suya y pudieron realizar su “misa negra” no fue tan multitudinaria como ellos esperaban a pesar de que sí pudieron corromper y vejar una imagen de la Virgen María. De hecho, fue un fracaso para ellos porque acudió muy poca gente. Y el organizador del acto, Adam Daniels, condenado por abusos sexuales, lo achacó a la movilización de los cristianos de la ciudad.
Y es que el acto satanista y provocador de Daniels provocó la unión de todas las denominaciones cristianas de la ciudad, que se concentraron a las puertas del centro cívico para una marcha por la paz y un acto ecuménico de oración como respuesta a la misa negra.
Cientos de católicos y protestantes desfilaron y oraron juntos. Gente joven, familias con niños y personas mayores se concentraron en este acto de reparación que provocó que muchas de las personas que tenían previsto acudir al acto satanista finalmente no lo hicieran.
Desfilaron frente al centro cívico y pasaron por la catedral católica hasta una iglesia metodista. Unidos por el brazo los líderes de las denominaciones cristianas –bautistas, católicos, metodistas, luteranos, episcopalianos, presbiterianos y pentecostales– encabezaron la marcha en la que llegaron al templo para allí cantar “Amazing Grace”, tal y como informa NewsOk.com.
Después, mientras un grupo rezaba el Rosario otro interpretaba una canción llamada “Víctoria de Cristo” que acabó con un entusiasta “¡Aleluya!” llevado a cabo por los presentes.
Uno de los momentos más emotivos se produjo cuando un sargento de policía que estaba de servicio se unió a la cabecera de la marcha de los cristianos de Oklahoma. Posteriormente, realizó una oración por los policías y militares, lo que provocó la ovación de los presentes.
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