28 abr 2014

Poseso por la ouija (II)

Lucifer le poseyó tras hacer "ouija"


Hay muchos casos de posesión diabólica en jóvenes que flirtearon con la “ouija”.
Por desgracia, son ya multitud los que han practicado este popular juego como si fuera el parchís o la oca, cuando en realidad es una peligrosa forma de espiritismo doméstico.

Añadamos antes de relatar uno de estos casos, que el término “ouija” deriva de dos palabras con idéntico significado: el “oui” francés y el “ja” alemán (“sí”, en ambos casos).
Desde su comercialización, a principios del siglo XIX, el conocido también como “tablero parlante” puede adquirirse hoy en cualquier tienda esotérica o de santería.
El juego consta de un tablero del tamaño de un ajedrez normal con unos símbolos bien diferenciados: una luna, un sol y las palabras “sí” y “no”, entre las cuales figura escrito “ouija”.
En el centro hay un alfabeto en dos líneas y justo debajo, en una tercera línea, los números del 0 al 9, junto a otros símbolos cabalísticos.
Los participantes colocan sus dedos sobre un triángulo de madera bien pulido o un vaso de cristal. Cualquiera de estos objetos se desliza luego solo por las letras hasta conformarse el mensaje de un espíritu tras el cual se esconde siempre el demonio.

Y si no, que se lo pregunten a Antonio, que con sólo 15 primaveras practicó ya la “ouija” con tres amigos en casa de uno de ellos.
Una tarde se congregaron todos con gran expectación en torno al “tablero parlante”. Poco después consiguieron comunicarse con espíritus de otro mundo; entre ellos, el presunto abuelo materno de Antonio, fusilado en plena Guerra Civil española… “¡Ojalá que no lo hubiera hecho nunca!”, se lamentaba Antonio cuando fué entrevistado para el libro Así se vence al demonio.

Admitió que lo hizo por curiosidad, y porque “le molaba mucho el suspense”, como a la mayoría de los jóvenes.
Desde aquel día empezó a sentirse extraño, pues tan pronto estaba de buen humor como se irritaba con su familia por cualquier tontería. Se volvió muy suspicaz y antisociable. Permanecía las tardes del fin de semana encerrado en su habitación, con la música a todo volumen, hojeando libros y revistas de parapsicología y esoterismo que él mismo introducía en casa sin que su madre se enterase. Llegó un momento en que dejó de ver a sus amigos.
Díce Antonio, convencido, que fue el demonio quien le apartó poco a poco de todos sus seres queridos, hasta convertirle en una persona egocéntrica e irascible, incapaz de hacer algo positivo en beneficio propio y de los demás.

Una noche se despertó sobresaltado al sentir un golpe fuerte en el estómago. El demonio le molió a palos aquella madrugada y otras muchas, dejándole el cuerpo amoratado. Las señales de los golpes parecían quemaduras. Tenía también cicatrices repartidas por las piernas y cortes en la piel. Pero lo que le sucedió a él fue cosa de niños comparado con la suerte que corrieron los tres amigos que hicieron “ouija” con él: murieron todos en menos de un año.

Alberto falleció dos años después de la primera sesión de espiritismo, tras un trágico accidente de circulación en el que su motocicleta fue arrollada por un todo-terreno al salir de noche de una discoteca para dirigirse a su casa.
A Eduardo lo hallaron muerto por una sobredosis de heroína. Al poco de empezar con el espiritismo, contactó con un camello que le introdujo en el mundo de la droga. Del hachís pasó muy pronto a inyectarse heroína con una jeringuilla; y de ahí, al otro mundo.
Finalmente, a José Manuel lo encontraron también muerto en su dormitorio, al parecer a causa de una trombosis cerebral pese a que tenía sólo diecinueve años.
Entre tanto, los padres de Antonio llegaron a pensar que a su hijo le faltaba un tornillo y le pidieron hora con el psiquiatra, que rompió a reír en cuanto le contó lo que le sucedía. Evidentemente, si el médico no creía en Dios, menos iba a hacerlo en el diablo.
Así que les dijo a sus padres que estuviesen tranquilos porque no veía nada anormal en su cerebro, y recetó al paciente unos tranquilizantes para que descansase por las noches. Eso fue todo.

Así estuvo Antonio dos o tres meses, sin que el demonio dejase de maltratarle. Desesperados, sus padres le llevaron a un segundo psiquiatra e incluso a un tercero, los cuales, como el primero, confirmaron que estaba en su sano juicio.

Fue entonces cuando los padres de Antonio recurrieron al Obispado, donde les remitieron a un exorcista de la diócesis. En la primera sesión, el sacerdote reparó enseguida en la gravedad de su posesión. Intentó expulsar al demonio con todo tipo de oraciones, pero se dio cuenta de que era demasiado fuerte para él. Consultó entonces con otro exorcista, que resultó ser el Padre Salvador.
Pese a su dilata experiencia, el exorcista de Cartagena (Murcia), las pasó también canutas. Sobre todo, al ver que Antonio rompía una y otra vez las ligaduras que le mantenían inmovilizado en la camilla.
Al fin, debilitado, el diablo acabó revelando su nombre: admitió ser el mismísimo Lucifer, la mano derecha de Satanás.
Hablando a través del poseído, advirtió que nunca abandonaría su cuerpo y que iba a causarle la muerte por desesperación. Pretendía también inducir a sus padres al suicidio, provocándoles intensos sufrimientos y vejaciones.

(Siempre dice cosas así el demonio, pero por el poder de Dios, acaba yéndose al infierno).
Muertos de miedo, padres e hijo empezaron a rezar como jamás lo habían hecho en su vida. En los últimos exorcismos, Antonio iba ya a Misa y rezaba el Rosario con sus padres. Poco después, se confesó y comulgó. Al cabo de año y medio de exorcismos, quedó liberado por la Infinita Misericordia del Señor.

25 abr 2014

Poseso por la ouija.

Asediado por el diablo tras jugar a la tabla ouija; su liberación comenzó en la parroquia de Medjugore.

Muchos testimonios coinciden en relacionar la actividad demoníaca con haber participado en juegos o adivinación con ouija.

Guillermo Ortea llevaba una vida aparentemente normal. Casado y padre de cuatro hijos, nada hacía suponer que los problemas que acontecían en su vida y que poco a poco iban minando a la familia, podían tener un origen diabólico, camuflado en lo que parecía un sencillo e inofensivo juego de adolescentes: la tabla ouija.

El último fin de semana de marzo de 2014 Guillermo Ortea contó su experiencia personal ante numerosos jóvenes y padres de familia en Barcelona y Gerona, advirtiendo de los peligros de las prácticas espiritistas.

Él mismo cuenta que hasta quince años después de sus juegos con la ouija no se dio cuenta de que sufría de una influencia demoníaca que afectaba a todos los ámbitos de su vida, hasta llevarle al límite de la desesperación tanto a él como a sus familiares. Ahora da sus testimonio para advertir a los jóvenes que estas prácticas espiritistas no son ningún juego inofensivo.




-Guillermo, eres una persona de oración. En tu casa, a día de hoy, no pasa el día que tu esposa y tú no recéis juntos el rosario. ¿Has sido siempre así?
-No, ni de lejos. Esto es muy reciente. He pasado 35 años de mi vida no teniendo nada presente a Dios. O al menos, muy poco. La familia de la que vengo, en la que soy hijo único, no ha tenido en la fe un referente vital. Tal vez sí cultural, pero no vivencial, como ahora.

-¿Cual es la diferencia entre esa fe cultural y una fe vivencial?
-Rezar con el corazón. Eso marca la diferencia. Una cosa es hacerlo por costumbre, por cultura, por tradición, incluso por obligación, y otra es tener una relación viva, diaria, con Cristo. Tener presente a Dios en todas las cosas de tu vida, no solo los domingos. Para mí, el sentimiento religioso no existió nunca, ni al hacer la Primera Comunión ni nada. Eso empezó a cambiar hace apenas dos años, estando ya casado y teniendo cuanto hijos. Lo aprendí, o mejor dicho, lo recibí, en una peregrinación a Medjugorje.

-¿Antes de esa peregrinación, ibas a a Misa con tu mujer o te confesabas?
-Iba a Misa los domingos porque mi mujer se empeñaba, y a mí me salía más barato ir que pelearme con ella, pero era el primero en salir de la iglesia, nunca me enteraba de nada y lo que dices de confesarme, desde los tiempos del colegio fue algo que no hice salvo para alguno de los bautizos de mis hijos, que también viví de forma cultural. Me hubiese dado lo mismo bautizarlos cristianamente que bautiarlos por el rito hindú.

-¿Fuiste entonces a un colegio religioso?
-Sí, y curiosamente ahí se originaron mis problemas. Fuí a un colegio católico, muy conocido en Barcelona. Mis padres, que no eran personas religiosas, me llevaron ahí con 13 años para ver si me centraba. A esa edad yo ya me distraía demasiado con las chicas y con otras cosas y querían algo más estricto para mí.

-¿Por qué dices que tal vez ahí empezaron tus problemas?
-Porque fue en una de las convivencias para chicos que se organizaban en el colegio donde mi grupo de amigos y yo hicimos el idiota, pero prefiero contártelo más tarde, es importante seguir un orden.

-De acuerdo, tú mismo.
-Cuando mi mujer y yo nos casamos estábamos muy enamorados. Ahora creo que lo estamos más, pero el camino ha sido muy doloroso. Yo diría que incluso hemos llegado al borde, al límite de la separación, lo cual para mí creo que hubiese sido fatal. Me hubiese desesperado y posiblemente no estaría aquí contandote mi vida.

-¿Por qué llegasteis a esa situación?
-Por mi comportamiento inmaduro e ilógico, absurdo en muchísimas cuestiones sin importancia del día a día, y en otras muchas que sí que la tenían. Yo no estaba centrado en mi vida, en atender a mi mujer y mis hijos y siempre estaba distraído con cualquier cosa que me apeteciese a mí.

»Esto poco a poco te va separando de la familia, huyes de tus responsabilidades, y llegamos un poco al límite cuando nació nuestra cuarta hija, porque nació con una enfermedad severa, lo que que te exige mucho más, y yo sin embargo, empecé a dar mucho menos. Me escondía.

-¿Cómo salisteis adelante?
-Mis suegros percibieron que estábamos llegando a una situación límite. Ellos ya vieron que sus rezos se estaban agotando sin que se remediase nada en nosotros y nos ofrecieron, como recurso de emergencia, ir a Medjugorje.

-¿Qué pensaste tú cuando te lo ofrecieron?
-Yo dije a mi mujer: “Perdona, pero yo no voy a dedicar mis vacaciones a estar en un convento ni nada así. No me da la gana, no me fastidies. ¿A qué voy a ir a Medjugorje? ¿Pero eso qué es?”.

- ¿Cómo es que fuiste, entonces?
-Por respeto a mis suegros. Ellos estaban preocupados, y son unas personas que nos quieren mucho. A su hija por supuesto, pero yo sé que a mí también me quieren mucho, y ya que me ofrecían algo por ayudarme, me sabía mal despreciarles. Acepté ir con mi hija Elena. Si Dios existía, que me lo demostrase curándola a ella.

-¿Qué pasó en Medjugorje?
-La pregunta sería mejor qué no pasó en Medjugorje, pero bueno, voy a tratar de resumir aquel segundo día allí.



 -Adelante
-Mi mujer se quiso confesar y fuimos hacia la parroquia. Cuando salió del confesionario fuimos dentro de la iglesia para oír Misa. Esto era durante el Festival de Jóvenes de Medjugorje y el día anterior habíamos oído Misa en la explanada, pero ese día decidimos quedarnos allí dentro, atrás del todo.

»De repente entró una monja en la iglesia, una señora muy delgadita, con el pelo grisáceo, con una rebeca azul, una camisa grisácea y una falda larga de tubo, también azul. Tendría unos cincuenta años y su cara era muy dulce. Transmitía mucha paz. Se sentó al lado de Elenita y empezó a jugar con ella. La peque se quiso sentar en ella. Yo lo intenté evitar pero esta señora dijo que no pasaba nada, y así estuvieron toda la Misa. Había cierta comunicación entre ellas y a Elenita se le notaba estar a gusto a su lado.

»Cuando llegó el momento de ir a comulgar, la monja, en italiano, sin venir a cuento, nos dice: “Vuestra hija no está enferma”. Yo me quedé como aturdido, porque se me juntaron demasiados pensamientos en la cabeza. Primero, quien eres tú para decirme a mí que mi hija no está enferma. Pero al mismo tiempo hubo sorpresa, porque ella no tenía por qué saber que mi hija tiene lo que tiene, ya que no se le nota a no ser que le de un episodio de epilepsia, que no fue el caso.

»Cuando pude reaccionar, le dije: “Mire señora, sí que lo está”. Pero insistió: “No, no está enferma. La niña tiene un bloqueo. Hay algo oculto que la bloquea”. Yo
empecé a pensar que la mitad de aquel pueblo estaba loco. Se me hizo un nudo en la cabeza, de verdad. Me sentó mal, pero al mismo tiempo pensaba muy rápido sobre por qué esta señora nos decía esto. Entonces ella insistió: “Vuestra hija está sana. He rezado por ella durante la Misa y he percibido algo que no me gusta. Cuando volváis a casa llevadla a vuestro párroco y que haga una oración de liberación por ella. En un futuro, sanará. Creedme, que sé de lo que hablo”. Entonces, cambió el semblante, se pudo seria y nos preguntó a mi mujer y a mí:”¿Habéis hecho algún tipo de magia, espiritismo o habéis jugado con la güija o algo así?”.

-¿Os sentisteis incómodos?
-¡Por supuesto! Nos hizo preguntas fuera de lugar. Yo pensé que había sido un error ir a ese sitio. Yo no estaba preparado para ese episodio, pero no fue nada con lo que vino a continuación.

-¿Qué fue?
-Comulgamos y en cuanto nos dieron la bendición nos marchamos. Sabes que en la iglesia de Medjugorje hay un espacio entre la puerta del templo y la puerta de la calle, donde están colocadas las pilas de agua bendita y las revistas de la parroquia. Tal vez tardas cinco segundos en atravesarlo.

-Sí, así es
-En ese tramo, en ese lugar, a mí se me abren unos recuerdos en mi cabeza que yo tenía absolutamente olvidados, y de repente veo con toda claridad una serie de imágenes,
como en flashes en mi cabeza, de mi época del colegio, con unos trece años, haciendo espiritismo con una güija.

-¿Puedes describir con detalle lo que viste?
-Perfectamente. Fueron unos recuerdos muy nítidos, que me vinieron de golpe, y que yo no había recordado jamás en mi vida, desde no sé cuando. Estaba yo con un grupo de compañeros del colegio, en una de sus casas de convivencias, alrededor de una güija que habíamos fabricado nosotros. Recuerdo que lo hicimos porque nos aburríamos, y no fue una sola vez, sino más veces. Era algo en cierta manera habitual. Pero sí que recuerdo que la primera vez fue en una de esas convivencias. De hecho, recuerdo las caras de las personas que estábamos allí.

-¿Qué recuerdas en cuanto a sensaciones?
-Recuerdo el morbo por lo desconocido, por lo prohibido, la curiosidad del adolescente ante lo peligroso. Recuerdo que aquel vaso se movió, pero yo ya no sabría decirte si lo movía yo o si se movía solo, y no te puedo dar muchos más detalles. Al mismo tiempo que esto se me revela en la cabeza, me acuerdo de algo que me asustó, y es verme a mí mismo haciendo güija, yo solo en mi casa, con una tabla que me fabriqué después yo mismo. Se me ponen ahora los pelos de punta.

-Guillermo, de todo esto que me cuentas, ¿no te acordabas de nada?
-Cero. Jamás. Nunca. Algo pasó alguna vez que me hizo olvidarlo todo. Y de repente, lo veo tan nítido como cualquier recuerdo de cosas que he hecho esta mañana. Fue un recuerdo que aglutinaba todas las veces que había hecho aquello, que no fueron dos o tres, fueron
muchas, con relativa frecuencia, de manera muy inocente, por curiosidad, por pasar el rato, sin ninguna intención extraña. No sé, supongo que cuando eres adolescente buscas divertirte de cualquier manera y nunca nadie nos advirtió del peligro que eso conllevaba. No sabíamos ni de lejos lo serio que es este problema.

-¿Recuerdas cuando dejaste de hacer aquello?
-Yo hice güija con frecuencia los años que fui alumno de este colegio, que fue entre los trece y los dieciocho. No volví a hacerlo más y ni siquiera me acordé. Es como si me hubiesen cortado esos recuerdos de golpe al mismo tiempo que el interés por hacerlo. Pasó algo que me cortó la conciencia de haberlo hecho, pero no sé qué fue. No me volví a acordar hasta ese día en Medjugorje, en el momento en que salgo de esa iglesia.

-¿Cómo reaccionaste?
-Me puse literalmente malo. Me entró un sudor muy frío, se me aceleró el corazón y me temblaron las piernas. No es una forma de hablar, sino que literalmente casi me caigo. Salí de allí en estado de shock. Tuve que sentarme porque justo a continuación de recordar todo eso, tomé conciencia enseguida de que a mí me pasaba algo que tenía que ver con aquello, que los comportamientos tan extraños que he tenido siempre con mi familia, vienen de aquello.

»Que hay muchas cosas que he hecho muy mal y que yo no sabía por qué las hacía, cosas que me descentraban de lo que realmente era importante en mi vida. Tomé conciencia de que había algo en mí como que me gobernaba más que yo,

haciéndome tomar decisiones erróneas y haciendo que me comportara de manera equivocada. Entonces me di cuenta, allí sentado en la puerta de la parroquia, y sentí algo así como que Dios, o la Virgen, o quien fuese, como que me decía: “Guillermo, no es tu hija quien necesita ayuda, sino tú. Déjala a ella que está muy bien cuidada y ocúpate de arreglar lo tuyo”.

-¿Qué es "lo tuyo"?
-Yo he tenido algún tipo de influencia diabólica en algún grado. No creo que haya sido una posesión, pero sí he vivido bajo la influencia severa del Demonio durante años. En Medjugorje, gracias a Dios, la Virgen empezó a poner orden en mi desordenada vida, empezando por darme a conocer cual era mi problema, y el de mi familia. A partir de Medjugorje he ido conociendo verdades de nuestra fe, tan desconocidas incluso para los católicos en el seno de la Iglesia, que al principio te descuadran, pero que luego son muy ordinarias.

-¿A qué tipo de verdades te refieres?
-Hay muchas cosas que pensamos que no son verdad, y que sí que lo son. Por ejemplo, los dones del Espíritu Santo, esos de los que habla San Pablo. No son una manera bonita de hablar. Existen y si te abres a Él y le invocas con fe, se te dan. Son cosas que no se ven, como lo que nos pasó con esta religiosa en la iglesia.

-¿Dormiste aquella noche?


 -¿Cómo voy a dormir? Es imposible. No pegué ojo. El cuerpo se resiente de tantos impactos en un solo día. Es como que se tiene que adaptar a las realidades del espíritu.

-¿Como estabas el día siguiente?
-El día siguiente mi estado era flotar.

-¿A qué te refieres?
-A que yo voy flotando. De repente la vida me pareció tan maravillosa, que parecía que mi cuerpo me pesaba poco. No se qué me pasaba, pero vi la vida como un don precioso, y empecé a rezar.

-Bueno, ya habías rezado un poco los días de antes.
-Yo no había rezado en mi vida. Ahí me di cuenta de lo que era rezar. En Medjugorje la oración te brota a raudales, no lo puedes parar. Es como respirar, una presencia de Dios constante, casi tangible. Como no sabes muy bien qué hacer con ese deseo, pues yo empecé a rezar rosarios, y no se cuantos pude rezar ese día. Fue maravilloso rezar sin esfuerzo. A mí siempre me había costado tanto, y de repente yo rezaba con la misma facilidad con la que das pasos al andar. Así pasé el resto de días en Medjugorje, flotando, rezando y feliz. Conociendo una felicidad nueva. Y así, volvimos a Barcelona.

-¿Qué reflexiones haces una vez que llegas a casa?
-Poco a poco fue pasando el tiempo y de una manera nítida me doy cuenta de que quien
necesita ayuda de Dios no es Elenita. Ella es un ángel que nos ha enviado Dios, a la que Dios quiere mucho tal y como es, y que quien más bien necesita un milagro, soy yo. Me doy cuenta también de que nosotros no vivíamos la fe como debíamos vivirla. Al regresar a Barcelona comenzamos a vivir la fe desde una postura apostólica y evangelizadora en la que yo no me reconocía. O al menos, no me ubicaba para nada sabiendo como era apenas unos días antes. La vida te da la vuelta.



-¿Sabrías decirme qué diferencia ves tú, desde tu perspectiva de cristiano que deja la fe y luego es converso, la diferencia entre rezar y orar?
-Creo que rezar es recitar unas oraciones y orar es ponerse en presencia de Dios. Compartir con Dios tu vida familiar. Eso es lo que empezamos a hacer a la vuelta de Medjugorje. Metimos a Dios en casa. Desde la vuelta de Medjugorje la vida en casa ha cambiado. Ante cualquier tesitura, nuestra actitud, la de mi mujer y la mía, es otra. Es diferente, y es que de verdad yo siento que a mí me han cambiado.

-¿Cómo afrontasteis el tema de tus sesiones de güija?
-Empezamos a hacer oraciones de liberación. No exorcismos, pues es diferente, y el exorcismo requiere de una liturgia especial oficiada por un exorcista, pero sí pequeñas oraciones en las que implorábamos a Dios mi liberación, o la de aquellos que la necesitaran en mi familia. Entonces mi suegra me recomendó hacer un retiro, unos ejercicios espirituales dirigidos por el padre Ghislain Roy, un sacerdote canadiense que sabe de esto.

-¿A qué te refieres con lo de que ese padre Ghislain sabe de esto?
-El padre Ghislain es un sacerdote canadiense que posee una serie de dones que se han manifestado a lo largo de su vida sacerdotal, cosas extrañas incluso para la inmensa mayoría de los católicos, pero que están todas ellas descritas en la Palabra. Una de estas cosas es el descanso en el Espíritu. Al menos así lo llaman los que participan de la espiritualidad de la Renovación Carismática, gente muy abierta a las manifestaciones del Espíritu Santo.


-¿Qué es un descanso en el Espíritu?
-Pues yo no te se explicar realmente lo que es, pero yo viví un descanso de unos treinta minutos.

-No sé si eso es mucho o poco...
-Pues es una barbaridad. No suelen durar más de unos diez minutos, como mucho.

-¿Puedes relatar lo que viviste?
-Claro, no es nada raro, aunque ya sé que para muchos lo parece. Verás. El sacerdote te impone las manos y ora por ti. Entonces, Dios obra en ti de una manera sensible a los sentidos. Tal es así que te caes al suelo. Tu cuerpo se debilita y sin perder la consciencia, vives una experiencia en la que sin dejar de estar en la Tierra, tu espíritu, tu alma, saborea de alguna manera a Dios.

-¿Es algo parecido a lo que santa Teresa llamaba un arrobamiento?
-No lo sé. Podría ser.

-¿Dices que esto es normal?
-Sí. Lo anormal es que los sacerdotes no crean el poder del que disponen por el Orden Sacerdotal. Los sacerdotes tienen mucho poder. Si me apuras, y sin comparar lo que una y otra cosa son, pero más raro es lo que sucede en la transubstanciación, que un pedazo de pan se convierte en Cristo, y a todo el mundo le parece normal. Supongo que será cuestión de costumbres o educación, pero esto es así.


-De acuerdo. Sigue con tu descanso.
-Cuando el padre Ghislain me impuso sus manos y oró en silencio, yo caí hacia atrás. Entré en un estado en el que como te he dicho, no llegas a estar inconsciente, pero al mismo tiempo recibes una percepción más amplia de las cosas. No se queda en la percepción física de los sentidos, sino que va un poco más allá. Los trasciende y ves cosas que pasan en tu interior, en tu alma.

-Suena a rollo esotérico.
-Esotérico y demoniaco fue la güija. Esto es de Dios. Yo lo llamaría místico. Nuestra historia como católicos está repleta de experiencias místicas en las vidas de los santos, por las que precisamente les hicieron la vida imposible, y luego ya ves. Son manifestaciones de Dios a través de sus elegidos. En este caso, a través de este sacerdote.

-¿Cómo acabó esta experiencia?
-Yo estaba tumbado y empecé a ver como empezaban a salir hacia fuera de mí unas
manchas negras, como nubarrones, que se iban hacia una luz que había encima de mí. Allí se disolvían. Yo esto lo veía mientras vivía una sensación de mucha calma, de mucho bienestar. Me pregunté que sería todo aquello, y lo interpreté como que era porquería o algo así que había en mí. Así un buen rato hasta que aquello dejó de salir e hice un ademán como de levantarme, pero el padre me lo impidió y me dijo: “No te levantes aún. Quédate ahí y deja que el Señor llegue a ti”. Me volví atrás y en unos tres segundos comenzó una segunda oleada. Ahí tuve una conciencia mucho más clara de que el Señor me estaba limpiando, así que esta vez me dejé hacer a conciencia. Llegó un momento que me encontraba tan bien, que tenía tal sensación de paz y de alegría al mismo tiempo, que yo pensé: “Señor, déjame ver a la Virgen. ¿Puedo verla ya?”. Pero no la vi. Creo que lo que yo viví es una antesala del Cielo, pero no me morí. Aquello acabó, me levanté y me marché.

-Dice la Palabra que cosas sorprendentes veremos si tenemos fe.
-En ese retiro se ven estas cosas. En Medjugorje también. Creo que en este retiro yo quedé liberado de lo que a mí me pasase, que llevaba arrastrando desde mi adolescencia, cuando al jugar con la güija abrí la puerta a la parte oscura de nuestra realidad trascendente, y luego, en verdad, nunca se la abrí a la parte buena, y ahí quedé atrapado. Jugar con la güija es como meter una bala en el tambor de una pistola y dejar espacios libres. Puede que no pase nada, o puede que sí. Si pasa tendrá conceciencias fatales.

-Una vez que ha pasado tanto tiempo, ¿qué recuerdas de Medjugorje? ¿Qué
dirías si un desconocido te preguntases qué es lo que te sorprendió de allí, fuera de tu experiencia tan íntima?
-Que allí no te cuesta nada ponerte en presencia de Dios. Es como un cielo terrenal. Ambas realidades se solapan. Allí no te cuesta nada rezar ni ir a Misa.Cuando digo nada, es nada. Allí tu ser desea rezar, desea ir a Misa. Allí tu ser toma conciencia sensible al cuerpo de tu neecsidad de Dios. Yo esto no lo había visto nunca antes, ni nadie me lo había explicado. Allí pasa algo.

-¿Qué?
-Allí pasa lo que la Virgen quiere que te pase, y lo que tú la dejes hacer. Allí tú llegas y de primeras no pasa nada, pero en un momento dado, cuando quieres darte cuenta, es como si hubiese un parón en el tiempo, en el que entras y como que todas tus inquietudes, tus angustias, se quedan a un lado temporalmente, como congeladas. Así te da tiempo a detenerte en lo realmente importante en tu vida, que es dónde está Dios. Te da tiempo así a conocerle, un poquito, y cuando todo recobra su velocidad normal, tú ya has cambiado.

»De hecho, una vez que regresas a casa, puede ser muy duro, porque regresas a una realidad repleta de cruz, y allí como que se ha quedado un poco a parte. Vuelves a la realidad limitada temporal de la que de alguna manera has salido por un tiempo. Pero es muy importante dejarte hacer, ponerte esos días en manos de Dios con el corazón abierto. Con confianza. Allí no hay cruz. Allí hay alegría. Allí no hay gente con mal humor, ni malas caras. En Medjugorje se crea una comunidad brutal entre miles de personas que solo desean el bien, un bien que conocen y que reconocen que viene de Dios, y conocen la manera de importarlo a sus vidas. Allí la vida no cuesta.
 


-¿Te sigue siendo fácil rezar?
-Sí, me es mucho más fácil que antes de ir a Medjugorje. Ya te dije que para mí, ir a Misa, era una tortura. Y orar, hablar con Dios, con Cristo... ahora es tan normal... Es como si hubiera conocido a un amigo nuevo, con el que más te gusta estar, con el que más te gusta compartir. Un amigo divino que está a la altura de los hombres. Es brutal.

-Ahora que le conoces y que le quieres dar a conocer, ¿quien dirías que es Dios?
-Dios es amor. Un amor enorme con el que puedes hablar y nunca pone mala cara.

-Guillermo, quiero hacer una reflexión contigo en este momento. Tú estudiaste en un colegio católico y te dedicabas a jugar con la güija. En España, algo se ha hecho muy mal para que habiendo tenido tan fácil la evangelización, haya tanta gente tan alejada de la Iglesia. ¿qué hemos hecho tan mal?
-Yo creo que nos han contado mal a Dios, lo hemos explicado mal. Durante muchos años no se ha contado bien cómo ni quien es Dios. La imagen que a mí me vendieron de Dios era falsa. Si me lo hubiesen presentado bien, tal vez no habría necesitado ir a Medjugorje, pero me lo contaron mal.

-¿Por qué? Quiero decir, que no sería con mala intención.

 -Claro que no. Sencillamente se ha explicado mal a Dios porque no se le conocía. Si no conoces a Cristo no puedes presentarle. Necesitas vivir una experiencia que se llama encuentro personal con Cristo, en el que estáis solos tú y Él, sin nadie más que te contamine ni te distorsione, ni a favor ni en contra. Si le conoces ahí, ya podrás vivir tu experiencia de fe, no la que te contaron otros. Yo ya le he conocido, y con todo lo pecador que llego a ser, doy testimonio de Cristo, porque le he conocido.

-¿Por qué das testimonio?
-Yo doy mi testimonio porque la Virgen pide en Medjugorje que demos testimonio absoluto, y yo tengo una deuda muy grande. Me tomo muy en serio eso de encontrarme delante de Dios y que su primera pregunta sea: “Después de todo esto, ¿qué has hecho? ¿A quien se los has contado? ¿A tu familia y ya está? ¿Yo te enseño el cielo y tu lo metes en una lata?”. La Virgen dice en Medjugorje: “Yo busco apóstoles de hoy que transmitan la luz de Dios”. Lo que nos viene a decir esto es que ella busca gente dispuesta, que ella necesita reclutar gente que se ofrezca, porque somos muy duros y cuando consigue tocar el corazón de uno solo de nosotros, porque se ofrece, necesita que lo cuente.

-¿Cómo está Elena?
-Elena está mucho mejor. No curada, pero mucho mejor. Voy a contarte algo de ella. Cuando mi mujer se quedó embarazada, no la aceptamos bien. Era la cuarta y cayó como un jarro de agua fría. ¡Dios mío, qué error! No entraba en nuestros planes, rompía la carrera profesional de mi mujer. Hubo un rebote importante. Ahora sabemos que ella ha sido el ángel que nos ha enviado Dios para poder conocerle. Es el ángel que nos ha dado Dios para que mi familia siga unida y para llevarnos a Medjugorje. Elenita no
necesitaba nada. Ella es así y Dios la quiere así y la quería así porque sabía que lo que mas necesitábamos nosotros era a Elenita, así. Él lo ha querido. Que ella se cura, fantástico. Que no se cura, fantástico también. Ella está cumpliendo en la tierra su misión, que es querernos desde su enfermedad y dejarse querer por nosotros.



www.jesusgarciaescritor.es

Puede leer el testimonio de Guillermo íntegro en el libro Estamos de vuelta (ed. Libros libres).


22 abr 2014

Enfado con Dios.

El enfado con Dios, la llevó a intentos de suicidio, tarot, ouija, pero el pasaje de la samaritana.. a la fe.


Imagen no relacionada con el testimonio.
La melancolía y el gusto por lo siniestro se unen en la subcultura gótica, que atrae a muchas chicas.

“Desde pequeña fui criada en la tradición católica, pero llegó un momento en que me rebelé contra Dios”.

Así de categórica es Abigail Cofré, quien vivió sumergida en la tristeza tras la muerte de su abuelo cuando tenía 13 años.

Originaria de la ciudad de Rancagua, Chile, aún mantiene fresca las enseñanzas católicas de su abuela.

“Ella usaba un velo para ir a misa. Siempre le llevaba flores a la Virgen María y hacía todas las cosas de la capilla”.

Pese a que su madre estuvo presente en todo momento, considera que sus mayores referentes fueron sus abuelos, porque “me ponían las reglas. Veía en ellos un matrimonio bien constituido”.



Oscuridad tras la muerte del abuelo
Es con el fallecimiento de su abuelo en las vacaciones de febrero en 1996, cuando su fe se desmoronó.

No quise saber nada más de Dios, porque era la primera pérdida que había tenido. Tenía pena porque no lo iba a ver nunca más, me quería morir, intenté suicidarme en varias oportunidades. Es allí cuando me hice parte de un grupo en el colegio que eran góticos. Como a mí me gusta la poesía, empecé a escribir poemas deprimentes y me teñí el pelo de negro”.



En los cementerios... porque hay silencio
Abigail reconoce que deambuló en la subcultura Gótica más de seis años participando de diversas comunidades que compartían su afición por “esa estética siniestra”. A tal punto llegó su afán de abstraerse de la realidad, señala, que estudiaba en los cementerios, pues, “era la única parte donde podía encontrar silencio”.

Ávida de nuevas experiencias, Abigail explora también en el ocultismo. “En ese tiempo, jugaba a la Ouija, veía el tarot, lecturas sobre el aura, pero dejé todas esas cosas. Ahora me pregunto ¿para qué hice esas cosas, si mi destino o lo que me ocurra en cinco minutos más será así por voluntad de Dios y no mía?”.

La abuela llamó al cura
Recuerda que un día, a petición de su abuela, un sacerdote llamado Guillermo González fue a su hogar con el mero objeto de hacerle un par de cuestionamientos. El padre me dijo “«Abigail… ¿hasta cuándo vas a estar deprimida?, ¿hasta cuándo llorarás? El Dios que adoramos es el Dios de la vida. Es el Resucitado, quien hace nueva todas las cosas. Pídele que transforme tu vida. Así como Cristo transformó el agua en vino, que te transforme a ti». En ese momento, reaccioné, pero incrédula”.

Una lectura proclamada en misa
Aquel cuestionamiento volvió a suscitarse tiempo después, cuando su abuela le exigió acompañarla a misa. “Un día escuché la lectura de la mujer Samaritana y entendí lo que me dijo el sacerdote que visitó nuestra casa. Jesús no vino a buscar a los buenos, sino a los que estaban alejados. A los que estaban perdidos, que no había venido solamente por la buena gente, sino por aquellos que no querían saber de Dios. Y que el Señor sufría por eso y que Él había muerto por mí y por cada uno de nosotros”.

Asegura que reflexionó por varios minutos las frases de esa lectura… “Eran palabras actuales, llenas de vida. No eran cosas que habían pasado hace más de dos mil años. Y le hice un compromiso al Señor. Le dije que quería ser la niña de sus ojos, no quería vivir en la infancia eterna”.

Prepararse para la Confirmación
Conmovida y con deseos de reestructurar su vida, ingresó a un grupo de confirmación para recibir el sacramento, a sus 20 años. “Saber que tengo una misión en el mundo. Que el Señor sabía cuándo iba a nacer, dónde me iba a criar, qué es lo que iba a vivir antes de mucho, me hizo reflexionar. La muerte es la continuación de la vida, pero abrazada a Cristo. Moriré, es lo único que tengo seguro en la vida, pero me encontraré con Dios, con mi abuelo, y con todos los que quiero ver”.

Cuando repasa las grandes experiencias de su vida, Abigail concluye que la muerte no tiene la última palabra y deposita toda su esperanza en el Señor. “Porque uno, como ser humano siempre busca algo en qué creer. Confías en un par de cartas, en unos dibujos raros, en una taza de café, o porque estás alucinado con drogas ves rayas en la gente. Creí que era experta para con esas artes fabricar mi propia suerte, pero no es así”.



Abogada, con el "Peregrino Ruso"
Hoy, a pocos meses de jurar como abogada, ya trabaja como procuradora. Además abrirá un nuevo campo ocupacional, como relatora de talleres laborales a trabajadores en la ciudad de Rancagua. Hasta hace algunos meses era una activa representante juvenil en su comunidad pastoral, y junto a su esposo, Cristián (sobre estas líneas, ella y sus esposo) tuvo el privilegio de viajar al encuentro con el Papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud de Rio de Janeiro.



Su principal cercanía con Dios se plasma por medio de una oración del corazón que descubrió en el librito “El Peregrino Ruso” y que confiesa repite como oración constante cincuenta veces cada día. ¿Puedes decirla?, le preguntamos, al finalizar. “¡Por supuesto!”, responde feliz, al tiempo que reza… «Jesucristo, hijo de David, ten compasión de mí».

19 abr 2014

Chile, tiene ya su primer exorcista oficial (II)

Padre Luis Escobar: 
              Sin saberlo, hicimos verdaderos  exorcismos

“El mayor triunfo del demonio es hacerle creer a la gente que no existe”, por lo que llama a las personas a no confundirse y a acercarse al sacramento de la confesión, ya que “ el exorcismo más importante, es la confesión de los pecados”, sostuvo.


  Monseñor Alejandro Goic y el sacerdote Luis Escobar

Siete años ya lleva el padre Luis Escobar, párroco del templo de la Santísima Trinidad, celebrando Misas de Sanación en su parroquia, una práctica que asegura no la buscó. Surgió la necesidad desde el pueblo católico y el sacerdote dio respuesta. “los sacerdotes que estamos involucrados en los fenómenos de liberación, hemos llegado no porque lo hayamos buscado, se dieron las cosas, el Señor nos metió en esto y aquí estamos sirviéndole”.

De este modo, por sus ojos y manos han pasado experiencias muy enriquecedoras de personas que llegaron afligidas a su iglesia buscando alguna solución a sus problemas y los encontraron en las Misas de Sanación y en la gracia que entrega Jesucristo, explica, aclarando que “es Jesucristo el que libera o el que sana, no el sacerdote. El Sacerdote es un mero instrumento de Señor”.

La especial eucaristía que comenzó como algo desconocido para el sacerdote, la que en el tiempo se ha masificado, a tal punto que de veinte personas que asistieron a la primera Misa de Sanación, ahora el número de fieles se ha multiplicado, contando en cada una de ellas con más de un millar de personas en el templo de la Santísima Trinidad y en algunas comunas cercanas a Rancagua. Sin embargo, asegura el sacerdote “el exorcismo más importante, se da en la confesión de los pecados”.
En extenso, el sacerdote nos explica su experiencia en esta materia:

¿Existe el bien y el mal?
R.- Sí. Si no existiera Dios, no existiríamos nosotros. El Credo Niceno-Constantinopolitano (también el Símbolo de la Fe), la doctrina de la Iglesia en el año 325 define las verdades de fe fundamentales en la Iglesia, donde dice que creemos en Dios Padre todo poderoso, creador de lo visible y lo invisible.
Dentro de lo visible está todo lo material. Dentro de lo invisible estás las creaturas espirituales, ángeles buenos y malos; que por la rebelión de Satanás, se oponen a la redención del hombre, se separa de Dios y se origina el mal. Ellos tienen como esencia el odio, la rabia, la maldad, el individualismo más absoluto.

¿Cómo se manifiesta el mal en nuestro diario vivir?
R.- Se debe diferenciar el concepto del mal que maneja la Nueva Era, con el concepto del mal que tenemos nosotros. Para la Nueva Era, el mal son “energías negativas”, y Dios es una “Energía positiva”, lo cual es completamente contrario a nuestra fe, porque nuestra fe habla de un Dios persona, no de una “energía”; tres personas y un Dios, la Santísima Trinidad.
El mal no es una energía, es un ser, una creatura que genera el mal intrínsecamente perverso y que busca la destrucción del hombre. Las personas que han sido tentadas o se han visto afligidas con tantos problemas y no acuden a la fe para buscar una solución, y se van por otros caminos, comienzan a experimentar la angustia, la ansiedad, el dolor, la rabia por la situación; por lo tanto, el demonio se manifiesta en la vida de las personas como el gran tentador.

¿El demonio se manifiesta de una forma única?
R.- El demonio actúa en la vida de nosotros, sin embargo, al demonio le importa poco poseernos. Existen personas poseídas; pero son muy pocas. Hay que distinguir los niveles de posesión, está la posesión, la infestación, la opresión, obsesión, que son niveles de manifestación del demonio en nuestras vidas, que actúa desde afuera o desde dentro de nosotros.

¿Cómo actúa el demonio?
R.- El mayor triunfo del demonio es hacerle creer a la gente que no existe. El demonio es astuto y engaña a la gente haciéndola creer en brujos, chamanes, y cuanta cosa. El demonio se mete dentro del cuerpo de una persona cuando la posee. En el caso de la infestación, se puede dar a través de las cosas, los objetos que rodean a la persona, por alguna situación que se realizó como un maleficio, un embrujo, un rito mágico, etc.

¿Cómo una persona se da cuenta que el demonio está presente?

R.- Cuando el demonio se manifiesta, los síntomas son bastante concretos. Normalmente la persona que está poseída reacciona de una manera adversa a lo sagrado, adquiere una fuerza que no se condicione con su contextura física; hablan lenguas que nosotros no conocemos (glosolalia), hacen convulsiones, tienen ciertos gestos en el cuerpo que en un estado normal no se podría hacer. El padre Gabrielle Amorth, uno de los exorcistas más importantes del mundo, explica que en algunos casos hay personas que han vomitado objetos, clavos, alambres, vidrios, comida; es decir, el medio a través por el cual se les hizo el maleficio.

¿Existe la magia blanca?
R.- La gente siempre confunde la magia y dicen que hay magia blanca y negra. La magia tiene un solo principio, ese es el demonio. Es decir; no existe la magia blanca. Muchas veces, por ignorancia, las personas abren puertas muy difíciles cerrar, como el juego de la guija, espiritismo, ritos esotéricos, éstas son puertas a través de las cuales los espíritus malos pueden afectar a las personas. Existen personas que les gusta jugar con la brujerías y los maleficios, y en Rancagua hay muchos. Hay algunos que saben o otros que no, porque como les puede resultar, también puede ser que les resulte en contra de ellos.
El sacerdote exorcista José Antonio Fortea recomienda a los católicos no practicar el reiki, porque la mayoría de los exorcismos que él ha hecho vienen producto del reiki. Así también otra serie de disciplinas que la gente practica por ignorancia como el Yoga, que es una disciplina espiritual y el Vaticano llama a los católicos a tener cuidado con esas prácticas, porque las personas ponen su fe en otras cosas y no en Dios, en estos casos la fe se queda en el medio para lograr un fin.

¿Qué le diría a las personas que en este tiempo ponen la fe en otras cosas y no en Dios?
R.- Que vuelvan a Dios, no existe otro. En la primera carta de San Juan dice que Dios es amor y el que ama ha visto a Dios. Dios es padre y nos ama como una madre ama a su hijo, de una manera incondicional.



¿Cómo comenzó a celebrar Misas de Sanación?
R.- En la parroquia celebramos Misa de Sanación hace muchos años, en distintos lugares del país, y veo que a la gente le suceden cosas muy hermosas, les cambia la vida y por los frutos uno conoce el árbol. También hay gente va a experimentar sensaciones y ahí hay un error grave, aparece la confusión, porque hay personas que no son creyentes que se acercan a experimentar y el Señor los ha tomado y les han pasado cosas que les han cambiado la vida.

¿Ha presenciado alguna experiencia complicada en las Misas de Sanación?
R.- Han habido varios casos. Cuando partimos con las Misas de Sanación comenzamos a tener experiencias de liberación muy fuertes que no sabía que era lo que estaba sucediendo.
Cuando estudié para sacerdote, el padre -ahora obispo- que nos hizo Derecho Canónico nos explicó la reglamentación que hay para el exorcismo de la Iglesia, pero lo vi como una cosa imposible de suceder; pero cuando me vi enfrentado a esto, me di cuenta que no era lejano a nuestra realidad.

¿Podría relatar alguna de las experiencias?
R.- Tuve el caso de algunas personas que, sin saberlo, hicimos verdaderos exorcismos, porque estaban todas las características que se manifiestan en las personas y que explican los grandes exorcistas. Estaba la presencia de la fuerza, la glosolalia, las convulsiones, las contorsiones, el rechazo a lo sagrado, han dicho que se queman cuando se les pone agua bendita, o cuando se le acercan los objetos religiosos, todo eso estaba.
El último que tuvimos, fue un caso complicado de una persona donde la familia la mantenía con tratamiento psiquiátrico y psicológico, y ya superada por la situación, la familia buscó ayuda en la Iglesia y descubrimos que lo de ella era un problema espiritual; ni psiquiátrico, ni sicológico. Al templo la tuvieron que entrar varias personas afirmándola, porque no se podía sostener dentro de templo. Tenía una violencia impresionante, una deformidad en su cara, una cosa muy fuerte. Hoy día, gracias a la perseverancia está muy bien.


¿Cómo se identifica una persona que está con la presencia de demonio?

R.- Si estoy con un enfermo psiquiátrico le voy a rezar y se va a aliviar un poco; pero cuando es un problema espiritual, si se le aplica el Rito de Exorcismo o el Rito de Liberación, o se le hace oraciones de liberación, o se le aplican los sacramentarles, comienzan a reaccionar de una manera como está establecida por los exorcistas, porque estás frente a la presencia de demonio. Cuando siguen el proceso de sanación, se ve que a esa persona les cambia la vida, les cambia su cara, su aspecto, se sienten aliviados.

¿Sin tener la autorización para realizar exorcismos, cómo los ha podido llevar a cabo?

R.- Las veces que se ha requerido, he hablado con el Obispo. Le he pedido la autorización en forma verbal y me la ha concedido, pero no hay un decreto que diga que alguien es exorcista, acá en Chile no existe alguno. Todos se dan por necesidad, basta con que el Obispo diga “proceda” y uno procede. La solución más simple para estos casos se siempre rezar y si el sacerdote lo está haciendo en el nombre de Jesucristo, y por la Iglesia, esto va a actuar de todas maneras.

¿Como fue que comenzó a instruirse en esta materia de la sanación y liberación?
R.- Vi que la necesidad se dio cuando comenzaron a manifestarse todos los fenómenos, le conté a Monseñor Goic, comencé a investigar y descubrí que habían encuentros a los que comencé a ir. Congresos en Argentina, Colombia, México, acá en Chile, donde se reúnen sacerdotes y laicos de distintos lugares del mundo y los forman exorcistas experimentados. Además me he instruido leyendo, buscando literatura relacionado de experiencias de exorcistas que han escrito sus testimonios, que son muy iluminadores, porque no existe una escuela para exorcistas.
La mayoría de los sacerdotes que estamos involucrados en los fenómenos de liberación, hemos llegado no porque lo hayamos buscado, se dieron las cosas y el Señor nos metió en esto y aquí estamos sirviéndole. Es importante aclarar que es Jesucristo el que libera o el que sana, no el sacerdote. El Sacerdote es un mero instrumento de Señor.

¿Cómo trabaja en las misas de Sanación?
R.- Trabajamos con un grupo de personas que son fieles de la Iglesia, desde la Pastoral de la Caridad, porque hay muchas personas que sufre y no dolencias físicas, sino espirituales; nadie quiere tener un demonio dentro, es muy doloroso y humillante, porque a las personas que presentan síntomas hasta las han tratado hasta de locas, llevándolas a psiquiatras, psicólogos y no hay solución para su problema.
En la parroquia, además, hay un grupo de laicos que me acompaña en las liberaciones. Una vez al mes nos reunimos con el Grupo de Intercesión y oramos por las personas que están afligidas. Sin embargo, la solución al problema depende en gran medida de la persona, porque esto es un llamado a la conversión, es un proceso paulatino y constante, y las personas que han perseverado en la fe, les ha ido muy bien.

¿Cómo una persona puede evitar ser tentada por el demonio?
R.- La oración permanente y una vida espiritual sólida, es fundamental en esto. Nadie está ajeno a pecar o a tener debilidades, pero la humildad es una de las características que hay que conservar. Hay que rezar, rezar, rezar. El demonio está metido en la Iglesia hace mucho tiempo, y los peores enemigos de la iglesia, no están afuera de ella, están dentro de la misma Iglesia y son los malos católicos que enceguecidos por el demonio y por su pecado, le causan daño a la Iglesia y eso es el triunfo del demonio.

¿Existen más sacerdotes interesados en esta materia?
R.- Existen padres que están interesados en este tema, hay otros que son escépticos, que se burlan, pero es porque fundamentalmente les da miedo, porque le tienen miedo al diablo, o porque van a ser tratados como medievales, o ignorantes. A mí me da lo mismo lo que opinen, porque estoy haciendo lo que pide la Iglesia y lo que hizo Jesús en el Evangelio, y dice muy claro cuáles serán los signos que acompañarán la predicación y esa es la sanación de los enfermos y la liberación de los endemoniados, y si está en el Evangelio y lo dijo Jesús, es Palabra de Dios.


Te alabamos, Señor

16 abr 2014

Chile, ya tiene su primer exorcista oficial

Chile ya tiene su primer exorcista estable y públicamente designado por la Iglesia, en este caso por el obispo Alejandro Goic, -imagen sobre estas lineas- de la diócesis de Rancagua, ciudad chilena de 240.000 habitantes. A él pueden acudir las personas que sientan que son acosadas o dañadas de manera especial por el demonio, o implicadas en el mundo de las sectas y la brujería.


Se trata del padre Luis Escobar, párroco de la Parroquia Santísima Trinidad de Rancagua,  gestor de proyectos educativos, capellán de cárceles y columnista habitual del portal de evangelización Portaluz (www.portaluz.org). No es un novato en estas lides. «Manteniendo informado al obispo Goic o contando con su autorización» para realizar exorcismos, ha colaborado a la liberación-sanación de decenas de personas que padecían por alguna acción del demonio.

En entrevista exclusiva para Periódico Portaluz el sacerdote comparte su sentir sobre este nombramiento y toda la fuente de gracia y desafíos que este ministerio implica…

-¿Cuál es la señal que la iglesia da en Chile con este nombramiento?
-Quien sana y libera es Cristo y la acción de la iglesia manifiesta esta misericordia salvífica de Dios que dona y restituye al hombre su dignidad de hijo de Dios. La encarnación, vida, pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo ha establecido para siempre la derrota del demonio y este ministerio que monseñor Alejandro Goic me ha confiado, está llamado a dar testimonio de ello.

»Pero también este nombramiento da cuenta de una situación que está afectando a muchas personas en el país. Me refiero a quienes hoy padecen junto a sus familias la acción extraordinaria del demonio en sus vidas y que en ausencia de sacerdotes formados y disponibles para este ministerio buscan solución a manos de inescrupulosos –chamanes, magos, tarotistas, adivinos, brujos y semejantes- que no sólo les expolian su dinero, sino que potencian el mal espiritual que les afecta.

-¿Su nombramiento señala entonces que la actividad demoníaca se ha incrementado en Chile?
-Si, demasiado, más allá de lo que cualquiera de nosotros (se refiere a sacerdotes relacionados con este ministerio) pudo haber esperado. Sucede que cuando la gente se aleja de la fe o en este caso cuando una sociedad se descristianiza no sólo aumenta la superstición como ha ocurrido en Chile, sino que se crean las condiciones para el mal.

»Hoy, aunque Dios le muestra al hombre grandes signos de su poder, de su misericordia, de su amor, nuestra sociedad sigue mirando para otro lado. Sólo después que han vivido tiempo vapuleados por la acción extraordinaria del demonio –ya sea como posesión, vejación, opresión, infestación- entienden que han de retornar al Señor. Pero Dios también se vale de este tipo de situaciones para que quienes no creen abran sus ojos, tengan fe y se esfuercen para no volver al pecado. El demonio existe y actúa, pero el triunfo es de Dios.


 -¿Además de la acción extraordinaria del demonio, como posesión, vejación, opresión o infestación que menciona… cuáles son hoy los signos que manifiestan su presencia?
-Uno la falta de fe. Una sociedad seducida por la ideología de género entre otros factores, que rechaza los valores cristianos como la vida, el matrimonio, la familia, los hijos. Una educación cada vez más laica, relativista, donde se promueve una moral particular que alienta al hacer cada uno lo que quiere. El aumento del consumo de drogas que destruye la vida de los jóvenes. El aumento de la violencia en familias, las calles, en nuestras ciudades. Las desigualdades tremendas que genera un modelo económico que no mira el bien común, con sus falsos profetas que aparecen anunciando una mejoría sustancial en la vida de los ciudadanos cuando ellos mismos saben que no lo van a hacer ni lo pueden hacer desde una ideología que no valora aspectos esenciales como la vida.

-¿Es usted el único exorcista formalmente nombrado en Chile?
-No tengo antecedente de otros. En otras diócesis hay sacerdotes que exorcizan ad casum [en casos específicos]. Vale decir que intervienen de acuerdo a la necesidad, caso a caso, pidiendo la autorización de su obispo, tal cual yo también lo estuve haciendo por algunos años.

-Además de estar disponible para exorcizar, ¿qué otros desafíos pastorales inmediatos importa este nombramiento?
-Lo primero es que tendré que reordenar mis actividades para poder atender a tanta gente que va llegando en busca de ayuda. Segundo, involucrar ojalá a más sacerdotes que puedan ayudar a tantas personas que requieren ayuda.

-¿Por cuántos años usted ha estado realizando exorcismos y oraciones de liberación antes de ser formalmente designado?
-Cerca de ocho o nueve años. Fue un proceso porque primero y aunque yo no era un carismático, llegaron a mi parroquia las misas de sanación. Los caminos de Dios, simplemente. Luego comenzaron a presentarse fenómenos y personas con padecimientos que yo no conocía y para los cuales la ciencia era obtusa al no reconocer sus límites, dejando a las personas sin solución o peor aún expuestas a los secuaces del demonio como espíritas, brujos y otros que ya he mencionado en esta entrevista. Eso me llevó a orar, pedir el auxilio de la Santísima Virgen María para comprender, investigar, leer, asistir a congresos fuera del país porque en Chile no había nada para poder tener mayor claridad de cómo actuar en estos casos. Y el obispo, bueno, siempre estuvo informado sobre la situación. Así partimos realizando oraciones de liberación (informando previamente al obispo) y luego el obispo autorizó a realizar exorcismos ad casum…

-¿Si ya realizaba exorcismos para qué entonces esta designación oficial?
-Porque el Ritual (de exorcismo) para ser aplicado, en cada caso requiere tener la autorización del obispo si no se cuenta con este nombramiento que ahora se me ha confiado. El obispo después de observar el ejercicio, la práctica y la necesidad en la comunidad, decidió delegar en un sacerdote esta función que le corresponde a él. Así el nombramiento busca facilitar el servicio pastoral que por cierto exige realizar el discernimiento previo, entrevistas, diagnósticos, antes de aplicar el rito de un exorcismo solemne. En particular porque no es una actividad que el sacerdote ejerce como una cuestión independiente, sino para desplegar los medios a través de los que se manifiesta la misericordia, la gracia de Dios, que es la actividad propia de la iglesia.

»Esto implica también cuidar la obediencia y mantener siempre informado al obispo. El sacerdote que tiene este mandato de su obispo debe siempre ser obediente y tener también conciencia de sus propios pecados confesándose regularmente, porque el diablo no nos va a dejar tranquilos en ningún momento, yo puedo dar testimonio de eso.


Nota del administrador: la frase en rojo, significa que se debe asistir a las sesiones de exorcismo en estado de gracia, pues el demonio puede decir los pecados de los presentes.

 El padre Luis Escobar da más datos (y publican sus horarios de misas de sanación) en una entrevista en el periódico local, El Rancagüino.

Lea también la entrevista al padre Salvador, exorcista de la diócesis de Cartagena-Murcia (España), que comenta el libro "Así se vence al demonio"

13 abr 2014

La pitonisa de Endor

Imagen, recreación de la pitonisa de Endor con Saul, aparición de Samuel

Libro 1 de Samuel

Capítulo 28

Saúl y la nigromante de Endor

3 Samuel había muerto. Todo Israel había estado de duelo por él y lo habían sepultado en Ramá, en su ciudad. Saúl, por su parte, había expulsado del país a los nigromantes y adivinos.
4 Los filisteos se reunieron y fueron a acampar a Suném. Saúl concentró a todo Israel y acamparon en Gelboé.
5 Pero al divisar el campamento filisteo, tuvo miedo y se estremeció su corazón.
6 Luego interrogó al Señor, pero él no le respondió ni por sueños, ni por el Urim, ni por los profetas.
7 Entonces Saúl dijo a sus servidores: «Búsquenme una nigromante, para que yo vaya a verla y la consulte». Sus servidores le dijeron: «Precisamente hay una nigromante en Endor».
8 Saúl se disfrazó, poniéndose otra ropa, y partió en compañía de dos hombres. Llegaron de noche, y Saúl dijo a la mujer: «Predíceme el futuro evocando a un muerto, y haz que se aparezca el que yo te diga».
9 Pero la mujer le respondió: «Tú sabes bien lo que hizo Saúl, cómo extirpó del país a nigromantes y adivinos. ¿Por qué me tiendes una trampa para hacerme morir?».
10 Entonces Saúl le juró por el Señor: «¡Por la vida del Señor, nadie te inculpará a causa de esto!».
11 La mujer le dijo: «¿Quién quieres que se te aparezca?». Que se me aparezca Samuel», respondió él.
12 La mujer vio a Samuel y lanzó un fuerte grito. Luego dijo a Saúl: «¿Por qué me has engañado? ¡Tú eres Saúl!».
13 Pero el rey le dijo: «No temas. Dime qué has visto». La mujer respondió a Saúl: «Vi un dios que subía de lo profundo de la tierra».
14 «¿Qué forma tiene?», preguntó él. Ella respondió: «Es un anciano que sube, y está envuelto en un manto». Saúl comprendió entonces que era Samuel, y se postró con el rostro en tierra.
15 Samuel dijo a Saúl: «¿Por qué me has perturbado, haciéndome subir?». «Es que estoy en un grave aprieto, respondió Saúl; los filisteos me hacen la guerra, y Dios se ha apartado de mí; ya no me responde, ni por medio de los profetas ni en sueños. Por eso te llamé para que me indiques lo que debo hacer».
16 Samuel replicó: «Si el Señor se ha apartado de ti y se te ha vuelto hostil, ¿por qué me interrogas a mí?
17 El Señor ha obrado contigo conforme a lo que predijo por mi intermedio: él ha arrancado de tu mano la realeza, para dársela a otro, a David.
18 Porque tú no escuchaste la voz del Señor y no diste libre curso a su ira contra Amalec, por eso, el Señor te ha tratado de esta manera en el día de hoy.
19 Y junto contigo, el Señor entregará también a Israel en manos de los filisteos. Mañana, tú y tus hijos estarán conmigo, y también al ejército de Israel el Señor lo entregará en manos de los filisteos».
20 Al instante, Saúl se desplomó en tierra cuan largo era, aterrorizado por lo que había dicho Samuel. Además, estaba sin fuerzas porque no había comido nada en todo el día y toda la noche.
21 La mujer se acercó a Saúl y, al verlo tan abatido por el terror, le dijo: «Ya ves que tu servidora te ha hecho caso. Yo arriesgué mi vida y obedecí la orden que me diste.
22 Ahora tú tienes que hacerme caso: deja que te sirva un pedazo de pan y come. Así tendrás fuerza cuando vayas por el camino».
23 Pero él rehusó, diciendo: «¡No comeré!». Sus servidores, y también la mujer, le insistieron, y al fin Saúl les hizo caso; se levantó del suelo y se sentó en el catre.
24 La mujer tenía en casa un ternero cebado. En seguida lo mató, tomó un poco de harina, la amasó e hizo cocer unos panes sin levadura.
25 Después sirvió todo eso a Saúl y a sus servidores. Ellos comieron y se pusieron en camino aquella misma noche. 

No hay que realizar prácticas de espiritismo, es abominación para Dios, además que en la gran mayoría de casos, es el demonio disfrazado a quién se le abren las puertas;

Deuteronomio 18, 9-14

9 Cuando entre en la tierra que el Señor, tu Dios, te dará, no aprendas a practicar las abominaciones que cometen esas naciones.
10 Que no haya entre ustedes nadie que inmole en el fuego a su hijo o a su hija, ni practique la adivinación, la astrología, la magia o la hechicería.
11 Tampoco habrá ningún encantador, ni consultor de espectros o de espíritus, ni evocador de muertos.
12 Porque todo el que practica estas cosas es abominable al Señor, tu Dios, y por causa de estas abominaciones. él desposeerá a esos pueblos delante de ti.
13 Tú serás irreprochable en tu trato con el Señor, tu Dios.
14 Porque las naciones que vas a desposeer escuchan a los astrólogos y adivinos, pero a ti el Señor no te permite semejante cosa.

10 abr 2014

Magia, maleficios y espiritismo.

 Exodo 7, 6-12

6 Moisés y Aarón realizaron exactamente lo que el Señor les había ordenado.
7 Cuando se entrevistaron con el Faraón, Moisés tenía ochenta años, y Aarón, ochenta y tres.
Aarón y los magos de Egipto
8 El Señor dijo a Moisés y a Aarón:
9 «Cuando el Faraón les pida que hagan un prodigio, tú le dirás a Aarón: «Toma tu cayado y arrójalo delante del Faraón; y el cayado se convertirá en una serpiente»
10 Moisés y Aarón se presentaron entonces ante el Faraón e hicieron todo lo que el Señor les había ordenado. Aarón arrojó su cayado delante del Faraón y de sus servidores, y el cayado se transformó en una serpiente».
11 El Faraón, a su vez, convocó a los sabios y hechiceros; y los magos de Egipto, valiéndose de sus artes secretas, hicieron otro tanto.
12 Cada uno arrojó su bastón, y estos se transformaron en serpientes; pero el de Aarón devoró a todos los demás.

Por otro lado...



Según el pensamiento mágico existen fuerzas en la naturaleza que pueden ser captadas a través de rituales y utilizadas para el bien o para el mal.
En los últimos años ha ido ganando campo el pensamiento mágico, el que puede ser caracterizado por el convencimiento personal de la existencia de una serie de fuerzas en la naturaleza, susceptibles de ser captadas a través de rituales que permitirían direccionarlas en beneficio o detrimento de las personas.

No se trata de grupos definidos y estructurados en general, sino más bien de la difusión del recurso habitual a ‘parapsicólogos’, ‘videntes, ‘sanadores’, ‘adivinos’, ‘chamanes’, capaces de ‘ver’ lo que suele estar oculto a los ojos del vulgo, realizar o destrabar trabajos, preparar conjuntos, talismanes y pociones, etc.

Este fenómeno tiene algunas manifestaciones que podríamos considerar como ‘culturales’, tales como el uso de cintas rojas en la muñeca para evitar la envidia; pero también puede tomar características más estructuradas cuando van de la mano de personas supuestamente dotadas de ‘dones’ que les permiten ofrecer sus ‘servicios’ a quienes los requieran, aprovechando un cierto espíritu supersticioso.

En este sentido, y ante la confusión que estas ofertas y prácticas provocan, es conveniente tener en cuenta:


  • Que la posibilidad de manifestaciones que pueden parecer no comunes (tales como predicciones, hipnosis, capacidad de influenciar, etc.), no requiere de suyo la apelación a una calificación sobrenatural para poder explicarlas.
  • Que muchas de estas manifestaciones o fenómenos se pueden explicar suficientemente a través de la sugestión individual o colectiva, que puede ser directamente querida y provocada por quien lo conduce, o provocada incluso involuntariamente.
  • Que el hecho de que la ciencia no pueda dar una explicación acabada de un fenómeno no indica su carácter preter o sobre natural, sino simplemente nos señala uno más de los límites de la ciencia, los cuales hemos de aceptar con humildad.
  • Que ante el deseo de buscar una explicación, ha de apelarse primeramente a las explicaciones de orden físico, luego a las de orden médico, luego a las de orden psicológico, y solo entonces a las de orden sobre humano. Pero aún en este último supuesto, no quiere decir que sean necesariamente referidas a Dios.
  • Que el demonio obra más habitualmente a través de la tentación y la seducción, que utilizando recursos extraordinarios. No debe adjudicarse a la acción del maligno, lo que puede ser simplemente explicado a través de la libertad y la debilidad del hombre.
  • Que un cristiano en Gracia de Dios, no tiene motivo para tener ningún ‘trabajo’ o ‘brujería’, ya que en él está presente el mismo Señor. La mejor prevención contra los maleficios es la confesión frecuente.
  • Que Dios obra ordinariamente en el mundo, conduciendo la historia a través de los hombres y mujeres sencillos que son fieles a su llamado de Amor; las intervenciones extraordinarias, tienen lugar solo extraordinariamente, y por lo tanto no debe darse un carácter extraordinario a lo que podría explicarse de un modo más sencillo.

    Algunas Consideraciones

    Desdichadamente, la falta de formación y un cierto espíritu supersticioso que anida en el corazón de todo hombre, hace que muchos cristianos aún piadosos acudan a prácticas mágicas o adivinatorias en algunas circunstancias. En este punto es conveniente recordar lo que señala el Catecismo de la Iglesia Católica al respecto (n. 2116-2117).

    "Todas las formas de adivinación deben rechazarse: el recurso a Satán o a los demonios, la evocación de los muertos, y otras prácticas que equivocadamente se supone ‘desvelan’ el porvenir" (Cf. Dt 18,10; Jr 29,8).

    La consulta de horóscopos, la astrología, la quiromancia, la interpretación de presagios y de suertes, los fenómenos de visión, el recurso a ‘médium’ encierran una voluntad de poder sobre el tiempo, la historia y, finalmente, los hombres, a la vez que un deseo de grajearse la protección de poderes ocultos. Están en contradicción con el honor y el respeto, mezclados de temor amoroso, que debemos solamente a Dios.

    "Todas las prácticas de magia o de hechicería mediante las que se pretende domesticar potencias ocultas para ponerlas a su servicio y obtener un poder sobrenatural sobre el prójimo – aunque sea para procurar la salud -, son gravemente contrarias a la virtud de la religión. Estas prácticas son más condenables aún cuando van acompañadas de una intención de dañar a otro, recurran o no a la intervención de los demonios. Llevar amuletos es también reprensible.

    El espiritismo implica con frecuencia prácticas adivinatorias o mágicas. Por eso la Iglesia advierte a los fieles que se guarden de él. El recurso a las medicinas llamadas tradicionales no legitima ni la invocación de las potencias malignas, ni la explotación de la credulidad del prójimo."


  • Se me olvidó comentar como final, que hay las causas físicas que conocemos, no hay capacidades extraordinarias, todo lo "raro" viene del mundo espiritual. Por ejemplo el poltergeist seria una acción espiritual, y veríamos su efecto físico, pero el demonio podriatratar de hacer pensar a esa persona que aquello es una capacidad suya.

    Usa ese pequeño poder para engañar seducir y adoctrinar falsamente.

    7 abr 2014

    Hechicería Feng Shui

    Sí, ya sé que el título de la entrada es impactante.

    Pero como habreis leído en posts anteriores, la hechicería consta de pedir cosas mediante rituales, poner nuestra voluntad y acción en signos...

    Recordatorio:

    Tanto en la brujería como en la magia se encuentran estos elementos:

    1-La realización de rituales o de gestos simbólicos.
    2- El uso de sustancias y objetos materiales que tienen significado simbólico.
    3- Pronunciamiento de un hechizo .
    4- Una condición prescrita del que efectúa el rito. 


    En este caso, el pronunciamiento del hechizo es por medio del seguimiento del acto ritual.

    Yin, significa interior Yan exterior, en las casa, se cree que se ha de equilibrar "las energias" para conseguir nuestros objetivos, llamar a "las buenas vibraciones" y protejernos de las "malas vibraciones". Hay mucho de superstición en esto, pero también, lamentablemente el demonio aprovecha estas creencias para incurrir en las casas ritualizadas, y le encanta que la gente se aparte de Dios, ridiculice la creencia cristiana, y acepte doctrinas inspiradas por demonios.

    Pregunta clave: ¿Han habido problemas en las personas por haber seguido esta doctrina? la espuesta es SI, con tentaciones, influencia y en algunos casos posesión, por la mezcla de esta doctrina con otras, porque una cosa llama a la otra, "la persona está abierta" y abre puertas al demonio, sin saberlo.

    Se piden cosas en nuestra vida, olvidando a Dios, en quién solo en EL, debemos pedirle y esperar, sin tratar de forzar las cosas, Las acciones de demonios, influyen, engañan y en princípio dan una falsa paz, pero no tardará en mostrar su verdadero rostro, y ante nuevos problemas... mas búsqueda de paz, y en los peores lugares, en las doctrinas de demonios.

    Lo que le interesa al demonio, es apartarnos lo mas que pueda de Dios.

    A continuación, les muestro un ejemplo de como disponerse para que "todo nos vaya mejor, y como este hay muchos ejemplos. Y no es que por disposición de muebles, objetos y colores las cosas nos vayan a ir mejor, pues una casa está inanimada, solo está animada la vida, por el aliento de Dios.

    Eso si, por estas cosas, algunas casas acaban estando muy animadas por la acción espiritual de los demonios.


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    Resultado; casas infestadas, personas afectadas...

    De la superstición a la hechiceria, brujería y magia, hay una linea muy fina.

    4 abr 2014

    Brujeria "católica"

    Ojo con los engaños, mezclas de oraciones cristianas con inicios o rituales de hechicería.. son buena intención mezclada con mucha ignorancia, y no por eso menos peligrosa.

    Ahí jamás está el Espíritu Santo.

    En la impureza, siempre detrás está el demonio.



    Toda práctica que NO es puramente cristiana, es demoníaca.