Sagrario del Altar el nido de tus más tiernos y regalados amores. Amor me pides, Dios mío, y amor me das; tu amor es amor de cielo, y el mío, amor mezclado de tierra y cielo; el tuyo es infinito y purísimo; el mío, imperfecto y limitado.
Sea yo, Jesús mío, desde hoy, todo para Ti, como Tú los eres para mi.
Que te ame yo siempre, como te amaron los Apóstoles; y mis labios besen tus benditos pies, como los besó la Magdalena convertida.
Mira y escucha los extravíos de mi corazón arrepentido, como escuchaste a Zaqueo y a la Samaritana. Déjame reclinar mi cabeza en tu sagrado pecho como a tu discípulo amado San Juan. Deseo vivir contigo, porque eres vida y amor.
Por sólo tus amores, Jesús, mi bien amado, en Ti mi vida puse, mi gloria y porvenir. Y ya que para el mundo soy una flor marchita, no tengo más anhelo que, amándote, morir.
El amor de los amores, Jesús sacramentado, oración de santa Teresa de Lisieux.
No hay duda que la perfección en todo es de Dios, amor de los amores, El, que nos amó primero...
Los demonios tras su desfiguración por el pecado, perdieron el don de amar, jamás podrán volver a amar.
*Nota; algunos/as satanistas dirán que el demonio les ama, pero sólo les engaña y utiliza, pues son las manos que el adversario no tiene, pobres engañados, pobre futuro les espera si no cambian en esta vida terrenal, pobres...
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