3 jun 2014

Demon lo intenta


La Caída del demonio, de Gustavo Doré

Lucas 10, 17-18

17 Los setenta y dos volvieron y le dijeron llenos de gozo: «Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre».


18 El les dijo: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. 


Hoy, como en alguna otra ocasión hago, escribo un texto libre, desprendiendo impresiones.

El texto de hoy va en referéncia a la actitud de demon, ya habréis leido, bastantes relatos de sacerdotes exorcistas, de personas afectadas por el mal, de luchadores, y siempre vencedores en esta lucha desigual, donde Dios siempre ha de vencer.

Al demonio, le va mejor, trabajar oculto, pero su odio, su rabia que le supera y que ha nublado su entendimiento e inteligencia, tantas veces le puede.

Se manifiestan cosas raras en los posesos, que hace encender la luz de alarma en el mismo y sus familiares, y antes o después acaba en un sacerdote exorcista.

En otras ocasiones, permanece oculto, bien oculto, pero salta, cuando la persona va a un lugar sagrado, pues las cosas de Dios le queman. Hay muchos casos así como en Medjugore, aunque no es el único lugar santo donde este tipo de situaciones se suceden.

Evidentemente, el demonio, por boca del poseso, habla sin tapujos ante el exorcista.

Esa inteligencia se muestra.

En otras ocasiones, Dios permite que se muestre en el camino de santidad a las personas, para que se vea que es una cuestión real.

Pero hay otras ocasiones, que al demonio, su rabia, su odio, su inquietud insana por algo que no le gusta, le traiciona y le haga mostrarse ante algo que le inquieta, le preocupa, y le duele muchísimo, ahí, no se puede estar quieto, y protesta a su manera, aún a sabiendas que ese acto le perjudique, pues sabe que mostrarse ante esa persona en camino de virtud, el único efecto que va a tener es; que la persona se vuelva mas devota que antes.

Volviendo al tema principal del post, el demonio lo intenta, generalmente es así, lo poco que Dios le permite hacer, eso intenta con todas su fuerzas, inercia aumentante de su odio de alma enferma de condenado sin remisión.

Ya sabemos que tienta a todos, busca la debilidad personal y ahí se ceba, lo mejor es no hacerle caso, no hacer caso de esas tentaciones, y si caemos, confesion, levantarnos de la mano de Jesús y a seguir caminando.

Procurando siempre rechazar toda ocasión de pecar, no yendo a personas, situaciones o lugares inadecuados.

Sabedores que está por ahí, pero sin preocuparnos lo mas minimo, el buen cristiano practicante ya está protegido por los sacramentos.

Como se ha leído alguna vez en este blog, al demonio, ni se ha de pensar que no existe, ni se le ha de ver en todas las cosas, lugares o situaciones.



La vida sigue bajo la luz de Dios.

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